sábado, 5 de enero de 2019

Vocabulario de Las Hurdes y Tierras de Granadilla

Ampliar imagen
Fuente: El habla de las Hurdes por Juan José Velo Nieto

Poblaciones de Las Hurdes y Tierras de Granadilla


La Mancomunidad de Las Hurdes se compone de las siguientes poblaciones:
  • Pinofranqueado. Alquerías dependientes: La Muela, Mesegal, Sauceda, Robledo, Ovejuela, El Castillo, Horcajo, Avellanar, Aldehuela y Erias.
  • Caminomorisco. Alquerías dependientes: Aceña, La Dehesilla, La Huerta, Cambrón, Cambroncino, Arrolobos y Riomalo de Abajo.
  • Casares de las Hurdes . Alquerías dependientes: Casarrubia, Carabusino, Las Heras, La Huetre y El Robledo.
  • Ladrillar Alquerías dependientes: Riomalo de Arriba, Cabezo y Las Mestas.
  • Nuñomoral . Alquerías dependientes: Aceitunilla, Asegur, Cerezal, Martilandrán, El Gasco, La Fragosa, Vegas de Coria, Rubiaco, La Horcajada y La Batuequilla.
  • Casar de Palomero.  Alquerías dependientes: Pedro Muñoz, Azabal y Rivera Oveja

La Mancomunidad de Tierras de Granadilla se compone de 15 municipios:


Ahigal, Cabezabellosa, Cerezo, Guijo de Granadilla, Jarilla, La Granja La Pesga, Marchagaz, Mohedas de Granadilla, Oliva de Plasencia, Palomero, Santibáñez el Bajo, Santa Cruz de Paniagua y su pedanía El Bronco, Villar de Plasencia, Zarza de Granadilla.

Gentilicio

Jurdanos. Granadillanos.

Topónimo. Origen del nombre

Las Hurdes.- Varias posibilidades encontramos para interpretar el topónimo. La primera, siguiendo a Nieto Ballester, sería derivar Hurdes del latín ULEX, ULICIS, ‘brezo’, que en tierras de León se denomina ‘urce’; así también explica este autor Horche en Guadalajara. De ser cierto esto, habría que explicar la aspiración inicial como resultado de la fonética sintáctica, al pronunciarse [lahúrdeh] se interpreta que el sonido aspirado pertenece al sustantivo y no al artículo que lo precede, conviertiéndose un [úrdeh] en [húrdeh]; aunque parece que la voz ‘urce’ no tiene vigencia en el territorio hurdano. La segunda posibilidad es interpretar el topónimo como un derivado de SANCTI GEORGI como los Santurde y Santurdejo de Logroño o los Santurde de Burgos y Álava que menciona Menéndez Pidal en sus Orígenes del español. En nuestro caso,en Hurdes, se habría perdido la primera parte del topónimo, como sucede en Hervás, procedente de San Gervasio. Aquí la aspiración no sería problema, pues es un resultado normal de GEORGI en la zona de habla leonesa a la que puede adscribirse nuestra comarca; en cuanto a la habitual forma en plural y con artículo puede ser una derivación posterior que indique la extensión del paraje designado originariamente con el topónimo Hurde - así, por ejemplo se habla hoy de la comarca de Los Ibores, refiriéndonos a la que vertebra el río Ibor- o Jurde, como aparece en el Interrogatorio de la Real Audiencia de La Alberca: “la Dehesa de Jurde” (RAud, Disgregados, 49). En el Viaje de Ponz se apuntan - con no mucho convencimiento- dos posibilidades, que parecen poco verosímiles, relacionar el topónimo con ‘zahúrda’ o con la voz GURDUS ‘hombre rudo’: “Y pues estamos metidos en etimologías expóngase el origen de Jurdes con la protesta de que será lo que Dios sea servido. Parece que Jurda, ó Urda sea hija natural del arábigo horda, como tambien zahurda, que tales son regularmente las casas de los moradores de las Jurdes. Gurdus, que significa hombre rudo, y de corta capacidad, es palabra que adoptó la lengua latina de la española [...]¿Por qué no podrian traer las Jurdes su origen de aquella antigua palabra española?” (Ponz, I, 220, n.). Requejo Vicente en un documentado artículo recoge estas y también otras posibles explicaciones que derivan el topónimo del celta, del vasco o del gitano. 
Y hay que recordar la de Paredes Guillén que asocia tanto este nombre como los de algunos de sus pueblos a la extracción de oro: “Jurdes, significa lavadero [...] los nombres de los pueblos y rios, como hemos visto, conspiran á suponer que en algun tiempo su explotación aurífera ha tenido gran importancia. El Gazco, nombre de una alqueria, significa el Tesoro; Pesga, pié del Tesoro, Marchagáz, camino del Tesoro; rio Jurdán, el que lava” (p. 79). Otra posibilidad es pensar que el nombre de la comarca se debe al del río Hurdano y este a un nombre de repoblador, un Jordán, nombre que se convirtío en antropónimo en el tiempo de la Cruzadas; así tenemos un Jordana en Almería y varios Jordão portugueses -Casal do Jordão en Arruda dos Vinhos, Monte do Jordão en Avis... Por último, topónimos franceses como Jordane, torrente de la alta Saboya, río Jordanne (Cantal), torrente Jourdron (Saboya), arroyo Jourdan (Ain) o Jourdes (Lot) son interpretados por Fouché como derivados del preindoeuropeo *KAL- ‘piedra, montaña’, a través de una palatalización en la forma *YARR-; a estos ejemplos añade Buesa los topónimoss altoaragoneses fuente Churdana, fuén de Churdana y cerrau de Churdana (“La raíz preindoeuropea...”, 232), con lo que tendríamos otra posibilidad para explicar nuestro topónimo, como una alusión a la naturaleza montañosa del terreno. No obstante todo ello, el nombre del río aparece también como Jurde, Urdes o Jurdes en Ponz, por ejemplo, por lo que parece lo más lógico que el topónimo original sea este, Hurde o Hurdes, y Hurdano un derivado, con lo que la explicación debe estar en la primera forma, aunque no tengamos certeza alguna de cuál sea.
Granadilla.- Podemos relacionarla con Cordobilla y Carmonita, probable recuerdo de las ciudades andaluces de donde procedían los mozárabes emigrados al norte, posibilidad que señala Zamora Vicente para Toldanos en León, Toldaos en Lugo o Mozarvez en Salamanca (Zamora, 17, n. 4); no obstante, también cabría pensar en el adjetivo ‘granada’, en el sentido de ‘rica, llena de fruto’, con un valor encomiástico presente en topónimos como Villarta o Deleitosa, por ejemplo. El topónimo no era en sus orígenes diminutivo, pues como Granada aparece por ejemplo en un documento de la Catedral de Coria de 1186, donde leemos “et omnibus Ecclesiis in nova poblatione, quo Granata dicitur” (Martín, 31-32) o, siglo y medio más tarde, en 1301, “et en la villa de Granada et en su termino” (p. 94); o en el Fuero de Plasencia (p. 167), incluso en los Interrogatorios del XVIII es Granada la forma que se emplea; pero el diminutivo debía de usarse también desde antiguo, pues en el Libro de la Montería, del XIV, leemos “Granadiella” (p. 3 95).
Fuente: Los nombres de Extremadura de Antonio María Castaño. Editora Regional de Extremadura, 2004

A

ABAJAR.—Bajar. G.a Lomas, pág. 53. Lam., pág. 169. Corms.
lo cita como anticuado, Dicc. Critico, 1-370.
ABALDONAR.—Abandonar. Lam., 170. Según Corms., esta
forma, disimilada, se usó antes del siglo xm. I, pág. 4.
ABALLAR.—Cocer. Deriva de ad-ballare. Mey. L. Bailare,
borbollar.
ABARBAR.—Beber de bruces. Veáse barbear. Lam., abarbar,
pág. 173.
ABARDONAR.—Abandonar. Véase abaldonar. Lam., 170.
ABATE.—Aparte. G.a Rey, Vocabulario del Bierzo, pág. 39.
ABOBECERSE.—Atontarse, ponerse bobo.
ABREORAS.—Abridoras. Una clase de melocotón que se abre
con suma facilidad.
ABURAR.—Quemar. G. Alvarez, emburar, 284. Deriva del lat.
vulgar burare, variante de urére, Corms , 1-15.,..
ACABAÍZ'O.—Final de la aceitunera, término de alguna cosa.
Véase acabijo.
ACABIJO —Término, fin de una cosa. Véase acabaízo. Lam.,
pág. 182. Deriva de cabo, caput, cabeza. Corms., 1-559.
ACALUGAR.—Tranquilizar, sosegar, descansar. Lam., pág. 182.
ACARBARSE.—Resguardarse, ocultarse. Lam., pág. 184. Para
Corms. deriva de carba, «matorral de carbizos»; carbizo,
«roble basto»; port., carvalho, 1-17.
ACARCAL.—Apretar. G.a Rey, en acepción parecida, pág. 84.
ACAREMIA.— Academia.
ACENDER.—Encender. Deriva de accendére.
ACERTAJÓN.—Adivinanza, acertijo. Lam., pág. 185.
ACETUAU.—Práctica de derecho consuetudinario, que consiste
en cierta cantidad en dinero o alimentos que los hijos emancipados
se obligan a dar a sus padres para contribuir a su
sustento. La obligación del acetuau cesa cuando los padres
continúan viviendo en compañía de los hijos casados Puede
derivar de excipere, «sacar», «tomar», excepta, exceptuatu.
Véase Corms., concebir, I, pág. 875.
ACETUNERA.—Aceitunera, época en que se recoge la aceituna.
ACIPRÉS.—Ciprés. La a inicial protética es muy frecuente en
las palabras de los jurdanos.
ACITUNA.—Aceituna.
ACIZUELO.—Ganglio. Lam., acizuelo, lazo para coger perdices,
pág. 268.
ACOCARSE.—Acobardarse, emborracharse.
ACOCHAMBRAR.—Dejar mal hecha una cosa. Lam., pág. 186.
ACOLOMBRAR — Hacer a las patatas la última excavación,
recalzar una planta, amontonar tierra alrededor. Lam., acogombrar,
pág. 187.
ACOLUMBRAR.—Véase acolombrar.
ACOMARGAR.—Colmar la medida hasta rebasarla con el
comuergo. Lam., acomuelgar y acogolmar, pág. 188. Corms.
enumera, como variantes de colmar, «amontonar», «llenar»,
los verbos cogolmar y acolgomar.
ACOPETAR. — Colmar, llenar completamente alguna cosa.
Lam., copete, «cogüelmo». Véase corropete, pág. 354.
ACORDAR.—Despertar, caer en la cuenta. Lam., pág. 188.
Deriva de acordado, «cuerdo», «prudente», el cual viene
del lat. cordatas, derivado, a su vez, de corcordis, «corazón
». Corms., 1-28.
ACORRER—Recorrer.
ACORROPETAR.—Llenar con exceso un recipiente, embutir un
costal. Lam., pág. 189.
ACOSTIPAR.—Costiparse.
ACRABILLAR.—Acribillar. Del lat. vulgar cribellare y éste de
cribellium, «criba», Corms., 1-29.
ACHAPAZAR.—Aplastar.
ADESPUÉS.—Después.
ADOBERA.—Molde de madera para hacer adobes. Véase
mancal.
ADOLECER.—Enfermar. Corms. (véase Diccionario Critico,
pág. 187) lo señala entre los derivados de do/ére, con el
mismo significado.
AFANAR.—Trabajar intensivamente. Lam., pág., 193. De un
verbo lat. vulgar affanare, de origen incierto, pero probablemente
derivado del lat. vulgar affanae, que pasaría a
significar «apuro», «afán», habiendo significado primero
«palabras embrolladas y sin sentido» y después «situación
enredada, difícil». Corms., 1-45.
ACHARRAÍTA.—Arrellanada, sentada en el suelo (aplícase a
las gallinas).
ACHIPERRE. —Utensilios de trabajo, conjunto de trastos. Úsase
generalmente en plural. Véase achipierre. Z. Vicente, pág.
58, achiperre. Lam., achiperre, pág., 192. S. Coco, 111,
pág. 192. Q. Alvarez, alchiperres, pág. 270.
ACHIPIERRE.—Véase achiperre.
ACHIPORRETAO.—Lleno, repleto.
AGAÑO.—Hogaño.
AGARRAERA.—Asa.
AGATEAR.—Gatear; prótesis de o, tan frecuente en los verbos
jurdanos. Z. Vicente, trepar, andar a gatas, pág. 58. Lam.,
agatear, pág. 195.
AGINACIÓN.—Preocupación, angustia. En el Diccionario de la
Academia, aginar, «ir y venir con diligencia para algún fin».
AGINAERO.—Congoja, angustia producida por causas de índole
moral.
AGINAO.—Molesto, angustiado.
AGRALECER.-Agradecer.
AGUAERAS.—Artefacto de hierro o madera que se usa para
transportar, con caballería, vasijas de agua.
AGUATEN.—Agua de té, infusión casera que se realiza con esta
planta, muy abundante en los montes del país.
AGUATERO.—Aguador.
AGUIONES.—Aviones, pájaro muy abundante en el país.
AGUJALES.—Ojales. Parece haber un cruce entre ojales y
aguja.
AHUESPEDARSE.—Hospedarse.
AÍNA.—Temprano, pronto. G.a Lomas, pág. 59. Corms. lo consigna
como arcaísmo, 1-65.
AJORRAR.—Trasponer el horizonte, ocultarse, arrastrarse.
Corms. lo considera derivado de jorro, «remolque», «arrastre
»; del árabe garr, «arrastrar», y le da el significado de
«llevar a remolque», conceptuándolo transitivo.
AJUNDIRSE.—Hundirse. Z. Vicente, pág. 58. S. Coco, 111-281.
Alein., 1-658.
AJULLIR.—Huir. Z. Vicente, ajuir, pág. 58. G.a Lomas, ajuir,
pág. 60.
ALABANCIA.—Alabanza. Yod epentética en la terminación. Garrote,
pág. 36.
ALABERNERA.—Lentisquera. El lentisco, aparte de entisco y
entisca, se llama comúnmente alabierno.
ALABIAU.—Piquera de las colmenas.
ALABIERNO.— Lentisco. Véase alabernera. Borao, lantierno,
«arbusto», pág. 264.
ALAGRÁN.—Alacrán. Véase aligrán.
ALAMENTO.—Lamento. Con a protética, tan frecuente en la
región.
ALAMPAR.—Echar mano de algo, atrapar con todo, correr.
G.a Lomas, pág. 60.
ALANTAR.—Adelantar.
ALANTRE.—Adelante.
ALARÍO.—Alarido.
ALBARCA.—Abarca.
ALBARÍN.—Brezo albarín: cierta clase de brezo de color blanquecino.
ALBELGALSL —Albergarse, cobijarse:
ALBILLA.—Hebilla.
ALCÁNCER.—Cáncer. La influencia del artículo árabe al es
todavía muy viva en esta zona, como puede apreciarse por
este vocablo y otros que se verán más adelante.
ALENTOSO. — Comilón. Puede proceder de alenitare, «respirar
», o, tal vez, de algún derivado de o/o, ui, «alimentar».
ALFOJA.-Alforja.
ALGARABITA.—Garabato, gancho de madera en forma de doble
anzuelo que, sujeto al final de una cuerda o soga, sirve para
atar un haz. También lo hay en forma de anzuelo sencillo.
ALGAZARA.—Algazara, griterío.
FEL HABLA DE LAS HURDES 129
ALQIVA.—Encía. También se dice giva y engiva. Deriva del
lat. gingiva. Véase engiva.
ALGOTRO.—Otro.
ALGUINO.—Algo más. Probablemente este aumentativo se ha
originado con la terminación característica de los diminutivos
regionales, a semejanza de poquino y por analogía con éste.
ALIVIAERO.—Rueda que sirve para bajar la piedra (o subirla)
del molino harinero.
ALMITIR.—Admitir.
ALMOMENTO.—Momento. Con adición del artículo árabe.
ALMÚGARE.—Mugre. Se trata de un caso más de actividad del
artículo árabe, tan frecuente en la zona.
ALPERGATAS.—Alpargatas.
ALP1CHÍN.—Alpechín. Líquido que suelta el aceite con los residuos
inaprovechables. Véase espichurro y alpichorro. Venceslada,
alperchín, pág. 22.
ALPICHORRO.-Alpechín. Véase alpichín.
ALPISTAO.—Borracho.
ALQUERIR.—Adquirir. Trátase de un ejemplo en que, como en
el caso de advertir, se liquida la d implosiva.
ALQUITÁN.—Alquitrán.
ALQUITANAO.—Borracho. Uno de los numerosos sinónimos
locales para designar el estado de embriaguez.
ALTONCIS.—Entonces. G.a Loma, «altonces», pág. 62. El cambio
de prefijo se ha producido probablemente por la influencia,
que aún perdura en Las Hurdes, del famoso artículo
árabe.
ALUEGO—Luego.
ALVEDRIAU.—Vidriado. Baño de vidrio que se da a las vasijas
de barro. Z. Vicente, albedrío, pág. 59. S. Coco, III-285.
ALVERTIR.—Advertir.
AMANZORRAR.—Amancebar. Aquí se percibe un cruce mudable.
AMARGOSO—Amargo. Lam., 216. Z. Vicente, 60. Deriva del
lat. vulgar amaricosus. Corms. 1-182.
AMISENTRAO.—Misántropo; que vive aislado, solitario.
AMOLESTAR.—Molestar,
AMOLLECER.—Ablandar, reblandecer, mojar o humedecer una
cosa. Lam., pág. 219. Deriva de emollitiare.
AMONAO.—Borracho.
AMONESTIJO.—Amonestación. En Las Hurdes se observa
propensión al empleo de este sufijo, por ejemplo: acabijo,
transtornijo y atranquijo.
AMOÑAR.—Agarrar a uno por el cuello, apergollar.
AMULARSE.—Enfadarse. Lam., pág. 221.
AMUNIACO—Amoníaco.
ANANT1.—Antes. G.a Garrote, anantias, pág. 140. Lam., anantes,
pág. 220.
ANDAERA.—Artefacto de madera donde se meten los niños
para que se entretengan sin riesgo de descalabrarse. Venceslada,
andadera, con significación idéntica, pág. 25.
ANDALIAS.—Sandalias. Venceslada, pág. 26.
ANDALLAS.—Sandalias.
ANDALLINAS.—Sandalias pequeñas para los niños. Lam., página
221.
ANDARRÍOS.—Palos que arrastra el río. Pájaro llamado martín
pescador. Z. Vicente, persona desconocida, pág. 61. S.
Coco, III, pág. 271. Venceslada, vagabundo, pág 26.
ANDE.—Adonde, en casa de. Voy andel cura, «voy a casa del
cura». Lam., pág. 222.
ANDENANTE.—Antes. Lam., pág. 222, andinantes.
ANFELIZ.—Infeliz.
ANGANCHAR.—Enganchar.
ANGAÑAS.—Agallas. Excrecencias del roble. Del lat. gallea,
Corms., pág. 50. Véase bogalla.
ANGULEMA.—Fastidiosa, pesada, empachosa, zalamera. Para
llegarse a esta acepción opina Corms. que debió de contribuir
la semejanza de terminación con zalema, pág. 217.
ANGÚN.—Algún. La n epentética ha surgido por influencia de
ningún.
ANGUNA.—Femenino de angún. Véase el anterior.
ANOGALA.—Fem. Nogala. La a inicial constituye, sin duda, un
caso de adherencia vocálica, ocasionada por fonética sintáctica,
que derivg del artículo femenino.
APERRANGARSE.—Echarse y revolcarse los niños en el suelo
llorando a gritos. Lam., 244. Z. Vicente, 46. G.a Rey, 47.
A. Garrote, 129.
APETALLAR.—Insistir en una cosa, dar con la petalla, de donde
deriva.
APETITIVO.—Aperitivo. Se ha producido un cruce entre aperitivo
y apetito.
APIERTAR.—Apretar. En Juan Ruiz se encuentra apertar; en el
Fuero de Oviedo, apiertan, y hay en asturiano apiertar.
Corms., 1-241.
APILLAR.—Alcanzar. La a protética, tan frecuente en los verbos
de Las Hurdes, figura en éste.
APONTAR.-Apuntar.
APORTILLAO.—Dolorido.
APOSISIONAR.—Posesionarse. Otro caso de a protética con
asimilación de la e en i, favorecida por la existencia de
una yod.
APRENDER.—Aprender, enseñar. Véase deprender.
APRETAERA.—Cuerda tensora del tambor, cuerda que sujeta
la carga.
APRETATIVO.—Aperitivo. Aquí el cruce se ha originado entre
apretar, aperitivo y apetito.
APROXIMANTE—Próximo, cercano.
APUNTACIÓN.—Apunte.
ARA.—Ahora. Según Corms., esta forma se produjo en pronunciación
proel ítica por contracción de-ahora y esporádica'
mente se desarrolló también en castellano y en Argentina.
1942.
ARBEL.—Cierta clase de brezo.
ARBOLARIO.—Persona que dice muchas tonterías, majadero,
veleidoso. Lam., pág. 242.
ARBONDAR. — Abundar. G.a Garrote, abondar, pág. 130. G.a
Rey, bondar (bastar, ser suficiente), pág. 55.
ARBONDU.—Abundancia. Véase albondu. Garrote cita ahondo,
con idéntico significado, pág. 130. G.a Alvarez (Voc.
de Bierzo), abondu, pág. 267.
ARCÁS.—Arcadas.
ARCIENDO.—Incendio.
ARGAÍLLO.—Instrumento para ovillar el lino antes de mandarlo
al tejedor. Deriva de ergatellus. G.a Rey, argadillo,
pág. 47.
ARGANA.—Arista de la espiga. Z. Vicente, pág. 62. Lam., 244,
S. Coco, 1-90. Corms., 1-260.
ARIZO.—Erizo.
ARMINIO.—Armiño.
ARMITA.—Ermita.
ARQUETÓN.—Arca grande donde se guardan los más diversos
objetos.
ARRAMPLAR.—Llevarse una cosa, cargar con todo. Lam., 246.
G. Alvarez, 273.
ARRANCAERA.—Despedida, acto de marcharse. Esta palabra
viene indudablemente de arrancar (partir) y de arrancarse
el alma en las despedidas. Constituye, a mi juicio, un cruce
semántico.
ARRAÑAR.—Arañar, sacar bien la carne de los huesos. Lam.,
246, en acepción distinta. Port., arranhar; gallego, arrañar.,
Véase Corms., 1-247.
ARRAPEAS.—Véase peas.
ARRAPIEZOS.—Prenda sin valor, harapos.
ARRASCAR.—Rascar. G.a Garrote, pág. 147. Venceslada, página
35.
ARREATAR.—Atar fuertemente. G.a Lomas, cunar, cunear,
ARRECOGER.—Recoger. Z. Vicente, pág. 62.
ARRECULAR.—Recular. Lam., pág. 249.
ARREGAÑO.—Reaños, rabia, indignación.
ARREJUÑAR.—Arañar.
ARREJUÑAZO.—Arañazo.
ARRELLANAO.—Sentado, aparranado.
ARREMATAR.—Acabar, terminar.
ARREO.—Sucesivamente, dos días arreo, dos días seguidos.
Corms. lo considera anticuado, 1-279.
ARREMPUJAR.—Empujar. Lam., pág. 251. Según Corms., esta
palabra tiene carácter vulgar en España y en América.
ARREQUEAR.—Recoger, guardar, ocultar. Generalmente se
refiere a las reses del ganado. G.a Rey, pág. 48.
ARRIERO.—Cierta clase de brezo de color blanco.
ARRIDERO.—Arriero. Se trata de un caso evidente de ultracorrección.
Lam., pág. 253. Deriva de la interjección ¡arre!
Corms., 1-278.
ARRIJAQUE.—Elegante, bien ataviado.
ARRIMAR.—Arrimar la puchera. Quiere decir arrimar el pote
con el cocido o algún otro guiso a la lumbre para que cueza.
ARRINGAO.—Caído, derrengado. Lam., ringar, 610, también
derrengar y arrengar, pág. 251. Z. Vicente, rengar o ringar,
«agobiarse bajo un peso», pág. 131.
ARROCHAO.—Arrojado, valiente, temerario.
ARROPLANO.—Aeroplano.
ARTESUELA.—Artesa pequeña de mucho uso para las necesidades
del tráfico doméstico.
ARTOGRAFÍA.—Ortografía.
ARTUÑAR.—Adoptar una cabra cualquiera un chivo que no es
suyo, dándole de mamar. Lam., abortar el ganado, pág. 256.
ARZUELO.-Orzuelo.
ASPAÑA.—España.
ASPECIE.—Especie.
ASTURAR.—Tostar, quemarse la leche. Lam., esturar, pág. 456.
Por cruce de asura con el gall. «esturrar», requemar, derivado
de turrar, se formó asturar. Corms., 1-309. Véase esturar.
ASURA.—Picor, comezón. Véase rasquiña. Deriva del latín
arsura, «abrasamiento, tortura». Corms., 1-309. G.a de Diego,
en el artículo «Etimología idealista», de la Revista de
Filología Española, núm. XV, de 1928, manifiesta no conocer
en el lenguaje actual esta palabra, que, sin embargo,
pervive en Las Hurdes.
ATA (El).—El que, durante la época de siega, tiene la misión de
atar los haces.
ATACARRARSE.—Acatarrarse. Metátesis predilecta de los jurdanos.
Véase tacarro.
ATACUÑAO.—Apretado, dientes atacuñados, dientes apretados.
FEL HABLA DE LAS HURDES 1 3 5
ATARÍN.—Véase ata. Lam. consigna ataril, pág. 260.
ATARUGAO.—Prohibido. En Lam., atarugarse, «atragantarse»,
pág. 260.
ATASAJAO.—Pasado, acecinado. En el Diccionario de la Academia,
atasajado significa «ir una persona atravesada
sobre una caballería»; es decir, lo que en Las Hurdes se
dice escarrapichao.
ATAÚL.—Ataúd. Esta terminación la atribuye Corms. a influencia
de baúl, que en muchas partes significa lo mismo. I,
pág. 316.
ATERRAR.—Echar tierra encima de algo. Lam., pág. 261. Venceslada,
«echar tierra de vino en las botas para clarificar el
líquido», pág. 42.
AT1ERRAR.—Aterrar, horrorizar, causar miedo. Como se ve,
existe un diptongo, sin duda, analógico. En Z. Vicente,
cubrir de tierra la carbonera. Véase Lam. en acepción
idéntica, pág. 64.
ATOAVÍA—Todavía.
ATÓNOMO.— Autónomo.
ATORAO.—Atravesao.
ATORAR.—Atravesar. En Lam., análoga significación, pág. 263.
ATOREAR.—Véase la anterior. También, apretar un tornillo.
¿Acaso de a torear?
ATRANQUIJO.—Tranquilidad. No tener atranquijo: no tener
sosiego.
ATRASOTE.—Aumentativo del adverbio atrás, que resalta su
significado. Equivale al último o, cuando menos, a un lugar
muy rezagado.
AUDENCIA.—Audiencia.
AUGUA.—Agua.
AUJERO.—Agujero. La desaparición de la g intervocálica se
produce casi siempre en este vocablo.
AUREL.—Laurel. También lorel. Lam., 265.
AUTARSE.—Parecerse, asemejarse. Lam., pág. 265. S. Sevilla,
pág. 253..
AVICÁNCANO.—Piojo. Véase piejo. Lam., papanatas, soso,
grandón, pág. 267.
AZAFATE.—Bandeja. Venceslada, pág. 45. En el Diccionario de
la Academia, «canastillo llano y con borde de poca altura».
AZONCHAO—.Escondido.
AZOTEARSE.—Juntarse. Se azotean las ovejas: se juntan.
AZUÑAO.—Nebuloso. Montaña azuñá{con neblina). Ojos azuñaos

