lunes, 10 de septiembre de 2018

Vocabulario de Cáceres














Gentilicio

Cacerenses o cacereños.  Popular: mangurrinos

Topónimo. Origen del nombre


Al nombre de Cáceres dedica Floriano Cumbreño un artículo recogido en La villa de Cáceres; allí pasa revista a los distintas orígenes que se han propuesto, desde la imaginativa Casa de Ceres a la que apunta Sanguino Michel: “Mas hace ya unos meses después de leer el artículo que el mismo Hübner escribió sobre la situación de Norba, hojeando en el archivo municipal de Trujillo ciertos documentos que tratan del deslinde de prados é alcaceres, ocurriósenos (y el lector nos perdone que nos metiéramos en etimologías sin competencia alguna) si pudiendo dar este último nombre á la mayor parte del campo que rodea á nuestro pueblo, no sería esta etimología que se nos venía á las manos la más llana y suave para explicar el nombre de Cáceres” (Recogido en RAud, Cáceres ,47). otras son la de joseph Piel que acude a un CARCERES o la que hace derivar el topónimo del segundo componente del nombre de la colonia NORBA CAESARINA (Montenegro, 523). Hübner considera arabismo el topónimo, un plural de ‘alqasr’, ‘alcázar’ y Pidal y, con él, Steiger lo derivan del latino CASTRIS, un locativo de CASTRUM ‘campamento’ que evoluciona a Cáceres gracias a la epéntesis de una - ‘e’-, tendencia medieval que Pidal estudia y en la que influye la lectura árabe del topónimo -Al Cazires-, ya que esta lengua no admite sílabas que comiencen por dos consonantes. Además es la epéntesis en los grupos consonánticos una tendencia enfática que se ha dado y se da en cualquier época. No se refiere este CASTRIS -señala Floriano- a los CASTRA CECILIA establecidos por Quinto Cecilio Metelo en las guerras sertorianas sino a la fortaleza existente en el centro de la antigua colonia romana, en su lugar más alto, fortaleza que daría el nombre actual de la ciudad a través de la lectura de los árabes. (Los nombres de Extremadura. Estudios sobre toponimia extremeña. Antonio María Castaño Fernández. Editora Regional de Extremadura, 2004),



A

A eso de las.... Expresión que se usa en la ciudad feliz para quedar a una hora indefinida. En Cáceres no se queda a las cuatro ni a las cinco, sino a eso de las cuatro a eso de las cinco , lo cual significa que se puede llegar a esa hora o 30 minutos después y no pasará nada porque en la ciudad feliz la prisa está desterrada, la puntualidad no es un valor, el agobio es una entelequia y la exactitud, una quimera, prefiriéndose siempre la indefinición y el relativismo del a eso como fórmula local hacia la parsimonia.
A ti, no, pero a tu padre, mucho. Expresión muy utilizada por las personas mayores de la ciudad feliz para celebrar que acaban de situar a su interlocutor más joven en el bosque de parentescos y relaciones cruzadas cacereñas. La frase es como un salvoconducto, significa que tras escarbar en tus orígenes, han descubierto tu filiación, has dejado de ser un extraño sospechoso para formar parte de la tribu y conseguir reconocimento y respeto.
Abrezar. Acunar, mecer en la cuna.
Aviciar. Abonar la tierra, estercolar
Apechar: cerrar la puerta con llave
Arrecirse: tener mucho frio


B

Bandejina. Espacio central de la plaza Mayor de la ciudad feliz . Los concejales cacereños nunca han entendido la plaza Mayor, a pesar de reformarla y redecorarla en múltiples ocasiones. Para ellos, la bandejina ha sido su juguete favorito a lo largo de la historia. La bandeja central se colocó por primera vez en 1842. En 1931, se eliminó. En 1937, se modernizó con palmeras, jardín, empedrado artístico y farolas. En 1969, se volvió a quitar y en 2003 se volvió a poner, aunque desde entonces, por su ridiculez urbanística recibe el popular nombre de bandejina.
Botellón. Palabra aportada por la ciudad feliz a la nueva edición en ciernes del Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española. Según diferentes historiadores de lo cotidiano y especialistas en farras y orgías, la palabra botellón aparece por primera vez en Cáceres en el año 1982, más exactamente en el parque del Príncipe, y se utiliza para denominar una nueva botella de litro que ese año lanzó al mercado la marca segoviana de whisky Dyc. Inmediatamente, siguiendo el esquema lógico pars pro toto totum pro parte , se creó una sinécdoque y el botellón pasó a significar fiesta donde se consumen botellas de Dyc de litro. Con el paso del tiempo, todas las fiestas callejeras en torno al alcohol fueron denominadas botellón. En esos años triunfales de la movida, en la ciudad feliz se popularizaron otros términos muy familiares en Cáceres como las pistolas de vino (botellas de Mirinda de litro cargadas de tinto peleón) y los genioles del bar La Chicha (botes de champú Geniol rellenos de Revoltosa Cola mezclada con morapio). También triunfaron los sansones del mesón Extremeño, que fueron las primeras macetas de cerveza que se vieron y que extendieron el sansón por el resto de España: los reclutas y los estudiantes solicitaban sansones en los bares de Cádiz o Alicante creyendo que se trataba de una medida universal.
Badil: Badila grande con borde, para recoger la basura.
Baldear.-Fregar el suelo.
Barreaero. Charco con agua donde se revuelcan los cerdos.
Biro, ra.: Tieso, recto.
Búcaro.-Jarro de flores.
Burranco.--Asno recién nacido
Buraco: agujero