B

BAGA.—Flor del olivo y, en general, flor de los frutales. Simiente
del lino. Lam., bola pequeña en que está encerrada
la simiente del lino, pág. 270. G. Alvarez, cápsula del lino,
pág. 274.—Corms., cápsula que contiene la semilla del lino,
I, pág. 364.
BAGAR.—Echar flor los frutales. Corms., «echar la baga el
lino», I, pág. 364.
BAGO.—Gajo, racimo de la uva; también, grano suelto. En esta
última acepción lo cita Z. Vicente, pág. 65. G.a Garrote,
pág. 154. Latn., pág. 270. Corms. lo estima derivado de
baga, «grano de uva», I, pág. 364.
BAGUCHAS.—Babuchas. Corms., babuchas, I, pág. 358.
BAÍL.—Badil. Recogedor, cogedor de metal o madera. G.a Garrote,
badil, pág. 154. En Corms., «paleta para mover la
lumbre», de batillum, I, 363.
BAJO.—Badajo del campanillo, esquila o cascabel del ganado
cabrío.
BALSA.—Charca. Corms., 1-379.
BANASTO.—Banasta. Véase banastro. Corms., 1-384.
BANASTRO.—Véase banasto.
BANCA.—Artefacto de madera que utilizan las mujeres para
arrodillarse en él mientras lavan la ropa. También banquita,
lavandera y tajuela.
BANCERA.—Mancera, esteva del arado.
BANDEA.—Cabra de color blanco.
BANDOLA.—Bandolera pequeña. Los pastores la usan como
zurrón.
BANDUJO.—Bandullo, vientre, conjunto de tripas. S. Sevilla,
279. Corms., 1, pág. 387.
BANQUITA.—Véase banca.
BAÑAERO.—Lugar donde acostumbra la gente a bañarse.
1 3 8 JUAN JOSÉ VELO NIETO
BENZAS.—Los nervios de la hoja del tabaco. S. Sevilla, brenza,
258. Corms., 1-460.
BERBECHO.—Barbecho.
BEREZO.—Brezo. De bersíum. Lam., pág. 283. Según Corms.,
deriva del hispano-latino broccius y éste del cet. vroicos.
Corms., 1-517.
BERRAQUERA.—Espumarajo que echa el río cuando barrunta
agua; baba del cerdo.
BERRENDO.—Cobertor. En Lam., «manta de lana churra listada
de varios colores», pág. 274. Z. Vicente, pág. 66. En castellano
antiguo, berrendo, «cobertor de varios colores».
Corms., 1-419.
BERRÍO.—Balido, berrido. Lam., pág. 285.
BERRUNCHO.—Véase borruncho.
BESANA. — Conjunto de surcos, porción grande de terreno
labrantío dispuesto ya para la siembra. Lam., 285.
BETIJO.—Palos que se colocan en la boca a los cabritos para
que no mamen y, sin embargo, puedan pastar. Lam., 287.
BICHINAL.—Mechinal. Se trata de un caso, a la vez, de equivalencia
acústica y de asimilación de vocales.
BILMA.—Emplasto, ligadura para sujetar un aposito. Lam., pág.
288.
BINCRAR.—Brincar.
BLANQUEAR.—Pilar castañas.
BOBAJA.—Agalla del roble. Véase bogalla.
BOBATA.—Cabra de color rojizo.
BOBAS.—Tubérculo parecido a la patata, que constituye un
excelente alimento para el ganado. Véase goyunas, bollunas
y pataconas.
BOBELA.—Bobo.
BOBERA.—Planta que produce las bobas.
BOBILLA.—Abubilla. Lam., 289.
BOBOS.—Erizos bobos. Los que tienen castañas en malas condiciones.
BOCANÁ.—Chupada. Se refiere al pitillo.
BRIMBE.—Mimbre. Z. Vicente, pág. 70. Lam., 298. G.a Garrote,
162. S. Coco, 11-140. G.a Rey, bimbre, pág. 54.
BRINDO.—Bieldo. Z. Vicente, bildro, pág. 66. Lam., briendo,
pág. 298.
BRIÑUELO.—Buñuelo.
BRUGA.—Oruga.
BRUJO.-Orujo.
BRUÑAL.—Arbol que produce ciruelas pequeñas, largas y
ovaladas.
BRUÑO.—Fruta del bruñal.
BRUÑUELO.—Véase briñuelo. En Lam., espino silvestre,
pág. 300.
BRUTARATE.—Botarate.
BUBILLA.—Abubilla. Véase bobilla.
BUELBE.—Cría del asno. También burranquino.
BUENES.—Véase bobeles.
BUJARDO.—Enjambre, multitud de zánganos.
BUJERO.—Agujero. Lam., 302.
BULRA.—Burla. Lam., bulrar, pág. 302.
BULLICAR.—Remover y cavar la tierra alrededor de las plantas
para que se esponje y quede más blanda. Lam., 303 y 542.
BURACA.—Agujero grande, bichinal. Lam., agujero, pág. 303.
BURACO.—Agujero. G.a Rey, boraco, pág. 55. Lam., pág. 303.
S. Coco, VIII, pág. 536. Deriva del port. buraco, pero está
muy extendido en el habla popular, Corms., 11-944.
BUREJO.—Agujero. Z. Vicente, bujero, pág. 70. G.a Garrote,
bujero, pág. 163. Chamizo, bujero. El miajón.
BURRANQUINO.—Asno joven. Véase buelbe.

C

CABACHA.—Martillo de madera para espinar o deserizar.
CABALLADA.—Distancia aproximada que anda el caballo en
un día. Por extensión se emplea como medida de longitud.
CABALLETE.—Entresurco, cerro.
CALDA.—Ca!or producido por el fuego del horno. También
carda.
CALENTANZA.-Calor.
CALESA.—Huevos de la colmena, productores de abejas. Huevecillo
o larva que depositan las moscas en la carne,, según
S. Coco, véase pág. 71. Z. Vicente, gusano del jamón,
pág. 75. Lam., gusano de la putrefacción, pág. 312. Probablemente,
de carisia. Corms., 1-939.
CALZÚA.—Gallina calzúa o con calzo. La que tiene plumas en
las patas.
CAMBA.—Cama del arado. Corms., 1-607.
CAMBEÓN.-Camión.
CAMB1ZO.—Timón del trillo.
CAMBR1ÓN.—Camión.
CAMBRIONETA.—Camioneta.
CAMELLÓN.—Cerro, entresurco. Cada una de las partes del
yugo. Z. Vicente, pág. 75. G.a Lomas, 102. S. Coco, gamellón,
1-77.
CAMEÓN.—Camión.
CAMINADA.—Caminata.
CAMUELGO.—Sobrante del rasero de una medida. G.a Rey,
cogüelmo, 68. Corms. enumera como variante de colmar,
«amontonar, llenar, colmar», cogolmar y acogolmar, de los
cuales deriva esta voz. Corms., 1-854.
CANALEJA.—Piedra de madera unida a la tolva por donde cae
el trigo a la muela.
CANALES,—Figuras, en forma de abanico, que se graban en la
piedra del molino harinero.
CANARIO.—Chícharo. También, careto o judías caretas.
CÁNCAMU.—Piojo. Véase piejo y avicáncano.
CANCINA.—Oveja de uno a dos años. Lam., cancín, pág. 316.
CANCHALOSO.—Abundante en canchales.
CANCHERA.—Canchal, peñasco grande.
CANCHO.—Canchal. Corms., 1-628.
CANCHÚO.—Ancho, grueso, de mucho espesor.
CANDALLA.—Sinvergüenza, holgazán. También comida e incluso
apetito. Corms., 11-661.
FEL HABLA DE LAS HURDES 143
CANDAR.—Cerrar. Candar la puerta, por cerrarla, alterna en
Las Hurdes con fechar y es tan usado como éste.
CANDELA.—Flor del castaño, hoguera. Lam., candeda, página
317. Corms., candelilla, «flor blanquecina», 1-629.
CANDELÓN.—Carámbano, pedazos de hielo que, a manera de
estalactitas, quedan pendientes de las tejas al descongelarse
la nieve. Corms., candelizo, «carámbano», 1-630.
CANDILATURA.—Candidatura.
CANDUERCA—Mujer vieja.
CANECA.—Jarra de loza vidriada. Lata grande de sardinas
vacía que se utiliza como recipiente. Lam., 1.a acepción,
pág. 317. Según Corms., deriva del lat. canna, 1-647.
CANES.—Cada una de las vigas que sostienen el piso de los
balcones.
CANIL.—Pan para los perros; se hace de centeno.
CANTAERA.—Cantarera, lugar donde se colocan los cántaros.
CANTERO.—Pedazo de pan, cada una de las porciones en que
se divide una tierra regable, constituida por tramos. G.a Garrote,
pág. 169. Lam., 320. Venceslada, 85. Corms., «extremidad
dura del pan», 1-643.
CAÑO.-Cauce.
CAPATRAZ.-Capataz. Lam., 322.
CAPULLO.—Glande de la bellota. También deal, cazabullo,
carapucho. En Lam., cascabullo, pág. 327.
CARABA.—Conversación, charla,tertulia. Palo déla madroñera.
Lam., pág. 323. Corms.., 1-662.. ... -
CARABERO.-Contertulio, hablador.
CARABONES.—Tramos de brezo, una vez quemado.
CARABUSOS.—Carabones muy pequeños, es decir, residuos
de los tramos del brezo.
CARAMBO.—¡Caramba!
CARAPUCHO.—Glande de la bellota. Véase capullo. Puede
ser un cruce entre cucurucho y capullo.
CARAUTE.-Carácter. Lam , carauter, pág. 324.
CARBONCO.—Carbunclo.
CARBUNCO.—Véase la anterior.
FEL HABLA DE LAS HURDES 145
CASCABEL.—Campanillo pequeño, esquila. Corms., 1-715.
CASCABULLO.—Glande de la bellota. Hay un cruce entre
capullo y cascabillo.
CASCAJO.—Arena gruesa.
CASCAR.—Morir. Se usa en sentido humorístico, o mas bien
despectivo.
CASCARONA.—Castaña que no perdió la cáscara después de
machacarla para blanquearla o pilarla.
CASTAÑAS PILONGAS: Se desparraman las castañas frescas en los secaeros o sequeros, situados encima del hogar. Este se tiene encendido durante todo el día y bien alimentado de leña; por las noches, se deja que se vaya extinguiendo sólo. Transcurrido el tiempo que se considera necesario para que estén en sazón las castañas, según las caldas que hayan recibido, se introducen en costales. Una vez efectuada tal operación, cada costal es golpeado fuertemente, para que le salten las cáscaras, -sobre un mazón o tronco grande, por dos hombres, los cuales lo agarran, uno, por la boquera, y el otro, por los cogujones. Después de tal operación, se vierten las castañas en una artesuela, donde se las mueve para separar los restos no aprovechables, es decir: la cáscara, la cascarilla, las castañas rotas y las que tienen gusano. Una vez que quedan solamente las castañas blanqueadas (a la operación de pilarlas se. llama «blanquear castañas»), se escogen las mejores para la venta o el consumo familiar y las restantes se destinan para alimento del ganado. Los desperdicios de las castañas, después de blanqueadas, se llaman retazo; picón, los restos de las que se parten, y coscujo o cisco, todos estos desperdicios se usan como pienso.
CASTRAERA.—Aplícase a la época en que se castran las colmenas
y también al instrumento para efectuar esta operación.
CASTRÓN.—Macho cabrío. Lam., pág. 329. Corms., 1-725.
CATAR.—Probar.
CATARVÁ.—Caterva, multitud, pandilla.
CATRASTO.—Catastro.
CATREDÁ.—Catedral.
CAUTIVAR—Cavar el terreno, cultivar. Lam., pág. 329.
CALLÁ.—Cayada.
CAZABULLO.—Cascabillo, glande déla bellota. También carapucho
y deal.
CEACILLA.—Escoba de heno. Se usa para blanquear o falbegar.
CEACINA.—Véase la anterior.
CEAZO.—Cedazo.
CEBORRINCHA.—Cebolla silvestre, planta que la produce.
CELEBRO.—Cerebro.
CENCERRA.—Cencerro pequeño, esquila. Lam., pág. 331.
Corms., 1-760.
CENDAJAS.—Leña menuda para encender la lumbre. De incendacü/
a.
CEPERA.—Artefacto de hierro o madera que se coloca sobre la
albarda de las caballerías y sirve para transportar cepas.
CERNÁ.—Ceniza. G.8 Lomas, pág. l l l . G . aRey, cernada, pág.
67. Según Corms., deriva de cinis-éris, 1-762.
CERNER.—Separar la harina del salvado por medio del cedazo.
Lam., cernir, pág. 333.
FEL HABLA DE LAS HURDES 147
chumbre de paja, juncos y hierbas de las chozas», pág. 338.
Venceslada, la ropa con que uno se tapa en el lecho, pág,
106.
COCI.-Coz.
COCINAJO.—Verbajo, comida de los cerdos. También, meció.
Para G.a Lomas, cocinu, es tronco de árbol ahuecado donde
se les echa de comer a los cerdos.
COCO DE LUZ. —Luciérnaga. Z. Vicente, pág. 83; en Cespedosa,
gusano de luz. S. Sevilla, pág. 277.
COGECHA.—Cosecha. A. Garrote, cogecha, pág. 179. G.a
Lomas, cogecha, pág. 114. Según Corms., también se halla
en Berceo, así como, en la actualidad, en Burgos y Soria,
1-838.
COGEOL.—Cogedor, badil, instrumento para recoger basura.
COGERLA.—Copular el macho con la cabra. Esta acepción de
coger fué, en épocas anteriores, corriente en España y, en
la actualidad, perdura en América. Corms., 1-838.
COGUJONES.—Cada uno de los ángulos del costal, una vez
lleno. Deriva de cuculleo-onis, «capucho», y significa «ángulo
del colchón, almohada u otro objeto cuadrado semejante
». Corms., 1-841.
COGUTERA.—Parte posterior del cogote. Lam. usa cogutera
en sentido de rozadura de las caballerías en el cogote a
causa del yugo.
COLEBRA.—Culebra.
CÓLICA —Cólico pequeño.
COLMA. —Pelma. Dar la colma, dar el tostón.
COLORÍN.—Jilguero. S. Sevilla, 272.
COLORINES.—Una clase de fruta muy parecida al albaricoque.
COLLÁ.—Collado, monte pequeño.
COLLERA.—Costal de poco más de una fanega que suelen llevar
las caballerías al molino, con grano. Lam., pág. 344.
COLMENILLA.—Hongo comestible que se cría abundantemente,
durante la primavera, junto a los troncos de las jaras.
Colmenilla.
COMENENCI A.—Conveniencia.
COMICIÓN.—Comezón, picor producido por el sarpullido o el
«encontrau». Deriva de comestionen.
COMOLIDAD.— Comodidad.
COMÓNICO.—Económico.
COMPAIRI.—Compadre.
COMPAÑONES.—Testículos.
COMPARANTE—Parecido, semejante. Lam., pág. 340. G.'
Rey, 69.
COMPARANT1MENTI.—Se usa como adverbio: comparado o
en comparación con.
COMPARANZA.-Comparación. Lam., 346. G.a Lomas, 116.
COMUERGO.—Véase camuelgo. S. Coco, comuelgo, VIII, pág.
536.
CONCALECERSE.—Pudrirse. Lam., pág. 347. También Z. Vicente
cita el participio concalecio, pág. 84. S. Coco, I 137.
CONDÍO.—Condimento de aceite o grasa con que se guisa la
comida. Lam., pág. 364. Z. Vicente, carne, lo que es bueno,
pág. 84.
CONDUMIO—Véase condío.
CONDURAR.—Economizar, alcanzar. Lam., pág. 349.
CONOCENCIA.—Conocimiento.
CONÓNICO.-Canónico.
CONSO.-Cónsul.
CONTIESTA.—Contestación, respuesta.
CÓNYUGUES.—Cónyuges.
COÑÁ.—Cuñada.
COPETÓN.—Copo de nieve.
COPETÚO.—Guapo, hermoso, de mucho capote. Mujer copetúa.
COPOLLINA.—Cogollo. También pingollina. Hace referencia a
lo más elevado de la copa de los árboles.
COQUERA.—Muchedumbre.
CORATO.—En cueros, desnudo. S. Coco, coroto, V, pág. 76.
CORIO.—Interjección con que se exterioriza enfado o extrañeza.
Z.Vicente cita corcio, pág. 85. G.a Rey, coiro, pág. 71.
CORNATA.—Corquiña: pequeño embudo que se usa para hacer
la chacina, embutiendo por ella en la tripa la masa del mondongo.
Lam., pág. 352,
FEL HABLA DE LAS HURDES 149
CORNICABRA.—Cabra que sólo tiene un cuerno. Lam. cita
este vocablo con otra acepción, aunque conexa, pág. 353.
CORPANCHÚA.—Mujer gruesa y ancha de cuerpo.
CORQUIÑA—Véase cornata.
CORRIBANDA.—Carrera veloz, juerga. Lam., 354.
CORROBLA.—Estar de corrobla, de juerga.
CORTEJÁ.—Vivienda del cerdo, pocilga. Lam. pág 355. Corms.,
I, pág. 917.
CORTEJÓN.—Bancal, cantero.
CORTIJADA.—Colección de cortijos situada en una dependencia
al aire libre, aneja a la almazara.
CORTIJERA—Véase cortijada.
CORTIJO. —Cavidad rectangular de piedra que, en un corral
anejo a las almazaras de aceite, sirve para depositar la
aceituna. Los hay en gran cantidad y forman grupos llamados
cortijadas o cortijeras. Lam., pág. 355.
CORTIL.—Dirección que se fija al ganado antes de salir a
pastar.
CORVAS.—Piernas. En Corms., parte de la pierna opuesta a la
rodilla, 1-921.
COSCARRIENTO.—Pan que tiene dura la corteza.
COSCARRIO.—Roña.
COSCUJO.—Cáscara exterior de las castañas secas, la cascarilla
fina que llevan adherida. Véase coscojo en Corms.,
1-922.
COSCURRO.—Cantero de pan, pedazo sobrante de un pan,
mendrugo, rescaño. Lam., 355. G.a Rey, 70.
COTA.—Cuota.
COTELA.—Tela, pasta; también suciedad, porquería. En la
acepción de mancha, la consigna Lam., pág. 356.
COTELOSO.—Que tiene pasta. También, sucio.
COTORINA.—Coronilla de la cabeza, la parte superior. Lam.,
pág. 356.
COTORRO.—Pico, cumbre de la sierra, teso. G.a Lomas,
pág. 122. Lam., pág. 656. Deriva de cueto. Corms., 1-973.
COTOVÍA.—Totovía. Z. Vicente, cotuvía, pág. 80.
1 5 0 JUAN JOSÉ VELO NIETO
COTOV1YA.—Totovía. Parece haberse producido un cruce de
cotovía con abubilla o bubilla, pronunciada con yeísmo.
COZ.—Planta de pimiento. Tronco, pie de los árboles. Lam.,
pág. 338. Deriva de calx-cis. Corms., 1-934.
CRABIO.—Cabrio, palo en los tejados, cuartón. Lam., pág. 357.
CRASTAR.—Castrar. Lam., crestar, pág. 357.
CRIANZA.—Lactancia del niño, niñez. Lam , criación, pág. 357.
Corms., 1-941.
CRISMA.—Cabeza.
CRUCE.—Cruce. Tiene la particularidad de.,que lleva artículo
femenino: la cruce.
CUADRILES.—Pese a que este vocablo parece referirse a los
animales, en Las Hurdes se aplica comúnmente a las caderas
del hombre. S. Sevilla, pág. 279.
CUAJÁ .—Leche cuajá, leche cortada.
CUARENTAL.—Colección de cuarenta manás de lino que se
meten en el agua, donde permanecen varios días antes de
espadarlos.
CUARTERÓN.—Higos de cuarterón. Higos negros y de gran
tamaño.
CUASI.—Acepción vulgar, muy corriente, de casi. Corms., 1-718.
.CUBERÍA.—Tubería. Se dice así en Fragosa.
CUCUFATA.—Persona presumida. Z. Vicente cita cucufato,
como substantivo, pág. 87, con significación de pequeño,
insignificante.
CUDIAR.—Cuidar. G.a Lomas, pág. 125.
CUELLOS DE DAMA.—Higos de cuello largo, calor blanco y
sabor exquisito.
CUENDA.—La cuenda se llama al hilillo que recoge la madeja
sirviendo para atarla y para evitar que se enmarañe. Lam.,
362.
CUEÑO.—Cuerno.
CUERNA.—La cuerna suele ser un cuerno de buey en el que los
pastores acostumbran a ordeñar la leche. Por regla general
la llevan prendida de una correa que sirve de asa y por ella
se la cuelgan al hombro. Lam., pág. 363.
CUERTAR.-Cortar.
FEL HABLA DE LAS HURDES 1 5 1
CUGUJÓN.—Cada una de las esquinas o ángulos que tiene el
costal. Véase cogujón.
CULÁ.—Parte posterior del caño de riego, opuesta a la abertura,
donde se halla el tapiz, es decir, la parte que sirve de estribo
y contiene al agua.
CULEBRILLAS.—Relámpagos. S. Sevilla, pág. 259.
CUMBRERA.—Caballete, arista del tejado situada en su parte
más alta; cima de una cosa. Lam., pág. 364. Corms., 1-980.
CUMPRIR.—Agradar, placer, convenir. Lam., pág. 364.
CURATIVA.—Medicamento, reconstituyente.
CURINOS.—Higos de color blanco y con rabo muy largo. Suelen
reservarse para pasar.
CUROSIÁ.—Curiosidad.
CUTUVÍA.—Véase coto vía.

CH

CHAFUSCA.—Chamusquina. Se trata, sin duda, de un caso de
equivalencia acústica con «chamusca». Lam., 366. Z.Vicente,
chamosca, en acepción algo parecida, pág. 88.
CHALARTÁN.—Metátesis de charlatán.
CHALRATÁN.—Idem, ídem, tan frecuente o más que la anterior"
CHAMARRA.—Zamarra, prenda de los pastores, zurrrón. Del
hispano-árabe «xamra». Véase «chambra» en Corms., pág.
12-11.
CHAMBUSCAR.—Chamuscar. Véase chamoscar.
CHAMBRA.—Prenda masculina consistente en una sencilla blusa
de tela, por regla general sin adornos, que se pone sobre el
chaleco o camisa.
CHAMOSCAR.—Chamuscar, quemar ligeramente. La tendencia,
tan jurdana, a convertir la u protética en o, se confirma
en esta palabra. Según Corms., deriva de chama, de lat.
flamma. Véase Diccionario Critico, II.
CHANGARRA.—Cencerra, esquila. Lam., pág. 368. S. Sevilla,
changarro, pág. 260.
CHAPA.—Chepa. Se trata de una vulgarísima asimilación de
vocal tónica a átona, que, por lo chocante, hace pensar más
bien en cruce de palabras: chapa y chepa.
1 5 2 JUAN JOSÉ VELO NIETO
CHAPALLAL.—Chapatal, terreno pantanoso, charco. Deriva de
chap, onomatopeya de golpe que se da en el agua. Corms.,
11-24. Lam. cita chapallar, pero como verbo, pág. 369.
CHAPATAL.—Chapalla. (Véase.)
CHAPERO.—Sombrero viejo y deteriorado. Se advierte un cruce
indudable entre el arcaico chapeo y el actual sombrero.
Venceslada, pág. 129.
CHAPILETEAR.—Chapotear. Se ha producido un cruce entre
chapotear y pileta, lo que explica el sufijo.
CHAPURRAR.—Regar con agua, salpicar. S. Sevilla, pág. 145.
Corms. se resiste a admitir que este verbo sea una variante,
con otro sufijo, de la familia onomatopéyica a que pertenece
chapotear. (Véase.) Sin embargo, no cree imposible la hipótesis,
aunque también parece aceptable la sostenida por el
mismo ilustre filólogo de que el prefijo chap venga de purrela,
«vino de mala calidad», y del familiar purriela, cosa
sin valor.
CHAPURRELO.—Regado. La terminación eao, en vez de ao
de este participio inclina a sospechar que el verbo anterior
alterna con chapurrear, desinencia esta última a la qtíe son
muy aficionados los jurdanos.
CHARAIZ.—Depósito de agua, estanque, charco. Constituye
una vulgarísima corrupción de «chafariz». Lam., pág. 369.
CHARPAZO.—Chaparrón. De la raíz onomatopoyética chap,
según Corms., que lo considera como vulgarismo castellano,
Dicc. Crit., pág. 22-11.
CARRASCAR.—Hablar mucho. Puede tener el mismo origen
que la voz charrasquina. (Véase.)
CHARRAMASCO.—Palo seco. Corms. cita como derivados del
gallego-portugués «chamarasca», leña menuda, y «charamasca
». Dicc. Crit (Véase.)
CHARRANGANA.—Bullanguera, juerguista. Según Corms., en
aragonés oriental existe «charrar» (charlar) y en salmantino
«charrada» (baile); acaso estos vocablos pueden explicar su
origen (Véase Dicc., pág. 35-11.) También, charrán, «pillo,
tunante». Ibídem., pág. 35-11.
CHASCAR.—Masticar. Corms. lo deriva de chasco, que primitivamente
significó «chasquido», «estallido» y e s voz onomatopoyética.
CHELINA.—Bufanda.
FEL HABLA DE LAS HURDES 1 5 3
CHERAZO.—Hedor fuerte. Lam., cherar, «heder», y chero, «hedor
», págs. 371 y 372.
CHERINGUÍN.—Niño pequeño.
CHICORZO.—Habitación pequeña y mala, pocilga. Lam., 372.
Tal vez derive de chiquero por cambio de sufijo o por cruce
con otra palabra. Corms., II, pág. 58.
CHÍCHARE.—Chícharo, también canario y careto, judías caretas.
Se trata de una clase de judías de calidad inferior
y más pequeñas que las corrientes. Probablemente ilel port.
chícharo, evolución mozárabe del lat. «ciceru».
CHÍCHARO.—Véase chíchare.
CHILLAR.—Techar con tablas una habitación.
CHIMBAZO.—Golpe. Lam. cita chimbar, «tumbar, echar por
tierra», pág. 373.
CHINOSTRA.—Cabeza.
CHIRRIAR.—Crepitar el aceite. De probable origen onomatopéyico.
Corms., pág. 65-11.
CHIbCAR.—Echar chispas con el pedernal. Acaso del port.
«faiscar», «chiporrotear», o del cast. ant. fuisca, «chispa».
Corms., 11-15.
CHISQUERO.—Mechero de pedernal, es decir, de chispa.
Lam., pág. 374. Véase chiscar.
CHIVARRA. —Igíiea, primala.
CHIVITERO. —Departamento para los chivos en las majadas.
Deriva de chivo. Véase Corms., 11-72, chivatero. Lam., 374.
CHOCHA.—Hueso del melocotón. Corms. habla de un supuesto
verbo latino suctare, «chochar», chupar, que tal vez explique
¡a etimología de esta palabra en su acepción jurdana.
CHOCHO. —Ombligo, altramuz. Corms. localiza la primera
acepción en Sierra de Gata, lindante con Las Hurdes.
CHONGA.—Chunga. Un caso más de la tendencia arcaica, tan
frecuente en Las Hurdes, de trueque por o, de la u inicial y
protónica.
CHORRITUERO — Cascada. La de la Meancera, en Ovejuela,
famosa por su altura y caudal de agua, es conocida por «el
chorrituero» en el río de Los Angeles; la otra cascada existente
en la región, la del Gaseo, es conocida por el «chorro»,
siendo de menor importancia.
CHOTA.—Zurda, mano chota, «mano zurda». Lam. cita choto,
«zurdo», pág. 377.
CHOTO.—Zurdo, gacho; también cabrito. Z. Vicente enumera
chobo y chogo, «zurdo».
CHURRAO.—Tostado. Véase turrao. S. Sevilla da chuñar por
tostar, pág. 151. La alternancia entre t y ch no es infrecuente
en Las Hurdes, sobre todo en posición intervocálica:
espicha, escondiche, calboche. (Véase.)
CHUSMA.—Cantidad grande de ganado. Teniendo en cuenta
que chusma significa «conjunto de gente soez» y que de
tales conjuntos se dice, a veces, ¡qué ganado!, no tiene nada
de extraño que se trate de un cruce semántico.

D

DAGAL.—Zagal. Lam., pág. 378. S. Coco, 1-8.
DALABÓN.—Eslabón.
DAMBOS—Ambos. Z. Vicente, pág. 90. Garrote, pág. 157.
Lam., pág. 378. Véase Corms., 1-187.
DEAL.—Dedal, cascabillo, glande de la bellota. Véase carapucho
y cazagullo.
DEBROCAR.—Cambiar la posición natural de una vasija. Inclinar,
ladear una cosa Lam., pág. 378 También Corms.
registra este verbo como derivado de bruces en Salamanca
y otras zonas, 1-528.
DEBRUCIARSE.—Beber de bruces. Del verbo gall. y port. debrucarse.
Corms., 1-528.
DECIDA.—Decía. La mentalidad infantil de los jurdanos les
hace incurrir frecuentemente en formas como ésta.
DEFERO.—Cortafuego. Faja de terreno en el monte, en la que
se quita la maleza y toda clase de arbustos para evitar la
propagación de cualquier posible incendio. S. Coco, I, asero
y acero.
DEFEUTO.—Defecto.
DEJESPERAR.—Desesperar.
DELANTRE.—Delante.
DENGUNO.—Ninguno. Z.Vicente, pág. 91. A. Garrote, pág.
198. Lam., pág. 381. G.a Rey, pág. 78. G. Alvarez, dengunu,
283.
DEÑIQUE.—Meñique, refiriéndose al dedo.
DERECIÓN.—Dirección.
DERENTO.—Dentro. Se trata de un ejemplo deanaptixis, como
hay varios.
DESAGERACIÓN.—Exageración. Muy frecuente entre el vulgo.
Corms., 11-460.
DESAPARTAR.—Apartar. G.a Rey, pág. 78.
DESBAGAR.—Sacar la uva de los gajos. En ast., «sacar de la
baga la linaza». Corms., 1-364.
DESCANSIO—Descanso.
DESCOMPOSTURA.—Diarrea.
DESERIZAR.—Quitar los erizos a las castañas.
DESGANO.—Desgana. Con artículo y género masculino.
DESGRACIARSE.—Sufrir una desgracia. Estropearse, perderse
la cosecha.
DESHACER.—Entrar de turno en el lagar para moler la aceituna.
DESPECHAR.— Abrir. Es natural que, utilizando pechar por
cerrar, utilicen despechar por abrir.
DESPERTACIÓN.— Ato tener despertación: no tener diligencia
en levantarse por las mañanas, ser perezoso. Este vocablo
tiene trazas de cultismo.
DESPINAR.—Deserizar.
DESPÓSITO.—Depósito. La s epentética puede acaso provenir
por influencia del prefijo des.
DESRAVIRAR.—Quitar los viros de las colmenas.
DESTRALA—Macheta, petalla. Lam., pág. 394.
DEVERTIMIENTO.—Diversión.
DEVERTIR.—Divertirse.
DIECESÉIS.—Dieciséis.
DIENDO.—Yendo, gerundio de ir con d protética. También,
dando, gerundio de dar. Para esta segunda acepción se ha
producido un cruce, facilitado por la analogía.
DIFÁN.-Diván.
DÍMONOS.-Forma imperativa del verbo ir con d protética.
¡Vámonos!... de mucho uso. Deriva del verbo lat. iré, «imus».
1 5 6 JUAN JOSÉ VELO NIETO
DIOMA.-Idioma. Tiene artículo y género femenino.
DIR.—Ir. Con d protética, frecuentísima entre el vulgo. Z. Vicente,
pág. 92. G.a Lomas cita dirvos, pág. 147. Se trata
de una ultracorrección debida a pronunciaciones vulgares,
como ejar por dejar. Corms., II-1.008.
DIREGIÓN.— Dirección. Por analogía con el infinitivo dirigir.
DISENTO. —Limpio, libre, despejado. Se usa en Las Erias.
DISIERTO.—Desierto.
DISIPELA—Erisipela. Lam., pág. 397. Vulgar en Bogotá, Extremadura
y otras partes de España y América. Corms., 11-313.
DISPERTOR.—Inspector.
DISTRAICIÓN.—Distracción.
DOLORECER.—Dolerse, estar dolorido.
DOLORÍO.—Carne doloría, carne dura.
DOSPUÉS.—Después. También, dispués y duspués.
DRENTO.—Dentro. También, derento. Lam., pág. 398.
DÚA.—Turno, vez para el aprovechamiento del riego o para el
pastoreo del ganado. Cuando a alguien le corresponde cualquiera
de las dos tareas, se dice de él que «está de dúa».
Lam., 366. Del árabe vulg. dula, «turno, alternativa», de
donde proviene el port. dúa que fué origen de la acepción
castellana. Corms., 11-206.
DUELO.—Dolor. Lam. lo cita en el sentido de compasión, lástima,
pág. 398.
DUSPUÉS.—Véase dospués

E

EBRERO.—Febrero.
EDESA. —Dehesa. Lam., pág. 399.
EFESTARSE.—Infestarse.
ELIVALER.—Equivaler.
EGÍO.— Arboleda, campo a las afueras del pueblo. Corms., 11-219.
EJARRAPERALES.—Desgraciado, pelanas.
EJOCUPAO.—Desocupado.
ELESIA.—Iglesia.
ELECTRECIÁ. -Electricidad.
EMBAIRSE.—Entretenerse. Lani., envaer y envair, págs. 431 y
432. S. Sevilla, embaírse, pág. 257. Corms., influido por
Lamano, parece considerarlo como exclusivamente salmantimo,
pero lo cierto es que en Las Hurdes Altas se emplea
muchísimo. Corms., 11-161.
EMBAJARSE.—Enfadarse.
EMBAJO.—Abajo, debajo. A. Garrote, pág. 206. Lam., pág. 400.
EMBARBASCAR.—Envenenar el agua. Z. Vicente, enlodarse,
embarrizarse, pág 92. Lam., enredarse el azabón, pág. 400.
EMBARRAR.—Ensuciar. En Lam., blanquear, enjalbegar, pág.
400.
EMBÉCIL.—Imbécil.
EMBORRONCHAO.—Hinchado, lleno de borrunchos.
EMBORZÁ.—Lo que cabe en las dos manos. Z. Vicente, embozá,
pág. 92. G.a Lomas, embozá y mozá, en análoga acepción,
pág. 153. Lam., embuelzá, pág. 403. S. Coco,
VIII-537.
EMBROCAR,—Poner boca abajo un objeto. Dejar caer alguna
cosa. Lam., 402. Según Corms., esta palabra, registrada
ya por Nebrija, se emplea actualmente en el Bierzo y varios
países de América, 1-528.
EMBUERZÁ.—Véase emborzá.
ENBUSAOR.—Pequeño embudo que se usa para introducir en la
tripa el mondongo del cerdo. Véase corquiña. Borao, envasador,
pág. 221. Lam., enfusar, embutir la carne, pág. 417.
Deriva de embuchar, «embutir carne picada en un buche o
tripa», Corms., 11-536.
EMPATARAÑAO.—Liao, enzarzao. Lam., oculto, velado, pág.
405.
EMPEÑA.—Parte superior de las abarcas, la que cae sobre el
empeine. Según Corms., es castellano antiguo y hoy se
emplea en Salamanca, 11-240.
EMPERGAR.—Prensar. Lam., 406. S. Sevilla, empesgar, pág.
257.
EMPLASTAO.—Ocupado, atareado.
EMPOYALARSE.—Enredarse el ganado entre riscos sin posibilidad
de salir de ellos, sino a base de sutiles esfuerzos.
Lam., empoyarse, pág. 407.
EMPRENCIPIO.—Principio. G.a Rey, 84. Lam., 407.
1 5 8 JUAN JOSÉ VELO NIETO
EMPRESTAR.—Prestar. G.8 Rey, 84. G.a Lomas, 154. Lam., 407.
ENCARAB1ZAR.—Juntar.
ENCASARSE.—Encajarse, incrustarse, tncasar viene del italiano
incastare y éste, a su vez, de cassa. Corms., 1-578.
ENCETAR.—Empezar, principiar. S. Coco, V-pág. 71.
ENCIENDO.—Incendio.
ENCIMAJO.—Lo de arriba, lo superior, lo que está sobre algo.
Lam., encimero, 413.
ENCINO.—Encina. Como se ve, tiene género masculino. Lam.,
encina pequeña, 413.
ENCONTRAU.—Urticaria. Enfermedad muy corriente entre los
jurdanos, a la que éstos llaman encontrau, simbuscalu y
cogíu, por creer que se adquiere en el campo cuando menos
se espera.
ENCORUJARSE.-Encogerse. G.a Rey, pág. 85. Lam., 414.
ENCRENQUE.—Enclenque, pequeño, raquítico.
ENCUAIINAR.—Cabrearse, desagradar.
ENCHAGUAZAR —Agitar el agua para que se ponga sucia.
Lam., 415.
ENDA.—Desde.
ENDANCIO.—Enfermedad epidémica de índole benigna. G.a
Rey, andancio, 45. S. Coco, andancio, Vl-pág. 89.
ENDENANTES.—Antes. G.a Rey, pág. 86. Lam., 415.
ENDILGO.—Preparativos de viaje. Ordinariamente parece que
se usa en tono despectivo y burlesco: ¡Qué endilgos tienes!,
como diciendo... ¡vaya preparativos! Lam., 415.
ENGAZAPINA. —Enganchina, riña, pendencia. Véase enganchina.
Lam., engazar, «engarzar», pág. 410.
ENGIVA.—Encía. Del lat. gingira. Z. Vicente, enciva, pág. 93.
Lam., pág. 419. Corms., 11-259.
ENGORRAR.—Perder el tiempo, entretenerse, holgar. Lam.,
pág. 419. Es muy posible que derive del arcaico engorar,
«incubar», «empollar», explicándose la -rr- por influjo de
engorra, «gancho de hierro de algunas saetas que sirve para
que no puedan sacarse de la herida sin acompañamiento de
carne». Corms., 11-284.
ENGORRAS.—Especie de polainas que usan los pastores y que
FEL HABLA DE LAS HURDES 159
consisten en tiozos de paño o cuero, con los que se ciñen
la pierna, de forma que el frío penetre lo menos posible.
Lam., angorra, pág. 224. Deriva de engorrar. Corms., 11-284,
ENGORRINAS.—Diminutivo de engorras. (De mucho uso.)
ENQUAYÁ.—Cansada, desmayada.
ENGUAYAU.—Acalambrao, inmóvil.
ENGÜENTO.-Ungüento.
ENGÜERAR.—Empollar. Corms., 11-969.
ENGUILA.—Anguila. Garrote, 213. Lam., 421.
ENGURRIAL.—Arrugar. Lam., engurriarse, arrugarse, pág. 422.
Deriva de engurrar, del lat. ruga (arruga), modificado por
la yod, posiblemente epentética. Corms., 11-287.
ENGURRIRSE.-Morirse de frío o de hambre. Lam., 422. Deriva
de engurria, «arruga». Corms., 11-287.
ENDRINA.—Ciruela negra y pequeña, redonda.
ENDISPUÉS.—Véase dospués. Z. Vicente, pág. 93; todo, Gisbert,
pág. 436.
ENFAGAR.—Enjuagar.
ENFARJE.—Alfarje, rueda para moler Ya. aceituna, lugar donde
está el alfarje.
ENFORRUSCAO.—Malhumorado, encolerizado. S. Sevilla, enforruscarse,
pág. 260. Parece ser que deriva de enfroscarse,
«enfrascarse» y «enfurruñarse», habiéndose producido un
cruce entre estas dos palabras. Véase Corms., 11-276.
ENFUSAR. —Embuchar, embutir en la tripa la carne de cerdo,
después de adobada. Lam., 417.
ENGAMONITARSE.—Enamoriscarse. Lam., engamonitar, «entretener
», pág. 418.
ENGANFORRAR.—Engamonitarse, enamoriscarse, amancebarse.
Deriva de ganforro, «bribón». Corms., 11-690.
ENGAJERAO.—Encorujao.
ENGARAÑAO.—Entumecido, con mucho frío. Lam., engarañarse,
pág. 418. Acaso derive de «garra». Véase Corms.,
11-281.
ENGARAPELARSE.—Pegarse con otro, haciendo el chulo.
ENGARBANZAR.—Estercar las patatas con una planta verde
que se trae del pueblo de Torrecilla de los Angeles, lindante
1 6 0 EL HABLA DE LAS HURDES
con Las Hurdes. Sólo se usa por Pino y Caminomorisco,
que son los más cercanos. Corms., agarbanzar, «brotar en
los árboles las yemas y botones», 11-674.
ENGARILLA.—Angarilla.
ENGARNIO.—Persona débil, sin fuerzas. Cespedosa, 260.
Corms., 11-279.
ENGURRUBIÑAR.—Encoger. Lam., engurrubiñarse, «engarañarse
», pág. 422. Tal vez sea un portuguesismo, engorrovinhar,
«arrugar», de idéntico origen que engurrial. Corms.,
11-288.
ENJALMO.—Manta vieja o resto de albarda que se coloca sobre
ésta para atenuar su desgaste y disimular su dureza.
ENJARARSE.—Envenenarse las cabras con el repipión (semilla
de la jara), cuando lo comen. Lam., pág. 423.
ENJERTO.—Injerto. Z. Vicente, pág. 93. Garrote, pág. 214.
ENJUIZAR.—Enjuiciar, poner los palos o juices a las colmenas.
ENMARAJOLLAO.—Embrollao. Se ha producido un cruce entre
embrollao y maraña o enmarañao,
ENQUIVOCAR.—Equivocar.
ENRISTRAR. —Ensartar fríjoles formando ristras. Acometer,
atacar. Venceslada, pág. 165, en la 2.a acepción.
ENSARTALAR.—Véase enristrar.
ENSECAR.—Secar.
ENSENTO.—Parecido, semejante. Utilízase en Ladrillar. Lam.,
solo, aislado, serio, pág. 426.
ENSINA.—Así.
ENTARMAR.—Poner guías a los fríjoles.
ENTAVÍA.—Todavía. Lam., 427.
ENTEA.-Dentera.
ENTECARSE.—Baldarse. Alteración de fieticarse, derivado de
hético, «tísico». Corms., 11-300.
ENTENCIÓN.—Intención. G.a Rey, pág. 67.
ENTERA.—Dentera. Z. Vicente, juego infantil, pág. 94. Lam.,
428.
ENTERRÍA.—Odio, rencor, malquerencia. Z. Vicente, pág. 94.
Lam., enterriar, «odiar», pág. 428.
FEL HABLA DE LAS HURDES 1 6 1
ENTICAU.—Badado. Véase entecarse.
ENTISCA.—Lentisco. También, alabierno.
ENTODAVÍA—Todavía. Lam. G.a Rey, pág. 87.
ENTOVÍ A.—Todavía.
ENTRERMANO.—Medio hermano o hermanastro.
ENTREPELAOS.—Hermanados, concordes.
ENTREPRETAR.—Interpretar. Garrote, entréprete, pág. 216.
Lam., 429.
ENTRESACAERA.—Mondera, utensilio cortante para limpiar
los olivos de vástagos inútiles.
ENTREVERO.—Mezcla.
ENTRIEGAR.—Entregar. Corms., comprueba entreigo en la
Edición Rivad. de Guzmán de Alfarache, 11-301.
ENTRIPAU.—Disgusto, berrinche. También, dolor de vientre.
ENTRIZARSE.—Entallarse, cogerse los dedos entre dos objetos.
Lam., entrizar, «estrechar». S. Coco, entrillar, VI-94.
ENVÁLIDO.—Inválido.
ENVASAOR.—Véase embusaor.
ENVERANAR.—Veranear. G.a Rey, enveranear, pág. 88.
ENVERIJARSE.—Encogerse. Deriva de virilia.
ENVIVALARSE.—Meterse, guarecerse en el vival o vivalera.
ERA.—Porción de una huerta, cantero. También espacio de
terreno donde se trillan las mieses.
ERICIO.—Erizo, con yod epentética en la terminación.
ERVILLA—Véase arvilla.
ESCABRIOSO.—Escabroso. Con yod epentética.
ESCABULDIRSE.—Escabullirse. Lam., escabildarse, pág. 454.
ESCACHAR.—Romper, despedazar, hacer añicos. Z. Vicente,
escacharse, pág. 94. G.a Lomas, escachizar, pág. 159.
A. Garrote, escachar, pág. 217. Lam., escachar y escachinar,
pág. 435. G. Alvarez, escachar, pág. 288. Véase también
Corms., 1-568.
ESCALABROSO.—Escabroso. Se ha operado un cruce entre
escalar y escabroso.
ESCAMBRÍO.—Animal o persona sucia y delgada.
ESCARAMONDAR.—Pelar, mondar, deserizar, sacar las castañas
de los erizos. Lam., 436. En este vocablo se ha operado
un cruce entre escascarar y mondar. Véase lo que
dice Corms. sobre el mismo, 11-325.
ESCARAPUCHAR.—Quitar la cascarrilla a las castañas secas,
quitar el glande o carapucho a las bellotas. También se
advierte en esta voz una síntesis entre escascarar y carapucho.
ESCARLETÍN.—De color rojo, color escarlata.
ESCARMENAR.—Desenredar el cabello. Según Lam., úsase
también con la misma acepción en Ciudad Rodrigo y su término,
pág. 437. Del lat. carminare, «carda»; ésta forma se
usó en el Quijote. Véase Corms., 11-691.
ESCAMEARSE—Escamarse.
ESCARRAPICHAO.—Dícese de la persona que monta a horcajadas
sobre una caballería. Lam., 457.
ESCASCARAR.—Perder la cáscara las castañas. Lam., cascar,
pág. 328. Venceslada, librarla garganta de flemas, pág. 171.
ESCASEÁ.—Escasez.
ESCASTAÑAR.—Estrangular, romperle a uno la cabeza, agredirle
con saña.
ESCLARIFICAR.—Aclarar, limpiar el aceite de impurezas.
ESCOGOLLAR.—Sacar lo mejor de un recipiente, escoger,
seleccionar. A. Garrote, pág. 219.
ESCOMENZAR.—Empezar, comenzar. A. Garrote, pág. 219.
G.a Rey, pág. 89. Muy usado en el lenguaje oficial hasta el
siglo xvi; en la actualidad, vulgarismo. Corms., 1-869.
ESCONDICHE.—Escondite. Lam., 439.
ESCONGOJÁS.—Aniquiladas moralmente, desoladas.
ESCOPIO.—Escoplo.
ESCORROMP1ÓN.—Escorpión.
ERCURRUMPIÓN.—Escorpión.
ESCOTERO.—El que camina a pie sin impedimenta. Lam., 441.
Deriva de escueto, «libre», desembarazado», Corms., 11-367.
ESCRIÑO.—Cesto de mimbre, de regular capacidad, que se utiliza
para contener fruta o ropa.
ESCUAJARAO.—Enfermo, delicado. Lam., pág. 447.
ESCUÍLLA.—Escudilla.
ESCURRIPICHAO.—Véase escarrapichao.
ESCURRIAJAS.—Escurrajas. Con yod epentética en la terminación.
EJARRÓN.—Desgarrón.
ESCHANGARSE.—Romperse, descomponerse, estropearse.
Z. Vicente., pág. 96. Lam., pág. 443. Corms., 11-658.
ESGALICHAO.—Desaliñado, mal vestido. Venceslada, pág. 173.
ESGAÑITARSE.—Lastimarse los pies cuando se anda descalzo,
o, mejor dicho, deshacerse, descomponerse, estropearse.
ESGARRANCHARSE.—Lastimarse los pies cuando se anda
descalzo. Z. Vicente, esgarrar, romper, pág. 96. Se advierte
un cruce entre esgancharse y garrancho.
ESMARRAR.—Fallar, equivocarse.
ESPAAR.—Limpiar el lino macerándolo con la espailla. Lam.,
espadadero. «el que espada el lino». S. Coco, espaylla, 1-91.
Corms., 11-380.
ESPACEARSE.—Divertirse, solazarse, esparcirse.
ESPACHAR.—Despachar.
ESPAÍLLA.—Utensilio de madera, de forma plana y alargada,
con el que se macera el lino antes de hilarlo.
ESPAINCHE.—Véase gramejón.
ESPANZURRAO. — Destripado, despanzurrado. Z. Vicente,
pág. 97.
ESPATARRAO.—Abierto de piernas, con las rodillas juntas,
patiabierto. Z. Vicente cita esparracatarse, abrirse de piernas,
pág. 97. Garrote, espernancarse, pág. 222. G." Lomas,
espatarrar, significando «quedarse inmóvil, aplastar», 165.
Borao, espatarrarse, pág. 231.
, ESPECHAR.—Abrir la puerta con llave. Abrirse de pecho las
caballerías, herirse. G.a Rey, 180.
ESPECHÍN.—Véase espechurri.
ESPECHURRE—Alpechín. También, espechín, espechurro y
alpichurro.
ESPECHURRO.—Véase la anterior.
ESPERRÍO.—Berrido, bufido. G.a Lomas, esberríos, pág. 158,
ESPERRUCHÁ.—Persona que no vale para nada.
ESPERRUCHO.—Véase espechurri.
ESPETAR.—Clavar, hincar. Lam., pág. 448. Garrote, pág. 223.
ESPICHA.—Espita. Z. Vicente, espiche, botijo, pág. 97.
ESPICHURRO.-Véase espechurri.
ESPIGA.—Regalo de boda que se hace a los recién casados y
que suele consistir en dinero o cualquier otra clase de donativo.
Lam., pág. 448.
ESPIGAR.—Recoger espigas entre los rastrojos después de acabada
la siega, recoger los novios la espiga.
ESPIGAÚRA.—Véase espiga.
ESPINAR.—Deserizar, extraer el erizo de las castañas, o mejor
dicho las castañas, de los erizos, machacándolos con un
artefacto de madera llamado machaero.
ESPINO.—Erizo.
ESPIOCHA.—Picocha, zapapico, zapapicos. También piocha.
Lam., espiocha, pág. 449.
ESPITAL.—Hospital.
ESPOLONES.—Padrastros de los dedos.
ESPRECIAR.—Despreciar.
ESPURRIAR.—Espolvorear, mascar. Probablemente deriva del
lat. aspergére, «rociar». Corms., 11-401.
ESTALACHE.—Alambique para destilar aguardiente.
ESTALONCHO.—Trozo de palo, palo grueso, estaca. G.a Lomas
cita estadojo y, a veces, estadoniu y estadoño, en el
sentido de «estacas de un metro que se usan para sostener
los adrales del carro», pág. 167.
ESTAMPANAR.—Destruir, explotar, hacer saltar en pedazos,
descomponerse, estallar. G.a Lomas, pág. 167. Lam., aplastar,
451.
ESTEMPANAR.—Véase estampanar.
ESTAMPAR.—Explotar, estallar. A. Garrote cita estampinar,
con parecido significado, y, según él, en Santander, estampar.
Puede que en Las Hurdes la acepción autóctona, distinta
de la castellana, tenga su origen en estampido o estampizo.
ESTAMPIZO.—Estampido, ruido, explosión. La terminación es
chocante; tal vez provenga de un cruce sintáctico: «estampio
hizo»,
ESTARNUAR.—Estornudar. Z. Vicente, estarnudar, esternudar,
pág. 97. G.a Rey, esternudar, esternodar, pág. 91. Lam.,
esternudar, pág. 451.
ESTERCAR—Estercolar. Corms., 11-431.
ESTILLA.—Astilla. A. Garrote, pág. 224.
ESTOLAQUE.—Gordolobo con el cual, bien machacado, se
hace una mezcla para envenenar a los peces.
ESTOMAJAS.—Yerbajos que arrastra el agua corriente y se
acumulan a lo largo de las márgenes de un río o de caño
para el riego.
ESTOMAJINAS—Véase la anterior.
ESTOMAJOS.—Arrastres finos del río.
ESTRALINA.—Destrala pequeña.
ESTRELLO.—Gotera. Lam., estrello, pág. 451.
ESTROZAOR.—Destral, petalla, segureja grande.
ESTRUMPIAR.—Véase estrumpir.
ESTRUMPÍO.—Véase estampizo. Z. Vicente, estrumpicio, pág.
98. Lam., estrumpido, pág. 456. Corms., 11-454.
ESTRUMPIR.—Estallar, explotar, estampar. Véase estrumpiar.
Lam., pág. 456. Chamizo, El miajón de los castúos, pág
160.
ESTURAR.—Quemar. Lam., 456.
ESTUREAR.—Véase esturar y asturar.
EXCOMINAR.—Orinar, escupir el sapo, babear.

F

FALAGAR.—Golpear el lino, después de arrancado, para extraerle
la semilla. Guzmán Alvarez, balagar, en acepción
parecida, pág. 275. Vocablo arcaico de etimología árabe,
según Corms., 11-869.
FALAR.—Hablar. A. Garrote, falare, pág. 230. Lam., pág. 457.
G.a Rey, pág. 93. También Corms. lo registra como variante
ast. y gall.-port., 11-860.
FALBEGAR.—Blanquear. También, jalbegar. Lam., jabelgar,
pág. 500.
FALDIQUERA.—Faltriquera, bolsillo que las mujeres llevan col1
gado del cinto. Lam., faldiquera, 457 y 700; fratiquera, pág.
464. Corms., 11-480.
FARATAR.—Deshacer, desbaratar. Deriva de desbaratar, lo
mismo que efaratar. Se trata del antiguo desbarata, «malbaratar
» (Corms., 1-394), que perdió la d inicial con arreglo a
la tendencia vulgarísima y la e, por fonética sintáctica, ensordeciendo
el grupo sb con arreglo a la tendencia local y
quedando reducido a su actual estructura.
FARINATO.—Morcilla hecha con pan o harina.
FARUTAR.—Véase faratar.
FARRACO (mase.).— Faldriquera. Se consigna la terminación
oída. Lam., pág. 460.
FARRANDACA.—Bullanguero, juerguista.
FARRIA.—Juerga.
FARRUNGAO.—Roto, deshecho, como consecuencia de una
francachela. Parece advertirse un cruce entre farra y barrumbado.
El cambio de la b en g se explicaría por equivalencia
acústica.
FATO.—Olfato. Aféresis de olfato. Garrote lo cita en el sentido
de hedor; también Lam., pág. 460.
FELIGUINA.—Quisquillosa.
FINCAL1DAD.—Patrimonio rústico, propiedad inmueble, hacienda
de una persona. Véase Corms., 11-920.
FISIAO.—Asfixiao.
FLAMA.—Reverberación del calor en época estival, bochorno,
asfixia. S. Sevilla, pág. 262.
FOBO.—Bobo. El cambio de la b inicial se explica por disimilación,
favorecida por la equivalencia acústica.
FOLLECAS.—Castañas vanas. De fóllis, «fuelle».
FORRASCA.—Borrasca.
FRATASÁ.—Fratás, instrumento de albañilería compuesto de
una tabla pequeña y lisa provista de asa que sirve para fratasar.
FRATASEAR.—Fratasar. Igualar con el fratás los paramentos
enfoscados.
FREJONES.—Fríjoles. Véase brejones. Z. Vicente, frijón, pág.
100. Lam., frejón, pág. 464. Corms., 1-577.
FRESNO.—Freno.
FEL HABLA DE LAS HURDES 1 6 7
FRIASCO.—Frío. Se utiliza como adjetivo: el tiempo está
friasco.
FRIDO.—Frito. Participio del verbo friir.
FRIÍO.—Frito. Participio del verbo friir, sin d fricativa.
FRIIR.—Freir.
FRITAR.—Freir. Deriva del participio de freir, frito. Corms.,
11-572.
FRITOLA—Fritada. G.a Lomas, fritanja, pág. 176. Venceslada,
fritoleo y fritolear, pág. 188.
FROJAR.—Aflojar. Lam., pág. 464.
FUÉ.—Juez.
FUÉRFANO.—Huérfano.
FURASTERO.—Forastero.
FURRIACA.—Mujer de mala vida. Z. Vicente, furraca, pág. 100.
Chamizo, furrada, pág. 160.
FUSCA. — Basura, maleza, hojarasca. Z. Vicente, pág. 100.
Lam., pág. 466. G. Alvarez, enfuscarse, «llenarse de suciedad
», 284. S. Coco, 1-136. Deriva de fosca, «calina». Corms.,
11-954.

G

GACHO.—Zurdo. Z. Vicente, pág. 101. Chamizo, El miajón da
los castúos. S. Coco, VIII-538.
GACHA.—Cabra que tiene los cuernos hacia atrás. S. Sevilla,
que tiene los cuernos bajos, pág. 279.
GAGO.—Tartamudo. Portugués.
GAJERO.—Enjambre pequeño o inútil. Véase garuto. Lam. lo
usa como adjetivo en el sentido de flaco, ruin, pág. 468.
GALRO.—Artefacto para pescar en forma de red abocinada que
termina en una boca muy estrecha.
GALLARDA.—Palo para pegar a las caballerías y espoliquearlas.
GAMBERRÍA.—Dolores raros.
GAMELLÓN.—Madero largo, con una ranura ancha en forma
de pila, donde se sirve a los cerdos el verbajo o cocinajo.
Cada una de las dos partes del yugo. En Lam., gamella,
artesilla, pág. 469. Véase Corms., 11-648.
GANDALLA.—Véase candalla.
GANFORRA.—Mujer de vida dudosa, la que se encapricha
fácilmente con un cualquiera, coqueta. Parece el femenino
de ganforro, «bribón» (Corms., II-b90), interpretado extensivamente.
GANGA.—Yugo de un solo gamellón.
GANGUILLO.—Tonillo, entonación.
GAÑOLA.—Cuello de la gallina. Lam., garganta, nuez, pág.
467.
GAÑÓN.—Cuello, gaznate.
GARABATA.—Garabato. Véase algarabita.
GARABATILLO.—Garabata. Véase algarabita.
GARABUCHA.—Cabra con un cuerno torcido hacia adelante.
GÁRBOLA.—Vaina de los garbanzos, gárgola. Lam., garbula,
pág. 470.
GAREAR.—Supurar.
GARGUERO.—Tráquea, gañón.
GARO.—Veneno de los reptiles.
GARUTO.—Enjambre pequeño, inaprovechable.
GARRANCHO.—Palo o trozo de un palo clavado en el cuerpo,
espina, pincho, pitroncho. G.a Lomas, pág. 182, lo cita con
otra acepción. Lam., pág. 470. Deriva de un cruce entre
garra, «rama», con su sinónimo gancho. Corms., 11-691.
GARRAPETO.—Tostón. Lam., 470. Se trata de un derivado de
garrapo.
GARRAPÍN.—Cerdo de seis o siete semanas, recién destetado.
Lam., garrapo, de menos de un año, pág. 470. G.a Rey,
pág. 98.
GARRAPIÑO.—Véase garrapín.
GARRAPO.—Cerdo que no hizo aún el año. Corms., 11-693.
GARROCHA.—Curva de la cayada.
GASTAR.—Usado en sentido negativo, es decir, no gastar, significa:
no fumar o no beber.
GATERO.—Agujero. Véase bichinal.
GEITO.—Sitio donde el ganado va a repastar.
GENTUÑA.—Gentuza.
FEL HABLA DE LAS HURDES 169
QERMENTINA.—Muchedumbre de personas.
GERUNDIO.—Tonto, idiota, antipático.
GIVA.—Encía. Véase engiva. Lam., engiva, pág. 472.
GOLFADE.—Golfante.
GOLIENDA.—Curiosidad, salir de goliendo, «salir a curiosear
algo». Lam., goler, pág. 473.
GOLMAR.—Vomitar. Corms., gormar, 750.
GOLVER.—Volver. G.a Lomas, pág. 184. Lam., pág. 474.
GOLLUNAS.—Véase goyunas.
GOMIA.—Muchedumbre, gentío. Lam., pág. 474. Venceslada,
cargazón de frutos en el árbol, 201.
GOMITAR.—Vomitar. A. Garrote, gomitary agomitar, pág. 244.
Lam., pág. 474.
GORGOJÁ.—Vómito.
GOTRAR.—Brotar. En esta palabra, antes que equivalencia
acústica, parece haberse producido un cruce con gota y,
después, una metátesis simple.
GORULLAR.—Aullar.
GORRINGO.—Sucio, cochino. Lam., cerdo, pág. 475.
GORRÓN.—Guijarro, piedras rodadas de los ríos. Lam., pág.
475.
GOYUNAS.—Véase boyunas.
GRAMEJÓN.—Espainche. Taburete de madera sobre cuyo vértice
se colocan los mañizos de lino para macerarlos con la
espailla. Lam., gramejón, trípode sobre el cual se espada el
lino, pág. 470. Deriva de agramar, «majar el lino». Corms.,
1-54.
GRANA.—Simiente de las legumbres. Deriva del plural del lat.
granumi. Corms., 11-769.
GRANCIAS.—Residuos de la trilla, constituido por pajas, vainas,
etc. Lam., 476. G.a Rey, 98. S. Coco, granzas, 1-91.
Corms., 11-772.
GRATITAMENTE.—Gratuitamente.
GREA.—Grasa del cabello.
GREZCA.—Riña.
GRIMA.—Temor, miedo. De origen gótico. Véase Corms.,
11-788.
GRIMAR.—Asustar, atemorizar.
GROMA.—Broma.
GRUMO.—Cogollo de la rama de un árbol. Garrote, gromo, con
acepción análoga, pág. 245.
GRUMOS.—Rama seca de las jaras con las que se hace estiércol.
Se cortan las hojas y se echan en la cuadra para que
fermenten. G.a Lomas cita el vocablo con acepción análoga,
pág. 186.
GUALDRAMILLAO.—Roto, deshecho.
GUALSÓN .—Guasón. Se dice así en Aceitunilla.
GUARRAPATO.—Guarrapino, garrapín, garrapo.
GUARRAPO.—Véase la anterior. También se emplea como
adjetivo en el sentido de sucio. Lam., 479. Deriva de guarro.
Corms., 11-819. S. Sevilla, pág. 280.
GUARRO.—Cuervo.
GÜERO.—Gallina güera, la que está clueca; huevo güero, e'
que está empollado. A. Garrote, güerar, empollar las aves,
pág. 246. Lam., pág. 480. G.a Lomas, agorar y güerar,
«empollar», pág. 58. Corms., 11-969.
GÜEVAS.—Testículo de las cabras.
GUIARRERA.—Diarrea.
GUINEA.—Jaleo, confusión, desorden.
GUIPAR.—Ver. Corms., 11-838.
GUROLLEAR—Dar voces.
GURRAR.—Hacer ruido los cerdos cuando tienen hambre. Origen
onomatopéyico.
GURRUPÉNDOLA.—Oropéndola. Lam., pág. 483.
GUZMAR.—Gulusmear, oler. Deriva de gola, «garganta».
GUZPETEAR.—Observar.

H

HACIENDA —Ganado. Porción de cabras que uno posee. Lam.,
pág. 474. G.a Rey, pág. 100. Corms. lo considera común
a varias regiones del oeste de España y a muchas naciones
de América, 11-862.
HALBELIA.—Habilidad. Lam., halbelida, pág. 484.
HAMPONA.—Mujer flamenca, jamona. Femenino de hampón.
HARBELIÁ.—Véase halbeliá.
HARTOLANA.—Yerbabuena. Lam., 485. Según Corms., hortelana
en Asturias, 11-970.
HATAJITO.—Diminutivo de hatajo; muy usado en la región
cuando el rebaño es pequeño. Deriva de hato. Corms.,
11-888.
HENILLO.—Heno.
HERBERO.—Esófago, gaznate. Véase berbero. Lam., pag. 487.
Deriva de hierba. Corms., 11-912.
HIJUELA.—Bollo frito. Viene de hijuela, convertida la o en i,
por influjo de la yod.
HINCONES.—Hitos o mojones, muchas veces de pizarras puntiagudas,
que se utilizan para acotar las tierras o cercar
heredades. Lam., pág. 489.
HINCHANZO.—Hinchazón. Lam., pág. 489.
HIPE.—Hipo.
HOE.—Hoy.
HOGAÑAZO.—El año anterior. Z. Vicente, antaño, hace dos
años, pág. 104. Lam., 490. S. Coco, III-267.
HORNIJA.—Leña para el horno. Lam., pág. 491. Corms., 11-950.
HORA.—Exclamación muy frecuente, sobre todo en Horcajo,
donde se emplea en el sentido de ¡toma!, ¡vaya! y, a veces,
en el de ¡hola! A mi juicio, deriva de ahora, usado como
interjección, habiendo perdido la vocal inicial como consecuencia
del énfasis exclamativo con que se pronuncia la
vocal tónica.
HUMORES.—Reúma. Deriva de húmedo.


I

IFESTAR.—Infestar.
IGUEA.—Cabra que tiene más de un año y no llega a dos. También,
primala. Véase en Corms., igüedo, 11-988.
ILESIA.—Iglesia. Muy difundida esta voz, según Corms., 11-986.
S. Coco, VIII-538.
IMPORTANTE—Importancia. No tiene importante.
INCALATERRA.—Inglaterra.
INCIENDO.-Incendio. Lam., pág. 497.
INDICIÓN.—Inyección.
INFIERNILLO.—Cavidad del molino aceitero donde cae el alpechín
o esperrucho.
INGINAS.—Anginas.
INJERTE.—Injerto.
1STIÉRCOL.—Estiércol. Z. Vicente, istierco, pág. 105. Lam.,
499.
IVIERNO.—Invierno.

J

JÁ.—Haz. También jaci, muy corriente en toda la región. Lam.,
haci, pág. 474.
JABACHUELA.—Habichuelas. Se advierte, antes que asimilación
de vocales, un cruce con haba.
JABALÍN.—Jabalí, persona sucia. G.a Lomas, pág. 203. Lam.,
pág. 500.
JABELGUEO.—La acción de blanquar una pared. Lam., jabielgo,
pág. 500.
JABELGAR.—Jalbegar, blanquear una pared. Lam., pág. 500.
Deriva de ex-albicare, derivado de albus, «blanco». Corms.,
1-86.
JABETÁ.—Cortadura, navajazo. Lam., pág. 500. S. Sevilla,
pág. 167. G.a Rey, jabatazo, pág. 105.
JACI.—Véase já.
JADEL—Hacer. Lam., 505.
JADEO.—Abundancia.
JAGUARZO.—Arbusto parecido a la jara y muy abundante en la
región. También, chaguarzo.
JALAMÍO.—Hambriento, ansioso, avariento. Lam., cita engalanado,
con significado idéntico, creyendo que deriva de
lamer (pág. 443), pero, a mi juicio, jalamío pudiera derivar
de famelicus.
JALBEGAR.—Véase jabelgar.
JALLARSE.—Estar o encontrarse muy a gusto en un sitio.
JAMBRAR.—Enjambrar. Borao, 259.
FEL HABLA DE LAS HURDES 1 7 3
JANDALIAS.—Sandalias.
JAÑASCO.—No quedar ni jañasco (ni resto).
JARAMASQUEAR.—Producir ruido. Lam., jaramasco (carantoña),
pág. 502. Puede derivar de charamusca, «leña menuda
para encender el fuego». Corms., 11-15.
JARASTEPA.—Jarestepa. Lam., jaracepa, pág. 505.
JARICEPA.—Véase la anterior.
JARINA.—Harina.
JARINATO.—Véase farinato.
JARISCA.—Caspa.
JARMIENTO.—Sarmiento. Borao, jarmentar, pág. 250.
JARRAMPO—Apenas.
JARRÓN.—Agujero, es decir, aguijón de las abejas y avispas.
Véase jerrón. Q.a Lomas, herrón, punzón que llevan las
peonzas, pág. 192.
JATEAO.—Trajeado, vestido. Véase jato.
JATO.—Ropa, traje, vestido. Lam., 502. S. Coco, 1-88. De
origen incierto. Corms., 11-886.
JEBRERO.—Febrero. Véase ebrero.
JEDER—Oler mal. Venceslada, pág. 229.
JELERA.—Temblona, inquietud, nerviosismo, berrinche. S. Sevilla,
cólera, odio, pág. 143. Deriva de rehilar; en Las
Hurdes, rejilar. Corms., dice que procede de hiél, 11-899.
JEL1PE.— Felipe.
JENDEL.—Hender.
JEÑIL.—Heñir, amasar. Lám., pág. 503.
JERIQUE.—Persona pequeña.
JERRAU.—Salero. Deriva de ferratu.
JERRÓN.—Véase jarrón. Acaso derive de herrón; en asturiano
ferrón, «púa de hierro que se pone al peón». Corms., 11-913.
Pero también puede ser una metátesis de rejo, con desinencia
asimilada a la acentuación aguda, tan frecuente en el
lenguaje oficial.
JERTAR.—Injertar.
JERTO.—Injerto.
FEL HABLA DE LAS HURDES 175
JOQUE (De).—De regalo; lo que se añade a una medida, gratis.
Corms., 11-942.
JORCATE.—Forcate; arado de una sola caballería, en forma de
horca.
JORMIGUILLO.—Nerviosismo.
JORNALERÍA.—Jornal.
JORRA.—La cabra que ha parido, se le muere la cria y no da
leche. Corms., horro, 11-952.
JORRATINO.—Véase jurriño.
JORREAR.—Bajar, descender, arrastrar; jorrear el sol, «bajar o
ponerse el sol»; jorreárselos pantalones, «bajárselos». Lam.
emplea un significado idéntico, pág. 505. Véase ajorrarse.
JORREARSE.—Véase jorrear.
JORRILLO.—Inflamación que le sale a los niños en el ano y les
escuece.
JOTRIL.—Multitud de gente:
JOVENTÚ.—Juventud. Lam., 506.
JOYECAS.—Véase jollecas.
JOYÍO.—Oído. Participio de! verbo oir.
JOZCA.—Agua turbia. Puede tener idéntico origen que fusca y
derivar de fosca, «calina». En cast. ant., fusco, «oscuro».
Corms., 11-955.
JUEGO.—Fuego. Según Corms., también abunda esta forma en
muchos países hispano-americanos, .11-587.
JUERA.—Fuera.
JUERIN.—Fueron.
JUERTE.—Fuerte.
JUERZA.—Fuerza. Lam., 507.
JUICE.—Palos de las colmenas para sostener los panales. En
Salamanca, jueces, segúm Lam., 507.
JUICIO—Véase juice.
JUIZO.—Véanse las dos anteriores.
JULANO.-Fulano.
JUMAR.—Fumar.
JURCO.—Surco.

L

LAVAZAS.—Escurriduras de los lavados. Venceslada, lavadas,
pág. 235.
LAVIJA.—Clavija. Aplícase, por lo general, a la del arado.
Z. Vicente, 109. S. Sevilla, 115. Venceslada, 236. S. Coco,
1-83.
LEGOCHA.—Azadón pequeño.
LEGÓN.—Azadón. Lam., ligón, 513.
LEMANTAR.—Levantar.
LENGÜERETA.—Lenguaraz, habladora. Z. Vicente cita lenguarón,
masculino en acepción análoga.
LENTISCA.—Lentisco.
LERMO.—Medio bobo.
LEUGUA.—Legua. El fenómeno de la anticipación, en casos
como éste, se da también en augua (agua).
LEVATIVA.—Irrigación.
LICHÓN.—Lechón. G.a Lomas, 223. Lam., 513.
LICHONINO.—Diminutivo de lechón. De mucho uso.
LIGÍTIMO.—Legítimo.
LIJÓN.—Rincallo. En Lam., herniado.
LIMARÓN. -Limo.
LIMPIAORA. —Limpiadora; máquina del molino harinero con la
que se limpia el trigo antes de molerlo.
LINO: Se sembraba por San josé (es decir, en el mes de marzo). Se recoge por cuando el trigo. Una vez arrancado, se falaga con un mazo, quitándole la grana(linaza) y, a continuación, se mete en el agua, dividido en manás, dejándolo dentro, sujeto con piedras, durante seis o siete días. Una vez fuera del agua, se enseca, se machaca, para que se ablande y, a continuación, las manás se mañizan, estrujando cada uno de los mañizos por el rabero para que se doblen fácilmente y también para que, asidos por él, se adapten al corte, gramejón o espainche, donde se espaan con un instrumento llamado espailla. Los.despojos que van cayendo al suelo se llaman tascos; éstos, a su vez, despuès de restrillados , originan las estopas. El mañizo, cuando está ya en el huso para ser hilado, se llama copo. A veces, lo cubren con una caperuza de cuero, llamada cartapé o cartapeí. El argaillo es el artefacto que se emplea para ovillar, antes de ir el producto al teseol o teceol; en cambio, para devanar, se utiliza el naspaor. Ningún jurdano ha podido decirme más sobre el lino; al parecer, el principal artífice de esta industria es el tejedor.
LISIAO.—Mutilado, inválido, herido. En Lam., lisiado, 515.
LOAO.—Enlodado, untado, sucio, En Lam., loar, engrudar.
LOARSE.—Ensuciarse.
LOBINO.—Diminutivo de lobo. Úsise en lugar de lobezno. No
es extraño, dado el arraigo del diminutivo en ino.
LOMBO.—Lomo, cerdo. G.a Rey, 109. Lam., 517.
LOMO.—Cualquiera de las dos porciones longitudinales en que
la albarda se divide.
LONDE.—Donde.
LÓNDRIGA.—Nutria. G.a Lomas, 225. Lam., lúndriga y lóndriga,
pág. 517. G.a Rey, lundria, 109.
LOVER.—Llover. Lam., pág. 517.
LUCÍAS.—Lucidas, blanqueadas.
LUDA.—Levadura. Z. Vicente, Dicc. Acad., ludia, pág. 110.
S. Coco, 111-292.
LUNTRIA.—Nutria. G.a Lomas, pág. 226. Lam., lúntriga, 519.
LUTERIO— Eleuterio.
LUVER.—Llover. Procede de luvia y se usa en Ladrillar.
LUVIA.—Lluvia. Lam., pág. 519.

M

MACHAERO—.Artefacto o martillo de madera que se utiliza
para deserizar las castañas.
MACHAMBRAR.—Machiembrar, unir, juntar, ensamblar. G.a
Rey, 111.
MACHAR.—Machacar. G.a Rey, 111
MACHIAL.—Castañar de ejemplares silvestres o machios. También
se aplica a otros árboles de fruto inaprovechable.
MACHÍO.—Estéril, infecundo, silvestre. Lam., 521. Enjambre
machio, enjambre estéril. También erizo machio. En general,
aplícase el adjetivo en todos los casos análogos, significando
inaprovechabilidad de los frutos.
MACHORRA.—Cabra u oveja que no cría. En Lam., oveja que
se mata en los pueblos, pág. 521.
MACHUCAR.—Machacar, golpear.
MACHUCO.—Mazo de madera para golpear con él. Garrote,
también, machuco.
MACHUNA.—Cabra machuna: la que tiene los cuernos derechos
hacia arriba.
MADRE.—Véase maesa.
MADREAR.—Echar a la polienta uva de buena clase para que
fermente de nuevo y mejore.
MAESA.—Reina de la colmena.
MAESTRILES.—Huevos que originan la maesa. Celda de los
panales donde se hallan depositados dichos huevos.
MAGOSTO.—Castañas que se meten en un hoyo del suelo,
cubriéndolas de tierra para que se conserven frescas. Se
pone una lancha encima para que no entallezcan. G.a Rey,
operación de asar y comer castañas, 111. G.a Lomas, la
magosta, 232. A. Garrote, hoguera para asar castañas en
el rescoldo, principalmente en la época de recogerse el
fruto, pág. 252. Lam., castaña asada en el rescoldo, no en
el calbochero, pág. 522. S. Coco, mangosto, «atracón de castañas
», V-73.
MAJÁ.—Majada.
MALACATÓN.—Melocotón.
MALEZA.—Enfermedad. En Lam., maleta, pág. 524.
MALIEBRE.—Palos para las colmenas, juices.
MALROTAR.—Derrotar, malversar, dilapidar. Se ha producido
un cruce entre malbaratar y derrotar.
MALLO.— Mallo fino: maíz escogido para hacer palomas. Véase
esta palabra.
MAMÍA.—Cabra de una sola teta. Venceslada, pág. 248. S. Coco,
11-153. S. Coco, lo mismo, aplicado a una mujer, VIll-539.
MANÁ.—Regalo que se hace a los desposados con motivo de
la boda; espiga, manojo de lino, antes de mañizarse.
S. Sevilla, 270.
MANAERO.—Manantial.
MANANTAL.—Manantial. Véase manaero.
MANANTÍO.—Manantial. Véanse las anteriores.
MANASTRA—Banasta.
MANCAL.—Adobera: molde de madera para fabricar adobes.
MANGANTE.—Desocupado, holgazán, amigo de la vagancia.
Estar de mangante, «estar sin trabajo» o sin hacer nada.
G.a Rey, 112.
MANGAR.—Poner el mango a un sacho, pico o destral. Lam.,
en acepción parecida, pág. 528.
MANGRAR.—Estropear. Manqrarse las bellotas (estropearse).
S. Coco, mangría, «enfermedad de las plantas», 1-142.
MENGUILARSE.—Destrozarse el pantalón.
MANIANTAL.—Manantial. Metátesis vulgarísima. Z. Vicente,
pág. 112.
MANIGUAL.—En vez de.
MANIEGO.—Dócil, manso. Véase mañega. Palos maniegos,
son los que se ponen para separar la paja del grano cuando
se efectúa la limpia. Lam., pág. 528.
MANIQUE.—Meñique.
MANTENCIÓN.—Manutención. Garrote, pág. 261. Lam., pág.
529.
MANUJEAR.—Manejar.
MANZAROCA.—Mazorca. Véase mazaroca.
MANZORRO.—El que está amancebado.
MAÑEGO.—Dócil, manso, fácil de manejar. Cabra mañega,
cabra mansa. Véase mañiego, Lam., 528.
MAÑIZO.—Haz de hierba, manojo de lino que se abarca con la
mano cuando se «espaa». Garrote, 261. Lam., mañizo, manojo
de vides secas, 530. G.a Rey, 113. Borao, mañá, 274.
MARADUL.—Parecido a la yerbabuena, pero de más fuerte
aroma.
MARE.—Mar. Este vocablo, aparte de conservar la e etimológica,
tiene género femenino.
MAREA.—Movimiento del tiempo que consiste en cambios
atmosféricos, perjudiciales para las plantas y el arbolado,
los cuales acusan el daño tomando color amarillento, acabando
por perderse la cosecha. Lam. lo usa en sentido de
relente, pág. 531. Venceslada, pág. 253.
MARIHOJA.—Hojas secas de las madroñeras.
MARISELVA.—Madreselva. Lam., marisilva, pág. 531.
MARMURAR.—Murmurar.
MARRANA.—Tocino fresco.
MARRANAR.—Matar cerdo para venderlo en fresco.
MARRULLO. — Marrubio, planta silvestre que se utiliza como
medicina. S. Sevilla, marruyo, pág. 277.
MATACIÓN.—Asesinato. A. Garrote lo usa, aunque refiriéndolo
exclusivamente al sacrificio de animales, pág. 263.
MAZÓN.—Artefacto grande de madera que se utiliza para
golpear sobre él los sacos de castañas, una vez secas, para
que se les caiga la cáscara.
MECÍO.—Cocinajo, verbajo, comistrajo de los cerdos. Véase
cocinajo. G.a Lomas, en la pág. 239, da el verbo mecir,
significando mezclar y, principalmente, dar sobrada la
medida, ración bien sobrada, suficiente, amplia. Lam.,
mecido, verbajo, pág. 534.
MECHERO DE PESCOZÓN.—Mechero campesino, de un solo
tubo para la mecha, que se enciende con pedernal y eslabón.
pan, 115. Lam., meollo, 539. G.a Lomas, megollu, «miga de
pan», 240.
MILRO.—Véase mielro.
MILLAJE.—Yerba que nace espontáneamente entre las hortalizas
y otros sitios húmedos, constituyendo un pienso excelente.
MILLARAJE.—Amillaramiento.
MÍSERE.—Miserable, débil, enfermizo. Lam., pág. 539. G.a Rey,
115. G. Alvarez, 315. S. Coco, VI-87.
MODABRES.—Modales. Parece haberse producido un cruce
con mudables.
MODESTIA.—Molestia.
MOGARIZA.—Especie arbórea parecida al brezo y con flores
inodoras. Lam., 541.
MORC1ÉGANO.—Véase morciélago.
MORCILLA DE QUICO.—Clase de morcillas que se hacen con
sangre, cebolla y especias.
MOREJÓN.—Piedra vertical que gira con dos movimientos
dentro del atarfe de la almazara y se usa para triturar la
aceituna. Lam., molejón, 541.
MORENO.—Polvillo de carbón que se echa en las heridas producidas
a las ovejas por un corte del esquilador. S. Coco,
11-102.
MORFÍA.—Cazuela de barro que se usa para menesteres culinarios.
MORGAÑINO.—Véase morgaño.
MORGAÑO.—Pez pequeñito. Z. Vicente, araña, 117. Chamizo,
sabandija, 165. Lam., murgaño, «hipócrita», pág. 544.
S. Coco, araña, 11-153. Borao, hocicudo y venenoso, 286.
MORO.—Niño recién nacido y sin bautizar.
MORRERA.—Modorra.
MORTERO.—Plataforma inferior del molino sobre la que gira
el morejón.
MOSOTROS.—Nosotros. Lam., 546.
MOSQUERO.—Palo que se coloca en la frente de las caballerías
para librarlas de las moscas. Venceslada, 272.
MOSQUITERO.—Véase mosquero.
MOTILAO.—Mutilado.
MOTILAR.—Cortar el pelo. Lam., pág. 547.
MOJAÍNA.—Navajazo.
MOJE.—Ensalada de tomate, pimiento, cebolla, sal y aceite.
También, salsa. Garrote, salsa de algunas viandas, 269.
Lam., mojo, pág. 541.
MOJILES.—Una clase de ciruela de hueso grande, color dorado
y alargadas.
MOJIQUE. —Hombre de poca estatura, insignificante.
MOJOSO.—Mohoso.
MOLEAR.—Masticar. Lam., pág. 541.
MOLESTANZA.—Molestia.
MOLIGAJO.—Migas de pan.
MOLLINEAR.—Lloviznar, caer agua menuda. Lam., 542.
MONDAERA.—Mondadera; vara de madera rematada en un
artefacto cortante que sirve para mondar olivos. Véase
podona.
MONDERA.—Véase mondaera.
MONDICIA.—Inmundicia, suciedad. Lam., mondicia, pág. 542.
MONIGAJO.—Véase moligajo.
MOÑICA.—Boñiga. G.a Rey, 116. Lam., 543.
MOQUERO.—Pañuelo de la nariz.
MORCIÉGALO.—Murciélago. Véase murciégano. Z. Vicente,
pág. 117. A. Garrote, pág. 269. Lam., moriciégano, pág.
544, y murciégano, pág. 549.
MOTO (El).—La moto. Entre algunos jurdanos tiene género
masculino: el moto.
MOVICIÓN.—Movimiento. G.a Lomas, 247. Garrote, 272. Lam.,
547. G.a Rey, 117.
MOZACO.—Mozo grande.
MOZARANGÓN.—Mozo grande y desgarbado.
MOZUELILLO.—Diminutivo de mozo.
MUÁS.—Más.
MUERDO.—Mordisco. Borao, pág. 278.
MUJO—Musgo.
1 8 4 JUAN JOSÉ VELO NIETO
MULLIGAR.—Véase bullicar.
MURADAL.—Muladar, estercolero. G.' Lomas, muragal, 248.
Lam., mudadal, pág. 548, y muradal, 549. G.a Rey, 118.
MURGOS.—Muslos. A. Garrote, muscos, pág. 272.
MUVIL.—Mover.

N

NACENCIA.—Nacimiento. G.a Lomas, 251. Garrote, 275. Z. Vicente,
118. Chamizo, 166. Lam., 550.
NACERO.—Manantial. Lam., nacedero, nacimiento, aplicado
exclusivamene al lugar donde nacen los animales, 549.
NACÍU.—Véase encontrau.
NANQUE.—Aunque.
NASPAOR—Devanadera. A. Garrote, naspa, 275. G.a Rey,
aspador. G. Alvarez, naspa, 317.
NAVAJUZA.—Navaja grande.
NEBRO.—Enebro. Lam., 551.
NEJESITAR.—Necesitar.
NEGRUCIA.—Negruzca.
NENGÚN.—Ninguno. Lam., 551.
ÑERVOS.—Nervios.
NESECIÁ.—Necesidad. Lam., 551.
NETA.—Sucia, mal preparada.
NEVARRUZCO.—Aguanieve.
NEVAZO.—Nevada grande.
NIGÍAS.—Energías.
NIN.—Ni.
NIAL.—Nido, nidal. Garrote, 276. G.a Lomas, 252. Lam., 552,
nidal, henazo.
NIERVOS.—Nervios. G.a Lomas, 252. Sánchez Sevilla, 135.
NOMBRERÍA.—Nombre famoso, renombre, fama.
NON.—No.
NOTOLIZAO.—Inutilizado.
NOVICIONES.—Una de las fases de la luna; época de la luna
nueva.
FEL HABLA DE LAS HURDES 185
NUBRAO.—Nublado.
NULAR.—Dedo nular (anular).
NUNTRIA.—Nutria.
NÚO.—Nudillos, artejos.

Ñ

ÑISCAS.—Peces pequeñitos. Véase morgaño. En Lam., ñisco,
«la sarda o pez pequeño que se pone de cebo para pescar
anguilas», pág. 544. S. Coco, añiscar, «poner el cebo en los
anzuelos>, 1-266.
ÑUGO.—Yugo. Lam., pág. 555. S. Sevilla, pág. 268

O

OBLIGAO.—Carnicero. Se emplea, por lo menos, en la región
de Casares.
OBLIGACIONES (Las).—La familia, mujer e hijos.
OBRUJO— Orujo.
OJARIZA.—Cencerrada.
OREAR.—Campanillear, tocar la campanilla.
OREJONES.—Granos que les salen a los niños detrás de las
orejas.
OREL.—Laurel.
ORICIO.—Erizo. G.a Lomas, pág. 259.
ORIÉGANO. —Orégano. Deriva de oríganus. Lam., 557.
ORTICARIA.—Urticaria.
OYIR.—Oir. Lam., oyer, pág. 558.


P

PACHONELA.-Mujer analfabeta.
PACHOTÁ.—Patochada. Lam., pág. 558.
PADRINO.—Rodrigón.
PALICIA.—Paliza. G.a Rey, pág. 122.
PALIQUEO.—Charla, palique. Se observa un cruce entre palique
y jaleo, charloteo ú algún substantivo de significación
análoga.
PALIZÁ.—Gamella.
PALOMAS.—Florecillas blancas que salen de los granos del
maíz cuando se echan al fuego. Véase mallo fino. Z. Vicente,
palomitas, pág. 120.
PALOMINO.—Excremento de la paloma.
PALRÁLSELO.—Declararse.
PALRANGA.—Charla, caraba.
PALRAR.—Hablar. Lam., pág. 560.
PAN.—Para.
PANAERO.—Mendigo; casta de jurdanos que tradicionalmente
venían recorriendo las regiones limítrofes, y aun las lejenas,
para postular limosna. Los mendrugos de pan que recogían
eran vendidos a su regreso. Véase pedigante.
PANALIZO.—Panadizo.
PANDUERCA.—Sucia, mal ataviada, gruesa. Venceslada, pág.
289.
PANZA.—Tripas de las cabras.
PAPAO.—Bocado.
PAPELÓN.—Hablador, hipócrita.
PAPERO.—Puchero pequeño, puchero para las papas.
PAPO.—Bocio; enfermedad carecterística de varias alquerías de
Las Hurdes Altas, sobre todo Fragosa y Martilendrán, donde
se encuentran ejemplares monstruosos.
PARÁ.—Trampa que se usa para cazara los pájaros. G.a Lomas
lo utiliza en el sentido de detención de un asunto, parada,
interrupción. Lam., parada, pág. 561.
PARAERA.—Freno del rodezno.
PARALÍS.—Parálisis. G.a Rey, pág. 123. G. Alvarez, pág. 319.
G.a Lomas, 266. Lam., 561
PARDAL.—Gorrión.
PARDUZCA.—Borrachera.
PARCHO.-Parche.
PARECER.—Padecer.
PARLANGA.—Véase palranga.
PÁRPALO.—Párpado. Véase párpago. Z. Vicente, párpago,
pág. 251.
FEL HABLA DE LAS HURDES 187
PÁRPAGO—Párpado. Véase párpalo. Z. Vicente, pág. 121.
Venceslada, pág. 292.
PÁRRACO—Párroco.
PARRALERA.—Emparrado; parras altas y en hileras que se cultivan
en las huertas y están enlazadas entre sí por palos.
Venceslada, pág. 293.
PARRIDO.—Viña, parral.
PARTERA.—Comadrona.
PART1JA.—Hijuela.
PASILERA.—Pasarela. Véase pasiles. Piedras grandes separadas
prudencialmente y colocadas en hilera, que sirven para
cruzar a pie el río y sin mojarse.
PASILES.—Véase pasilera. Venceslada, pasil, pág. 294.
PASMARSE.—Estropearse el vino.
PRATICANTE.—Practicante.
PEAÑA.—Quicio, borrachera. Venceslada, pág. 297, 2.a acepción.
PEAS.—Ligadura con que se atan las manos o los pies a una
caballería; grillos, trabas. Der. del lat. pedéa, derivado de
pes-pedis. Corms., 1-234.
PECHAERO— Cerradura. G.a Rey, pechadura, 123.
PECHAR.—Cerrar con llave. Véase fechar. Lam., 566.
PEDIGANTE.—Mendigo; también, pidigante, pidior y panaero.
Véase esta última. En este vocablo hay un cruce entre
pedior y mendigante o vagante o mangante.
PEDIOR.—Véase pedigante.
PEDRERA.—Artefacto de madera que se coloca sóbrela albarda
de las caballerías para cargar piedra o, también, cepas, y
transportarlas del campo a la alquería. Venceslada, 297.
PEGAL.—Pegar.
PEGOCHO.—Propenso a la pendencia, agresivo. Lam., pegostrar,
«pegar sin arte y groseramente», pág. 568.
PEGUJAL.—Hacienda o porción rústica del patrimonio.
PEJIREGA.—Pejiguera.
PELFA.—Paliza. Lam., 568.
PELINDANGO.—Pingajos de la manta de hierro o de trapo.
Véase tramalino.
PELUJARDO—Despeinado.
PELLICA.—Piel del cabrito.
PENDULINA.—Llevar a uno en pendulina (a hombros).
PENICLA.—Película.
PENTERRE.—Berrinche, enfado.
PEÑISCAR.—Pellizcar. Lam., peñizcar, 570.
PERANA.—La perana, enfermedad de las cabras que consiste
en una hinchazón de las patas.
PERCAUCIÓN.—Precaución.
PERDA.—Pérdida. Lam., 570.
PERNALA.—Pedernal, trocito de cuarzo que da chispas con el
eslabón.
PERRANGA.—Llantina de los niños.
PESCOZÓN .—Puñetazo en el pescuezo, mechero de pescozón,
«mechero de percusión».
PESEBRE.—Persona que come mucho.
PESQUERA.—Toma de agua, embalse. S. Coco, 11-267.
PESQUIZAR.—Pesquisar, averiguar, investigar. G.a Rey, página
46.
PESTAÑERO.—Hierro que atraviesa el dental y la cama del
arado. Lam., pespiñero, 573.
PETALLA.—Segureja grande; también, destrala, con el filo a un
lado y al otro; el martillo. Lam., 573.
PETERA.—Cabra que tiene vertical uno de los cuernos.
PETISCO.—Palabra malsonante.
PEYERA.—Pedregal. Deriva de petraria.
PEZÓN.—Tronco. A. Garrote cita una acepción parecida, pág.
290.
PIARA.—Rebaño grande. Al rebaño pequeño se le llama hatajo,
y al más pequeño, hatajito. Lam., pág. 573. Z. Vicente, pág.
124.
PIBA.—Pepita, simiente del lino. Z. Vicente, pema, pág. 121.
S. Coco, peba, 11-145. Lam., peva, pág. 573; hueso de la
fruta.
PICAMACHO.-Zapapico.
PICAO.—Baile parecido a la jota.
FEL HABLA DE LAS HURDES 1 8 9
PICOCHA.—Piocha; pico para cavar. Z. Vicente, piocha, pág.
125.
PICOMACHO.—Zapapico.
PICÓN.—Restos de las castañas que se rompen al golpearlas
contra el mazón.
PICHONES.—Pajarillos recién nacidos, cría de los pájaros.
P1DIQANTE.—Véase pedigante.
PIDIOR.—Mendigo. Véase la anterior.
PIDÍU.—Pedido.
PIEDRA.—La piedra; muela del molino harinero.
PIEJO.—Piojo. S. Sevilla, pág. 261.
PILONAS.—Castañas pilongas.
PILONGO.—Pilu, expósito. Lam., pág. 576. S. Coco, VIII-540,
PILOS.—Celdas donde cria la maestra de las abejas. Lam., 576.
PILU.—Expósito. Véase pilongo. S. Coco, VIII 540.
PIMPINAS.—Pamplinas.
PINCHOTAZO.-Pinchazo.
PINGAJO.—Trapo viejo y sucio para fregar el suelo.
PINGOLLINA.—Cogollo, copa de un árbol. Véase copollina.
PINGOLLO.—Cogollo de los árboles y hortalizas. Véase pingollina.
PINTA.—Trago de vino; también, fisonomía. Garrote, 2.a acepción,
pág. 294. Lam. lo cita-también en la 2.a acepción,
pág. 578.
PIÑA.—Enjambre aprovechable. Lam. le atribuye distinto significado,
579.
PIOCHA.—Véase picocha. G.a Rey, biocha, pág. 54.
PIPO.—Grano o semilla de cierta clase de fríjoles, ya secos,
llamados machotes, muy abundantes en la zona. S. Coco,
«pipas de melón, sandía, etc.», 1-145.
PIQUERA.—Golosa. Cabra piquera. Venceslada cita el vocablo
con acepción análoga, pág. 311.
PIQUERINA.—Pizquina, porción pequeña.
PIQUETE.—Cencerro del buey, changarra. Z. Vicente piqueta,
esquila pequeña, 125. Venceslada, 311.
FEL HABLA DE LAS HURDES 1 9 1
PORCALIS.—Una clase de ciruelas alargadas, negras y de calidad
exquisita.
PORCEIMIENTO.—Procedimiento.
PORO.-Pero.
PORQUERO.—Intestino ciego del cerdo.
PORRA.—Palillo con que se toca el tambor.
POSÍO.—Terreno posío, abandonado.
PORTERA.—Especie de angarilla consistente en dos maderos
que se adosan a ambos lados de la entrada de un cercado,
con sendas ranuras en las que encajan horizontalmente
varios travesaños desmontables
POTRICO.—Chispa que salta de la lumbre, pavesa. Z. Vicente,
pág. 127. Lam., embutido hecho con tripa muy corta, 583.
POYA.—Véase polla.
POYAL—Bancal.
PRANETA.—Planeta.
PRATICAR.—Practicar.
PREAO.—Malo, estropeado.
PREBETERÍA.- Pobretería.
PREBIR—Prohibir.
PREICAR.—Predicar.
PRECIPIOS.—Principios.
PREGAJO.—Albérchigo.
PRESENCIA.—Plasencia. La más próxima a Las Hurdes entre
las ciudades importantes de la provincia. Se observa en la
estructura del vocablo un cruce con presencia, favorecido
por la inclinación local al trueque de las consonantes alveolares:
Plasencia>Prasencia>Presencia.
PRESTO.—Pronto. Lam., priesto, pág. 586
PRIESA.—Prisa. Deriva de prissa. A. Garrote, pág. 298. Lam.,
pág. 586. S. Sevilla, pág. 135. G. Alvarez, 323.
PRIMALA.—Cabra entre uno y dos años, igilea. Lam., primada
y primal, pág. 587. S. Sevilla, pág. 279.
PRINGÁ.—Pan frito. Véase calás.
PROJUNDO.—Profundo.
PROSECIÓN.—Procesión. Lam., 589.
1 9 2 JUAN JOSÉ VELO NIETO
PRUNO.—Inclinado.
PUEBLACIÓN.—Población.
PUESTIZO.—Postizo, dentaúra puestiza.
PUINOS.—Maderos bastante gruesos, a manera de vigas, que
se sitúan en el suelo horizontalmente, como soportes, para
colocar sobre ellos los toneles.
PUNTERA. —La cabra extrema del rebaño Venceslada, puntero,
«el que descuella en cualquier cosa», 324.
PUSIENDO.—Poniendo.
PUTRIQUINA.—Chisporroteo de la lumbre.

Q

QUENINO.-Quinina.
QUERENCIA.—Cariño, atracción, nostalgia. Lam., pág. 592.
QUERIBA.—Quería.
QUESERO.—Molde para hacer el queso.
QUICIAL.—Umbral.
QUICIÁS.—Quizás.
QUIDÁS—Quizás.
QUIRQÜELA.—Quiruela; arbusto parecido al brezo, muy abundante
en la comarca.

R

RABERA.—La cabra que va detrás del rebaño, es decir, la última
cabra del rebaño. En Lam., zaga, «término, límite», pág. 593.
RABERO.—Punta, asidero, extremo de una cosa, desperdicios,
timón del arado. Venceslada, 328. G.a Rey, 134. Lam., 593.
RECHAR — Rajar, partir un leño. Garrote, pág 302. Lam.,
pág. 504. G.a Rey, pág. 134. G. Alvarez, pág. 324.
RAGUJO.—Orujo.
RAJAÚRA.—Raja.
RAJÓN.—Rasgón.
RANCOROSO.—Rencoroso.
RANEAR.—Entretenerse.
FEL HABLA DE LAS HURDES 193
RANGUA.—Cavidad donde encaja el pivote en que se apoya el
rodezno.
RAÑÓN—Riñon. Lam., pág. 597.
RAPIZ.—Raíz, al ras, próximo a, a rapiz del tejado, junto al
tejado. Lam. consigna al rape, «al ras», pág. 597. Lo que
demuestra que en Las Hurdes se ha producido un cruce entre
rape y raíz, que dió por resultado este vocablo.
RAPONA.—Navaja de hoja curva y grande, legón.
RASPÓN—Rasguño.
RASQUIÑA.—Picazón., comezón, avidez irresistible de rascarse
como consecuencia de alguna erupción, sobre todo cuando
se padece «el encontrau». Garrote cita rasquicia, en el mismo
sentido.
RATAÍTA.—Chaparroncito.
RAYONES.—Canales, adornos que se efectúan en la piedra del
molino harinero.
REATA.—Vencejo, cuerda para atar haces, terminada en un
gancho llamado garabato o garabatillo. Véase algarabita.
REBAÍLLA.—Rabadilla. S. Sevilla, 278.
REMOLDANAS. —Regordanas, una clase especial de castañas.
REBUJÓN.—Lío de ropa.
REBULLIRSE.—Moverse.
REBUSCO.—Rebusca de castañas, aceitunas o uvas, operación
que suele practicarse después de las recolecciones.
RECATÓN.—Parte trasera de la albarda, palomilla.
RECENAR.—Comer después de la cena; volver a cenar, aunque
más ligeramente.
RECENCIO.—Relente, aire fresco de la mañana.
RECIMO.—Racimo.
RECIO.—Fuerte; tabaco recio, tabaco fuerte.
RECORDAR.—Despertar. Véase acordar.
RECUÉNCANO.—Curva o recodo en el camino, rodeo en la
conversación. Z. Vicente, en plural, pág. 130, significando
«oquedad». G. Alvarez, pág. 325.
RECHIJENDA.—Abertura, rendija.
REDE.—Red. G.a Rey, 137. Lam., 602.
1 9 4 JUAN JOSÉ VELO NIETO
REFALAR.—Resbalar.
REFALATERA.—Lugar liso y apropósito para escurrirse o deslizarse.
REGAJO.—Pamplinas.
REGALEZA.—Satisfacción, entusiasmo, euforia. Véase regoleza.
REGALIZAR.-Legalizar.
REGALÓN.—Castaño regalón: el castaño joven que sólo da
castañas jollecas, «huecas o vanas».
REGAR.—Distribuir, esparcir, desparramar.
REGIR.—Echar de comer al ganado.
REGOJÁ.—Pandilla, muchedumbre.
REGOJERO.—Recogedor de inmundicias.
REGOJO.—Pedazo de pan. G.a Rey, rebojo, pág. 137.
REGOLEZA.—Satisfacción. Véase regaleza.
REGORZAR.—Disfrutar, sacar provecho de algo.
REGOTRAR.—Eructar. Cruce entre regoldar y eructar. G." Lomas,
pág. 299. Z. Vicente, 131. Lam., 605.
REGÜELVI—Revólver. Véase revuelvi.
REGÜETRO.—Eructo. Cruce entre regüeldo y eructo. Z. Vicente,
pág. 131. Lam., 605. G.a Lomas, 299. S. Coco, VI-86.
REJILAR.—Temblar de frío. Lam., 604. Según G.a de Diego,
deriva de re filare, Gramática Histórica, párr. 31, pág. 132.
REJILETA.—Temblor, convulsión; hélice de papel que se coloca
en un palo o alambre y, al andar, gira impulsada por el
aire.
REJILVÍO.—Rehervido, condimento que se hace a la comida,
hervor del pote cuando se le echa el cundió.
REJINCHAR.—Relinchar.
REJISTIR—Resistir.
REJOLLAR.—Resollar, respirar.
REJUNDIR—Cundir, dar de sí, redundar. Lam., 606. G." Lomas,
300.
REJOLLÓN.—Señal en la pared. Constituye, sin duda, un derivado
de huella.
REJURA.—Calor asfixiante, bochorno.
REJURTO—Espanto.
RELINDAO.—Desaparecido.
REMATE.—Final de algo, los remates de la guerra de Cuba.
REMOLINO.—Lugar del monte o del bosque densamente poblado.
REMOYUELO.—Salvado de! trigo. G.a Lomas, remoñuelo, pág.
301. S. Sevilla, 272.
REMÚ. (Mase.).—Muda, ropa interior. Lam., remudo, pág. 608.
S. Coco, remúa, V-78.
REMUÑÓN.—Mechón de pelos.
RENCALLO.—Ciclán, que padece monorquiria.
RENGA.—Cojera. Z. Vicente, rengar y ringir, págs., 131 y 133;
«rendir», «agobiarse bajo un peso». S. Coco, rengo, «cojo»,
V1II-541.
RENGAERA.—Cadera. Lam., regadero, pág. 610. S. Sevilla,
regaero, pág. 279.
REPASILEAR.—Pasar, atravesar un río o arroyo por una pasarela.
REPASTAR.—Comer después de la cena, antes de acostarse.
Véase recenar. Lam., 610.
REPECHÓN.—Cuesta empinada.
REPENTINO.—Pendiente, en pruno. Véase pruno.
REPERTORIO—Calendario.
REPLANTACIÓN.—Repoblación. Aplícase a la repoblación
forestal.
REPIPIÓN.—Semilla déla jara. Lam., repimpión, «el fruto del
escaramujo.», pág. 611.
REPRIMENDA.—Riña, regaño, reprensión.
REPUCHAR.—Reprochar.
REPUNTAO.—Crecido, amenazador; viene el río repuntao.
REPURGO.—Dobladillo que se hace en las prendas de vestir,
es decir, en mandiles, faldas, pañuelos de la mano, etcétera.
Z. Vicente, repulgo, pág. 132,
REQUÍTICO.—Raquítico.
RERVER.—Rehervir.
1 9 6 JUAN JOSÉ VELO NIETO
RERVÍO.—Véase rejilvío.
RESCALDO.—Rescoldo.
RESCALDÚO.—Regañón, atrabiliario, de mal carácter.
RESCAÑO.—Rajadura que se hace al pan antes de partirse;
mendrugo, cantero, vera de pan. Lam., 612.
RESCUÑÓN.—Rasguño, arañazo. Lam., rasguño, 612.
RESENCIO.—Relente, aire fresco y húmedo de la mañana.
Véase recencio. S. Coco, 111-269.
RESFRÍO. —Enfriamiento, resfriado. Usual en la Argentina.
Corms., 11-579.
RESGUARDO —Cabana, choza.
RESINA.—Aceite resina, de ricino.
RESOLGAR.—Respirar trabajosamente, resollar. Lam., 612.
RESPIRO.—Áspero. Chamizo, riespero, 167.
RESTRALLAR.—Sacudir la tralla. G.a Rey, 139.
RESTRILLO.—Rastrillo. A. Garrote, 311. Lam., restrillar, pág.
613.
RESUELGO.—Oportunidad, respiro.
RETAJILA.-Retahila.
RETAZO.—Restos de castañas desperdiciadas por haberse partido
al blanquearlas o pilarlas. Lam., «ramaje delgado y
bajero que se corta para combustible de los hornos o para
hacer cisco», pág. 614.
RETENTÓN.—Intento, amenaza de iniciarse un dolor o bien de
repetirse el que ya ha pasado. En S. Coco, retentar, «retentar
o resentir», VIII-541.
RETOVAR.—Machacar.
RETOZAR.—Triscar.
RETRUQUEAR.—Discutir, replicar, contestar.
RETURAR.—Roturar.
RETUMBÍO.—Crujimiento, miedo, eco. Lam., 615.
RETUSO.—Reacio.
REURDIDA.—Liada.
REVEJÓN.—Enjambre de un año.
REVENIRSE.—Perderse. Cuando se malogra la cosecha de
FEL HABLA DE LAS HURDES 1 9 7
trigo por contratiempos atmosféricos, se dice que el trigo se
ha revenio. Lam., 615.
REVOLCAR.—Revocar. Aquí parece haber un cruce entre revocar
y revolcar.
REVOLTURA.—Mezcla, lío.
REVUELCO.—Combinación que se hace mezclando fruta con
vino para después beberlo.
REZAGUERA.—Retrasada. Lam., rezagoso, pág. 617.
REZONA.—Beata. Véase santurrona.
RIDO.—Río.
RIJOSO.—Se dice del animal que, de pura satisfacción, se
muestra inquieto y alborotado. Z. Vicente, rioso, «alegre,
risueño», pág. 133.
RIMALO.—Contracción del nombre de la importante alquería
llamada Riomalo.
RINCALLO.—Véase rencallo.
ROANGA. — Rodrigón; palo o caña que se clava junto a una
planta para sostenerla. Véase rodriga y tarma. Circunloquios
al hablar, palabreo, rodeos.
RODANCHO.—Trozo segado, rastrojo.
RODRIGA.—Rodrigón. G.a Rey, 141. Lam., 621.
ROEZNO.—Rodezno.
ROLLETAL.—Pedregal, guijarral. Lam., rolletal, montón de cantos,
pág. 621.
ROLLO.—Guijarro.
ROMA. (Fem.).—Reuma. La roma (el reuma).
ROMPER—Roturar.
ROMPÍO.—Terreno recién roturado. S. Sevilla, 261.
ROYO.—Desperdicios de castañas o ramos de olivo, después
de comer las cabras en el ramaje.
ROZO.—Rompío.
ROZNAR.—Rebuznar. Lam., rosnar, pág. 622.
RUCITO.—Porción pequeña de una cosa, rociito.
RUEZNO.—Rueda hidráulica del molino que gira en el cárcavo.
S. Coco, ruesnu, V-83.
RUMA.—Véase roma.
RULAR.—Rodar, marchar, funcionar.

S

SABALETA.—Sabihonda.
SABIOSO.—Sabio.
SACUPAO.—Desocupado, vacío.
SAJÁ.—Cortadura.
SALAMÁNDRIGA. — Salamandra. Véase salamantiga. Lam.,
salamantiga, pág. 625.
SALAMANTIGA.—Véase la anterior.
SALANDRAJO.—Remiendo, ropa usada.
SALMOREJO.—Caldo del moje o ensalada, al que se le echa
vino y luego se consume bebiendo todos los asistentes del
mismo plato.
SALUDAOR.—Curandero. El que da la salud. Lam., saludar,
«curar», pág. 626.
SALUSTRIANO.—Salustiano.
SANGUSINO.—Chiquilicuatro, que tiene mala o escasa presencia
física.
SANTA ROSTRO.—Salamandra de tierra. Hay un cruce de
santa, en vez de salla, que origina la concordancia vizcaína.
En Alburquerque, saltarrostro. S. Coco, 11-154.
SANTINA.—Medalla.
SANTURRONA—Beata. Véase rezona.
SAOCE.—Sauce.
SAOZ.—Sauce. Véase la anterior.
SARPULLO.-Sarpullido.
SARRÍN.— Serrín.
SARRINAR.—Extraer la resina de los pinos; sangrarlos.
SARTAL.—Ristra. Se aplica muchísimo a las ristras de fríjoles.
SARTENEJO.—Sartén vieja, llena de agujeros, para hacer calboche.
SECADAL.—Secano.
SECARSE.—Dejar de dar leche una cabra.
SEDE.—Sed. G.a Rey, 145. G. Alvarez, 328.
SEGADAL.—Véase secadal.
SEGURANZA.—Seguridad, certeza. Lam., pág. 629. G.a Lomas,
pág. 318.
SELLO.—Opérculo de los panales, substancia con que las abejas
cierran las celdas llenas de miel.
SEMENTIJA.—Simiente de legumbres. Posiblemente deriva de
simenticula.
SENARA.—Cosecha. S. Sevilla, 261.
SENCIA.—Ciencia.
SEÑOIS.—Señores.
SEQUEA.—Sequía.
SEQUÍU.—Seco; huele a sequiu.
SERANO.—Tertulia que se hace después de cenar y generalmente
al calor de la lumbre; en verano suele hacerse al aire
libre. Lam., 629. S. Coco dice que la tertulia es por la tarde,
VIII-541.
SEROJA.—Restos de leña, de jara.
SERRINA.—Resina.
SÉSIGO.—Ano. Frecuente en Ladrillar. Lam., sielso y sienso,
pág. 630.
SESTIL.—Sitio donde sestea el ganado, sesteadero, hora de la
siesta.
SIEGAR—Segar.
SIENTO.—Asiento, lugar donde están colocadas las colmenas,
magosto. Lam. lo consigna como adjetivo y participio, pág.
630.
SIESIGO.—Véase sésigo.
SIGÚN.—Según.
SILLO.—Magosto, sello, opérculo de los panales.
SIMBUSCALU (El).—Otra de las palabras con que se denomina
el «encontrau», además de «el cogíu» y «el nacíu».
SINES.—Sienes.
SINGÚN.—Según. La n epentética se explica por analogía con
ningún.
SOBACÁ.—Sobacada; volumen de objetos que se pueden llevar
debajo del sobaco.
SOBAR.—Sobar los higos, apretarlos, estrujarles la cabeza
para que no críen gusanos.
SOBARCÁ.—Véase sobacá.
SOBEJÓN. —Pinchalagartos.
SOBEO.—Correa que sujeta el barzón del yugo al timón del
trillo o del arado. S. Coco, 1-82. S. Sevilla, pág. 267.
SOBRAO.—Buhardilla. Lám., 632.
SOCOCHONES.—Castañas pilongas a las que, después de
cocidas, se suele echar leche, constituyendo un alimento
muy nutritivo, según los jurdanos. Hay quien hierve las
castañas con la leche. Lám., 633.
SOQAJO.—Soga vieja y deteriorada.
SOQUEL.—Soga delgada que sirve de vencejo.
SOGUIJA.-Véase soguel.
SOLDADAR.—Soldar.
SOLUTA. —Hambre.
SOLUTAMENTE.—Absolutamente.
SOMA.—Salvado, remoyuelo.
SOPONER.—Suponer.
SOSTRIBAR.—Apoyarse en algún sitio.
SOTRO—Otro. Deriva de «ipsu alteru».
SOYAO—Desollao.
SUBSILIO.—Subsidio. Se ha producido un cruce entre auxilio y
subsidio.
SUFRICIÓN.-Sufrimiento.
SUOL.—Sudor.
SUPITA. (Mase.).—Inquieto, nervioso. S. Sevilla, súpito, pág.
262. Lam., súpito, pág. 636. G.u Lomas, 325.

T

TABARNERO.—Tabernero.
TABARRO.—Tábano, moscardón. Lam., 637.
TACARRO.—Catarro. Esta metátesis es popularísima, sobre
todo en la región de Nuñomoral.
TACICAR.—Hacer pedazos las cosas, hacer añicos.
TADÍA.—Todavía. G.a Rey, entadía, 86. Lam., todavía.
TAJUELA.—Banqueta que utilizan las lavanderas para arrodillarse
en ella mientras lavan. Véase banca.
TALLARIQUE.—Tallo.
TALLECER.—Entallecer, echar el tallo.
TAMIÉN.—También. G.a Rey, 149.
TAPATILLAS.—Zapatillas.
TAPIZ.—Porción de tierra movible para tapar el caño cuando
entra el agua del riego; también para destaparlo.
TARAMBULLO—Inflamación.
TARANIETO.—Tataranieto.
TARAVILLA.—Véase algarabita.
TARMAS.—Ramaje seco de los árboles o arbustos, rodrigones.
Lam., pág. 650.
TARMAZO.—Golpe.
TARTALLA.—Manantial; se refiere particularmente a la rendija
o hendidura entre peñascos por donde brota el agua. Lam.,
en acepción parecida, pág. 639.
TARTAYA.—Véase la anterior.
TATARATAS—Cataratas.
TAVÍA—Todavía,
TECEL.—Tejer.
TECEOL—Tejedor.
TELAÍTA.—Telita.
TEMBLETA.—Temblona, convulsión. Véase rejileta y jelera.
Lam., tembleteo, pág. 640.
TEN.—Te; planta que abunda en los montes de Las Hurdes y
que ya se cultiva en los huertos domésticos. Véase aguatén.
TERBOLLINO.—Torbellino.
TESEOR.—Tejedor. Deriva de texitore.
TESER.—Tejer.
TESO.—Lugar de poca altura y escasa vegetación. S. Sevilla,
pág. 205.
TESTIGO—Mojón, hito.
TINCANA.—Columpio.
TIRRIA.—Rencor, odio.
TINERA.—Cada una de las tres piedras maestras que forman la
boca o boquera del horno doméstico. S. Sevilla, pág. 281.
TITARRATA.—Cabra de poca teta.
TOCANTIMENTI.—Referente a.
TONDÁ—Tanda.
TOVÍA.—Todavía.
TOPOLINAS.—Sandalias abiertas por delante y por detrás.
TOQUÍU.—Toque.
TORCÍA.—Mecha del candil o del farol.
TOROVISCO.—Torvisco.
TORPECÍA.—Torpeza, atraso.
TORTOLERA.—Tapadera redonda de corcho que sirve para
tapar la boca de los cántaros.
TORZÓN.—Cólico que les da a las caballerías.
TORZUELO.-Orzuelo.
TOSI.—Tos.
TRACAMUNDEAR.— Cambiar una cosa por otra, confundir,
equivocar.
TRAGUEAO—Bebido, borracho.
TRAMALINO.—Manta muy popular en toda la región, que se
hace con desperdicios de la ropa vieja; manta de trapo;
también, manta de hierro.
TRANCO.—Cerrojo; palo grande y grueso que se pone detrás
de la puerta para reforzar el cierre.
TRANSÍO.—Debilitado, que tiene hambre o sed.
TR APELO.—Estraperlo.
TRASERO.—Atrasado, en malas condiciones; el pan está trasero;
que no está en su punto de cocción. S. Sevilla, 272.
TRASTORNIJO.—Dolor de estómago, estornudo.
TRASUANTE.—Transeúnte.
ÉL HABLA DE LAS HURDES 203
TRASVERTER.—Verter una vasija por exceso. Lam., trasvertir,
pág. 647.
TREBOL.—Trébol. Tiene acento etimológico, puesto que deriva
de trifoliú.
TREPOLLÚO.—Frondoso.
TRICHINA.—Triquina.
TRIGUNAL.—Tribunal.
TRINCAR.—Tirar coces.
TRINCHINA.—Véase trichina.
TRISTURA.—Tristeza.
TROLLA.—Nube peligrosa de agua y granizo.
TROMPAZO.—Golpetazo, bofetada.
TRONERA —Trueno, tormenta. Lam., pág. 650.
TROPICAR.—Tropezar. Lam., 650.
TROTEAR.—Trotar.
TRUNFO.—Triunfo.
TUERMO—Véase tuero.
TUERO.—Leño, tronco grande que se quema en la lumbre y
dura varios días. G.a Lomas, tuera, «hueco o cavidad que
hace la carcoma en el tronco de un árbol», pág. 343.
TUMBARSE.—Pasmarse, estropearse el vino, agriarse.
TUPÍO.—Harto, repleto, borracho. S. Coco, V-72.
TUPIRSE.—Atiborrarse, hartarse.
TURCAL.—Torcaz, paloma turcal.
TURULILLO.—Dulce, golosina.
TURRAO.—Tostado, quemado.

U

USURA.—Picor. Véase asura.
ÚLSURA.—Úlcera. Se advierte, un cruce entre el substantivo
úlcera y el nombre propio Úrsula.
ULTIMAJO.—Lo que está al final, lo último.
UNTURIA.—Untura, pomada. Con yod epentética en la terminación.
UNGENDRAR.—Engendrar.
UTORIÁ — Autoridad.

V

VACIDO.-Vacío.
VAGANTE.—Vacante, sin trabajo.
VAERA.—Vado.
VAJE.—Pulmones de los cerdos: los vajes. Posiblemente deriva
de vajear (vahear), «respirar».
VAINA.—Vainas, fríjoles para ensartar, cascara de los fríjoles
secos.
VARDASCA.—Tallo del olivo.
VAROLA—Vara larga.
VENTRIL.—Reata.
VERDEGUEAR.—Verdear.
VERDEJO.—Cierta clase de higos, blancos y de regular tamaño,
muy sabrosos.
VERDELES.—Higos insípidos de higuera machía.
VERIJA.—Ingle. Deriva de virilia. Véase enverijar. S. Coco,
VI-84.
VICIO.—Estiércol. Lam., 644.
VIRA.—Clavos que sirven "para unir la tapa déla colmena con
los corchos.
VIRO.—Clavos de madera que se utilizan para unir los corchos
de las colmenas, enlazándolos en sus aristas.
VITIVINARIO—Veterinario.
VIVALERA—Vival.
VIVAR.—Conejera o galería del refugio para los conejos. Véase
vivalera. Lam., vivel, pág. 665.
VREGÜENZA .—Vergüenza.

Y

YELDA.—Levadura. Lam., pág. 666.
YEMERO.—Yema, botón.

Z

ZACATÚA.—Riña.
ZAJORIL.—Zahori. Lam., zagoril, pág. 142.
ZAMBO.—Patizambo.
ZAMBOA.—Membrillo. Véase bembrillo.
ZAMBOS.—Dambos, ambos.
ZAMPÓN.—Comilón, goloso.
ZANCAJO.—Escuchimizado.
ZÁNGANO.—Brujo.
ZANGARRIANA.—Enfermedad de las cabras que afecta a la
vesícula biliar, que se hincha y revienta. Lam., zagarriona,
pág. 668.
ZAOCE.— Sauce. Véase saoce.
ZAOZ.—Sauce. Véase saoz.
ZAQUI — Cigüeñal; artefacto para sacar agua de cualquier charca,
pozo o corriente de agua y que consiste en una horca
vertical sobre la que gira una pértiga que tiene un cubo al
extremo y en el otro un contrapeso.
ZARABATEAR.—Tartamudear. G.a Rey, 162.
ZARANGÜELLOS.—Pantalones antiguos muy parecidos a los
de montar a caballo.
ZARCILLOS.—Cada uno de los apéndices que tienen las cabras
al lado del cuello.
ZORONGOLLO.—Guisado típico del país, a base de carne.
ZORRERA.—Hoguera que despide mucho humo.
ZUELA.—Azuela.
ZUELES.—Higos de muy buena clase, blancos y de tamaño
grande.
ZURZA.—Zurda, la mano zurza.

Expresiones típicas y palabras de más corriente uso

CAMINO DE AGUA.—El sistema de computar el número de veces que una muchacha va a llenar el cántaro a la fuente o al río, se traduce en la expresión vulgar: hacer un camino, dos caminos, tres caminos de agua, etc., lo que equivale a decir que ha llevado a casa uno, dos, tres cántaros, etc., etc.
CALAR LA SOPA.—Cuando la puchera está a punto, se  echa la sopa, generalmente de pan, en una fuente de porcelana o barro albedriau (llamada morfía) y sobre ella se vierte el caldo hirviendo; a esta operación se llama *calar la sopa*.
ESO ES UN VIEJO.—Cuando alguien sustenta acaloradamente una idea y pretende por todos los medios convencer de su autenticidad, acostumbra a realzarla con la frase: "eso es un viejo", que parece revestirla de raigambre tradicional
LO QUE LES DESPRENDIÓ EL SR. MAESTRO.—Es frecuente oir decir a los jurdanos y, sobre todo, a las jurdanas, que sus hijos saben «lo que les desprendió el Sr. Maestro> y también <lo que les aprendió>. Con lo que quieren naturalmente significar lo que el Sr. Maestro les enseñó, evidenciándose así que el verbo aprender también significa enseñar, no sólo en casos aislados, sino frecuentísimamente, sobre todo en las Hurdes Altas.
UNA MUJER DE MUCHO PETETE.—Otra expresión que, como la anterior, ha sido probablemente influida por factores analógicos, etimología popular, impresiones auditivas y propensión vernácula a echar mano del léxico con irreflexivo desenfado.
COMA V. MANZANAS, SI LE CUMPRE.—Es frecuentísimo el uso del verbo cumplir con el sentido que tiene en esta frase; equivale a si le agrada, si le satisface. También se utiliza mucho en 1.a persona para rechazar cualquier invitación u obsequio, por ejemplo: ¿quiere V. manzanas?... gracias: no me cumpre.
DE TRES BARRIGAS, 18 HIJOS.—Esta original metáfora se la escuché a un anciano de Martilandrán, el cual, para realzarme su agilidad, tanto física como mental, a pesar de sus muchos años, exclamó: <he teníu 18 hijos, de tres barrigas», es decir, de tres mujeres diferentes, aunque legítimas.
HE COGÍU, POR JUNTU, 14 CÁNTARUS. — D'ESTILU DE UN BANCO.—Estas locuciones adverbiales y otras parecidas son muy del agrado de los jurdanos, que las improvisan siempre que no hallan a mano otras más correctas.
MORIR BURRO. —En Las Hurdes se dice que muere burro todo el que, durante su vida, no consiguió estar en Madrid. Como esto les ocurre a la generalidad, fácil es hacerse una idea de la de individuos que allí mueren «burro>.
ANDAR DE NOVIOS.—Tal expresión se aplica a la moza de la que se sabe está siendo cortejada por varios admiradores. Parece hacer referencia a la etapa anterior, a la que en alguno de ellos decide a «palrálselo».
A LA TRASPUESTA DE ESE CERRO.—Los jurdanos saben de sobra, como ya hemos demostrado, inventar locuciones para expresar las más diversas circunstancias, echando mano del léxico y modelándolo a su albedrío. Esta frase constituye una prueba más.
MECHERO DE PESCOZÓN.—El único que se conoce en la comarca es el de pedernal, mecha y eslabón. Sin duda, entre percusión y pescozón se ha producido un cruce, si no morfológico, al menos, semántico.
MUCHACHA U MOZA.—Es muy frecuente la conversión en u de la conjunción disyuntiva o, transformación favorecida por su carácter protónico, cuando enlaza sustantivos.

ALGUNAS PALABRAS DE MUY CORRIENTE USO
GASTAR.—La expresión «yo no gasto» o «no gasto» se utiliza siempre que se ofrece tabaco a quien no es fumador. Equivale, pues, a «no fumo». Y esta acepción se halla tan arraigada, que su incorporación definitiva al verbo gastar debe estimarse como hecho consumado..., pero sólo en sentido negativo; al menos, nunca oí a nadie el empleo de «gastar», sin negación, en el sentido de «fumar».

ACETUAU.—Esta palabra se refiere a una práctica de derecho consuetudinario de mucho arraigo en la región. Consiste en que los hijos emancipados por matrimonio se comprometen a entregar a sus padres, para contribuir a su manutención, cierta cantidad mensual en dinero o en especie. Esto, naturalmente, en el caso de que aquéllos se vayan a vivir aparte. Cuando continúan viviendo en compañía de los padres no procede el acetuau, ¿de exceptuatu?, porque se sobreentiende que éstos serán mantenidos directamente por los esposos.

ACORDAR.—Esta palabra continúa empleándose en el sentido de «despertar», según comprobé en Caminomorisco; pero debe de estar generalizada en todas Las Hurdes, a juzgar por los informes que ulteriormente recogí, si bien, en vez de acordar, muchos dicen recordar. Cuervo registra esta acepción en Bogotá e incluso nuestros clásicos la recogieron. En el romance, por mí encontrado durante mi estancia en Las Hurdes, también aparece empleado este verbo con la misma acepción:
«Después del niño dormido,
la Virgen se echó a llorar
y a los llantos de la madre,
el niño recordaría»

ADOLECER.—Los jurdanos más castizos, tanto viejos como jóvenes, rara vez dicen caer enfermos o enfermar; prefieren... adolecer... Así, pues, está adolecía, equivale a está enfermo.

ALGIVA. —La palabra encía (gingiva) se pronuncia de varias maneras: giva, engiva y algiva; la fonética sintáctica, la asimilación y la disimilación han influido, sin duda, en la sucesiva metamorfosis: langiva>!angiva>lalgiva>lagiva.
ALPICHÍN, ESPECHÍN, ESPECHURRO, ESPICHURRO, ESPERRUCHO Y ALPICHORRO.—Toda esta jerga de voces análogas sirven para denominar el alpechín, es decir, el agua que suelta el aceite con los residuos inaprovechables. Tal variedad de sinónimos es típica, no sólo de la región, sino de una misma alquería, donde no suele existir unanimidad sobre el verdadero vocablo. Este fenómeno ocurre con otras muchas palabras, lo que patentiza el grado de despiste a que conduce la falta de escuelas y de una minoría ilustrada.

CHERAZO.—Hedor fuerte. Lamano ha localizado en la región de Salamanca (véase El dialecto vulgar salmantino,
páginas 371 y 372 este mismo vocablo, con idéntica significación, y, como en la región de Sierra de Gata, también es popular, así como en varias otras zonas de la provincia de Cáceres limítrofes con Portugal, parece deducirse que pueda haber influido el verbo lusitano cheirar (flagrare).

DAGAL.—Se usa siempre en lugar de zagal, por la cuenca de los ríos  Esparabán y Los Angeles:. Conserva la z sonora, originada por fonética sintáctica, este zagal~>este dagal, toda vez que dicho fonema solía ser intervocálico. También se oye mucho el diminutivo dagalino. Esta palabra, en unión de jadel (hacer) y quidás o quidiás (quizá) son las únicas, en Las Hurdes, que todavía conservan la consonante sonora.

DEPRENDER.—Como ya dijimos antes, significa enseñar, oyéndose reiteradamente frases como ésta: mi hijo sabe lo que le deprendió el Sr. Maestro.
EMBAIRSE.—Entretenerse. Es frecuentísimo en conversación familiar, sobre todo en la 1.a persona del presente de indicativo y 2.a de subjuntivo: yo me embaigo, no te embaigas. Pero, aisladamente, también se conjuga en otras formas: ¡a ver si no te embaís!
ENCONTRAU, COGÍU, SIMBUSCALU.—Urticaria. Los jurdanos llaman a esta erupción el encontrau, el cogíu y el simbuscalu, porque se encuentra o se coge aunque no se busque, donde y cuando menos se piensa. Según ellos, constituye una temerosa infección, causante de una rasquiña poco menos que inaguantable, obligando a quien la padece a fregar, fregar y fregar, es decir, a frotarse con delectación. El contagio se produce en el campo cuando alguien se sienta sobre una piedra o canchal, por donde tuvo la fatalidad de pasar pocos minutos antes una lagartija, un escorrompión, un lobo o cualquier otra alimaña. La clase de encontrau depende de la

categoría de bicho que lo produjo. Yo conocí en Asegur a un individuo que le tuvo de sapo, uno

de los más pavorosos, según me manifestaron, porque origina ronchones muy gruesos y desaparece con más dificultad. El procedimiento más expedito para quitarlo consiste en nombrar uno por uno todos los animales y reptiles que merodean por aquellos parajes, diciendo: jabalín, escorrumpión, zorra, bastardo,

etc., etc.; pero si, quien esto hace, tiene la mala suerte de no citar el verdadero causante del encontrau, continúa la

erupción. Sin embargo, para casos de tan mala sombra, aún cuentan con otros procedimientos infalibles de limpiarse; éste consiste en acostarse por la noche poniéndose la ropa interior de la mujer, si el contagiado es varón, y con la del marido, si es una mujer. Todo esto lo cuentan con tal seriedad, que casi llegan a convencer a quien los escucha. 

FALAR.—Hablar. Esta palabra sólo se la he oído a un anciano de Caminomorisco; pero se trata de una persona enteradísima que me afirmó se usaba en muchísimas partes de Las Hurdes, perjurando además que, cuando él era niño, estaba generalizada.Lamano, Garrote y G.a Rey también la recogen en sus trabajos respectivos.


JUICE.—Los palos que en el interior de las colmenas sirven para enlazar los panales, se llaman así. Pero es esta otra de las palabras con múltiples variantes, toda vez que también se dice juiz, juizo y juicio. Tal diversidad se advierte no sólo por zonas y alquerías, sino por individuos.

LAPA, LAPÓN, LAPAZO.—La palabra lapa significa piedra pequeña; lapón, piedra grande, y lapazo, pedrada. La etimología hay que buscarla lógicamente en algún derivado de lapis, lapidis, que, como se verá, ha dejado exuberante descendencia en esta región, donde tales vocablos cuentan con numerosos adeptos.

MAESA.—Reina de las abejas. Es el único caso, que aún perdura, de evolución en s del grupo latino str (magístra). También se dice cierva maesa, lo que demuestra que no significa escuetamente reina del enjambre, sino primacía o caudillaje de una hembra en relación con su grupo.
MAGOSTO.—Enterradero de castañas, práctica que se ejecuta para mantenerlas frescas durante mucho tiempo. Por extensión, parece que también significa asado de castañas.
PERDA.—La inmensa mayoría de los jurdanos dicen siempre perda en lugar de pérdida.
RECENAR.—En Las Hurdes existe la costumbre de cenar temprano, porque a ello obligan multitud de factores, entre ellos lo relativamente pronto que anochece, debido a la topografía angosta del terreno y... el hambre permanente. Sin embargo, cuando la caraba o el serano se prolongan, en ocasiones por menesteres domésticos, como el de ensartar frejones o sarrejar aceitunas, hay costumbre de recenar o repastar, operación que
se ejecuta inmediatamente antes de acostarse y que se llama recena o repasto.

REGOTRAR. — En vez del verbo eructar, o del arcaico regoldar, se dice comúnmente regotrar, llamándose el eructo regüetro, lo que supone un cruce. 
REJILVÍO.—Rehervido, rehogado, operación que se hace con ciertos guisos. Viene, como parece lógico, de rehervir, y resulta curiosa la evolución fonética que ha sufrido el vocablo original con el cambio de l en r y la aspiración de la h.

Textos dialectales

LA CARVOCHERA EN LAH HURDIH
A ná c,arraya novriembri, s,ehcumbra Lug Santuh. Antoncih moh embaímuh con la Carvochera, un rehuihu que tamién dícinli La Magohtá u La Chiquitía, sigún el concehu de Lah Hurdih. Moh vaga di aciamenti al rebuhcu de lah cahtañah.
Dímunuh fuendu pol luh lombuh y, acá nu ná, enllenamuh luh farracuh con cahtañah en- hertah, que de continu dihun: "la cahtaña tiene una maña: el que la herea, l'arrepaña". Hay que tené cudiau con luh oriciuh, que son mu harrah- perosuh. Peru la cahtaña no le retolea a luh carlahih, lo mehmu sea en un poti con tocinu, que cocíah en lechi de cabra, que nusotruh dicimuh socochonih.
Lah corrobrah de hombrih, que, esi día vain cumu halamíuh y con mucha sedi, vesitan, en pran de compairih, lah casah y lah bodegah, y encentan la polienta y se ponin cumu asisonih con lah mazah de lah igüeah y luh banahtruh de zulequih.
Angunuh ehcolan güenuh caquéruh d,abuardienti de madroñu y s,atahinan en un verbu y, aluegu, leh peta andá de retozu con lah mozarangüelah, enhelechándusi pa cuarquié machial andi hadin el baili garetu, u sea, zamarreá el culu y luh piedih quietuh.
Luh dagalinuh, c,anduviorin piiendu a la mañana lub guinarudh y la chiquitía, aballan en corrobrah, de gurupetería, achancan el ríu y prendin monti arriba, en cata de un güen solanu, andi enllenan la bacera con luh havíuh que recohiorin en el puebru. A la vuerta, s,embáin hadiendu canarriah pa hundealah en luh charaílih, o hugan al nau con carabonih de hollau, o hadin horcah pa luh tirabequih.
En la arquería, el tamborileru no se harta d,asoprá la gaita. La henti anda toa ehcachecía. Luh hombrih andan de moraga y lah muherih de borrahá. Acá nu ná, harrean un rehinchu y bahta loh máh cacherúh salina marcalsi un picau, una haba, una charrá, u lu que se terci.
Luh qui ehtán hechuh unuh baldragah pol el vinu qu,ehcolorin, andan cumu ununh hurraculuh, al horru, ehcarrapachauh, y no da bailau; antoncih luh chipilindrinih leh hadin corquiñah en la renga y en lah pencah u leh rehtriegan el culu con cachimbarbah y haramochuh, u leh asopran unah pelusinah que tienin lab garbolah de unah prantah chirlih, que se le metin pol lah suh chierah y leh hadin ehtarnual de continu. Tamién leh hechan horrillu pol lah suh cohtillah, qu,eh cumu una grana que se saca de lah garavainah de luh rusalib machíuh y que da mucha picaña.
A ná c,abanga el día y se hadi de nochi, cuantih que pardea y rahpahila la cavachuela y emprencipia a cantá la gorulla, la henti s,arrima a la calentanza de lah hogaráh y hundea embozáh de cahtañah pa lo artu, dihiendu que son pa lah ánimah. Horman corru y se cohin de lah manuh, y el zahoril de l,arquería palra ununh latinih d,al cabu diuh te sarvi, que siempri dihiorin qu,eran pol luh nuehtruh defuntuh y lah nuehtrah ánimah. Y aluegu dobran lah campanah del concehu y la henti s,ehpuerdolaga y cá cual díbasi fuendu pa la su casa.
(Nota: Todas las haches ("h") que aparecen en el texto, son aspiraciones y, como tal, así deberán pronunciarse).
TRANSCRIPCIÓN AL CASTELLANO
La Calvochera en Las Hurdes (1)
Nada más aparecer el mes de noviembre, se divisa la fiesta del Día de Todos los Santos. Entonces nos distraemos con la Calvochera, un festejo que también lo llaman La Magostá o La Chiquitía, según el concejo de Las Hurdes. Tenemos tiempo libre para ir expresamente a buscar castañas.
Vamos por los cerros y, de vez en cuando,llenamos los fardeles con castañas enhertah (2),que siempre se dijo: "la castaña tiene un secreto; aquel que la ve, la coge". Hay que tener cuidado con los espinos de las castañas, que son muy ásperos y con pinchos. Pero la castaña no le repugna a las personas con buen apetito, lo mismo da que sea en un pote con tocino, que cocidas en leche de cabra, que nosotros llamamos socochones.
Las cuadrillas de hombres, que ese día están como hambrientos y con gran sed, visitan, con gran libertad, las casas y las bodegas, y abren las tinajas del vino casero y se ponen como asisones (3) con las mazas de las chivas y las cestas con trozos de pan.
Algunos beben buenos pucheros de aguardiente de madroño y se emborrachan enseguida y, luego, les da por andar de bromas con las mozuelillas, acostándose con ellas en lo más áspero del bosque, donde hacen el amor, que consiste en mover el culo y tener los pies quietos.
Los muchachos, que estuvieron pidiendo por la mañana los guinarduh" (4) y la chiquitía (5), marchan en cuadrillas, fuera de casa, pasan el río y se van monte arriba, en busca de un sitio soleado, donde llenan la barriga con las cosas que recogieron en el pueblo. Al regreso, se entretienen haciendo barquichuelas de corteza de árboles para tirarlas en los charcos profundos del río, o juegan al nau (6) con palos secos de durillo, o hacen horcas para los tirachinas.
En la aldea, el tamborilero no se cansa de soplar la gaita. La gente está muy contenta. Los hombres se juntan para asar carne y las mujeres para asar patatas. De vez en cuando, lanzan al modo de un relincho y hasta los más serios salen a bailar un picau (7), o una jaba, o una charrá (8).
Los que se encuentran borrachos por el vino que bebieron andan con los pantalones caídos, con los pies a rastras, con las piernas abiertas, y no son capaces de bailar; entonces los muchachos revoltosos les hacen cosquillas en la ra- badilla y en los muslos o les refriegan el culo con rusco y cogollos de jata, o les soplan unas pelusas que se encuentran en el interior de una vaina de unas plantas silvestres, que se les meten en las fosas nasales y les hacen estornudar continuamente. También les echan como polvos pica-pica por las espaldas, que los sacan de las simientes que se encuentran en las vainas de los rosales sil- vestres, y da mucha picazón.
En el momento que cae el día y se hace de noche, en cuanto se pone el sol y pasa rasante el chotacabras y comienza a cantar el cárabo, la gente se arrima al calor de la lumbre y lanza puñados de castañas hacia lo alto, diciendo que son para las ánimas. Forman un corro y se cogen de las manos, y el zahoril (9) de la aldea dice unos latines de los años de Mari Castaña, que siempre se dijo que era en memoria de nuestros difuntos y nuestras ánimas. Y luego doblan las campanas del concejo y la gente parece como si se angustiara y cada cual se va marchando para su casa.
NOTAS
(1) El término calvochera tiene el significado, en Las Hurdes, d e preparativos y acción de asar castañas el día de Todos ]os Santos". También se emplean otros nombres, como carvochácalvotámagosta y carvochera. El calvochicalvoti o carvochi es la castaña asada.
(2) Las castañas enhertah son una variedad -dentro de cuatro o cinco especies- que abundan en Las Hurdes. Son muy dulces y se pelan muy bien. Después de varearse y desprenderlas de sus espinos o erizos, se llevan al sequeru o zazu (artilugio al modo de una gran rejilla formada por cañas, palos o tablas), bajo el cual permanece una lumbre encendida durante varios días, al objeto de ahumar y .secar el fruto. Posteriormente, las castañas se "pilan" o se "socochan", introduciéndolas en un saco, que es golpeado por dos personas sobre un "mazón" de madera. De esta manera, la castaña pierde su cáscara, convirtiéndose en castaña "branca', "pila" o pilonga.
Esta castaña ha constituido, secularmente, la base alimenticia del hurdano. Antiguamente, la comida más común del mediodía en esta zona consístía en un puchero de castañas cocidas con tocino. Y por la noche, los tradicionales "socochónih" (castañas pi- Iongas en leche de cabra, cocidas y con algún chorro de miel por encima) Con la enfermedad de "La Tinta", que afectó de modo muy directo a los extensos y frondosos castañares de Las Hurdes (siglos XVlll y XIX), se dio un gran varapalo a las economías hurdanas, que vieron mermados sus recursos. Aún se ven magníficos y centenarios ejemplares de castaños, con troncos de varios metros de circunferencia, pero secos y carcomidos. Hoy en día, asistimos a una lenta pero feliz recuperación del castañar hurdano.
(3) Los llamados asisónih vienen a ser unas especies de ajos silvestres, que la gente suele desenterrar para comerlos. También se emplea esta palabra para designar a las personas que están gordas y sebosas, o que comen con gula y avaricia (ésta es la acepción que aparece en el texto).
(4) El término "guinardu" viene a ser una deformación de "aguinaldo", aunque hay que tener en cuenta que con la palabra "guinardu" o "guinaldu" se designa, en el territorio hurdano, a un chorizo pequeño, que se fabrica exprofeso en la matanza para regalarlo con motivo de ciertos acontecimientos. A los ahijados se les suele dar el guinardu en Año Nuevo o Reyes. También se piden tales donativos por Los Santos o en Carnavales. Es una costumbre muy arraigada en las mal llamadas Hurdes Altas.
(5) El término Chiquitía es muy empleado en los concejos de Caminomorisco y Pinofranqueado, así como en otras aldeas, como Vegas de Las Hurdes. Viene a significar la colecta que el día de Todos los Santos realiza la chiquillería por el pueblo, sobre todo en casa de los familiares más allegados. Hace unos años, los muchachos recogían membrillos, granadas, manzanas, higos pasos, nueces, dulces caseros, roscas de pan y otros frutos del tiempo o elaborados en el pueblo. Actualmente, como consecuencia de una sociedad de consumo que ha penetrado por todas partes, se ha diversificado la oferta. Y así, se entregan golosinas diversas, bebidas gaseosas y de cola, dulces de fábrica... E incluso son ya muchas las personas que entregan dinero a los muchachos a fin de que ellos compren lo que quieran y se lo coman, posteriormente, en la merendola que organizan las respectivas cuadrillas (muchachos por un lado, y las muchachas por otro) durante la tarde. El ritual de la Chiquitía lleva implícito, en ocasiones, un robo de las viandas de unas cuadrillas a otras, Ilegándose a utilizar la fuerza. Normalmente, se aprovecha el momento en que los componentes de la cuadrilla se desparraman para buscar leña con la que hacer la lumbre, dejando tan sólo a un vigilante, que debe velar y defender los productos que se le encomiendan.
(6) El nao, que tambíén se conoce como jincarrona , es un juego de niños. Participan varios jugadores (sólo varones), los cuales van armados de unos palos aguzados en una de sus punta s, de unos 75 cm. de largo por 5 cm. de grosor. Se traza una circunferencia en terreno blando. Después del correspondiente "pinti " o sorteo, uno de los jugadores debe clavar su palo en el suelo; el resto de los jugadores tiene que íntentar derribar el palo clavado mediante la acción de hincar sus correspondientes palos. El que lo consiga, arroja el primer palo hincado lejos del corro. En algunas zonas gallegas, este juego se conoce con el nombre de Pica Roma.
(7) y (8) El Picau, la Jaba y la Charrá son bailes característicos de la comarca jurdana. El primero de ellos se distingue por la agilidad que tienen que demostrar los danzarines a la hora de trenzar y "picar" los pies. La Jaba es un baile curiosísimo, propio de la aldea de Aceitunilla, donde los danzarines tan pronto se agarran como se abren en abanico; su ritmo es arrebatador, casi asfixiante.
la Charrá es un baile más ceremonioso, lleno de mudanzas, en donde los danzarines, en ocasiones, se vuelven de costado y realizan curiosos movimientos con los pies.
(9) El Zajoril es aquella persona que guarda y transmite los saberes de los arcanos hurdanos. Es el encargado de narrar a los niños los cuentos y las leyendas. El hombre que conoce el misterio de los elementos curativos (hierbas, minerales, frutos...). El que atesora en su memoria las leyes y principios de la comunidad hurdana. El encargado de invocar a los espíritus de los antepasados. El hombre bueno, justo y sabio que pone paz en los pleitos y pendencias. En estos últimos años, la memoria de los hurdanos recuerda a Tío Eusebio Martín Dominguez, de El Gasco; Tío Alberto Azabal, de Pinofranqueado; Tío Anastasio Marcos Bravo, de Las Mestas; Tío Pedro Alejandrino Lemos, de Nuñomoral; Tío Santiago Guerrero, de Casares de Las Hurdes; Tío Moisés Crespo, de Martilandrán; Tío Baldomero Duarte Velaz, de El Cerezal..., todos ellos auténticos y legítimos zajoriles.

Félix Barroso Gutiérrez

4 comentarios:

  1. Que sepamos, JUAN JOSÉ VELO Y NIETO no realizó trabajo alguno sobre el habla de TIERRAS DE GRANADILLA, sino solo sobre LAS HURDES (trabajo que consideramos manifiestamente mejorable. Por lo tanto, sobre la alusión a la última comarca citada. ¡Salud y buenos días! Félix Barroso Gutiérrez.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. En ningún sitio pone que Juan José Velo Nieto hiciera un trabajo sobre las Tierras de Granadilla, creo Sr. Barroso que le veo siempre poco constructivo, creo que debería criticar menos y aportar más, como por ejemplo, haga un vocabulario sobre las Hurdes y mejore el de Velo Nieto.

      Eliminar
  2. Gracias por tu artículo. Me ha aclarado el origen de un topónimo de Navarra. Se llama la Jurda y está en Otiñano, ayuntamiento de Torralba, Tierra Estella, Navarra, España.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Nos alegramos que le haya servido de utilidad. Saludos desde Cáceres.

      Eliminar