C

Caer. Verbo intransitivo con frecuente uso pronominal que significa que un cuerpo se mueve de arriba abajo por su propio peso. Sin embargo, en la ciudad feliz se acostumbra a usar como transitivo en lugar del verbo tirar. Es decir, se utiliza caer para dar a entender que un cuerpo se mueve de arriba abajo no por la acción de su propio peso, sino por la acción intencionada de un sujeto activo. En Cáceres, por lo tanto, no se dice el correcto: "¡Cuidado!, vas a tirar el jarrón", sino el incorrecto, pero más familiar: "¡Cuidado!, vas a caer el jarrón".
Calzonas. Peculiar manera que tienen los cacereños de referirse a los pantalones cortos. En el diccionario de la Academia, la calzona es una prenda protectora que usan vaqueros y picadores taurinos y el calzón, un calzoncillo o un remedo de la braga femenina. En la ciudad feliz , sin embargo, es cualquier pantalón corto, lo que provoca embarazosas situaciones cuando la expresión se emplea lejos de Extremadura.
Como. Partícula muy empleada con una intención más relativizadora y de indefinición que modal o comparativa. No confundir con la expresión pijilla como muy de la frase: "Es como muy fashion ". El como cacereño se emplea a secas, sin el muy, y es anterior al dicho pijo. Se usa para incidir en la costumbre cacereña de rechazar las afirmaciones categóricas y rotundas. Así, se dirá: "Hace como frío... Esa chica está como divorciada... Esa paella sabía como salada", aunque haga siete bajo cero, la chica lleve 20 años divorciada y la paella supiera como un perro.
Cursilandia. Micropaís cacereño de lo cursi que existió entre los años 1955 y 1975. Tramo de acera situado entre las Hermanitas de los Pobres y el chalé de los Málaga, en plena avenida de España, por donde deambulaba la juventud cursi cacereña entre el periodo inicial del desarrollismo, cuando las clases medias se estabilizan económicamente, y la muerte de Franco. Se empleaba también el topónimo apocopado Cursi : "Quedamos a las siete en Cursi ". El paseo por Cursilandia era un rito consistente en pasear por la acera de arriba abajo y de abajo arriba con esporádicas paradas en el quiosco de prensa y golosinas, que primero fue de Cruz y luego de Morato, su yerno, para comprar chucherías. Siguiendo al filósofo catalán Salvador Pániker, los pijos cacereños participarían de las características de los pijos europeos por su gangosidad fonética, por una seguridad en sí mismo conseguida a fuerza de no hacerse demasiadas preguntas fundamentales y por un innato sentido de elegancia trasnochada. Pero además, y gracias a Cursilandia , el pijo cacereño era peripatético. Por oposición a Cursilandia , enfrente, en el paseo exterior del parque de Cánovas, estaba Catetolandia o micropaís de los catetos, por donde paseaban los menestrales, los cacereños sin ínfulas y los militares sin graduación.
Cachorro: Cadillo que se tira al pelo o a la ropa.
Calvoche: Olla de barro con asa y boca como las del cántaro, y agujereada toda, excepto el asiento, y usada para asar castañas.
Calbote:Castaña asada.
Candeal. (Del dialect. cande, blanco, y este del lat. candidus). adj. Se dice de una variedad de trigo aristado, con la espiga cuadrada, recta, espiguillas cortas y granos ovales, obtusos y opacos, que da harina blanca de calidad superior. 2 Áv., Các., Sal., Vall. y Zam. Dicho de una persona: Franca, noble, leal.
Cencerro.- Morueco. Changar.--Estropear una cosa.
Chapalar.--Pisar y salpicar agua, chapalear.
Chapiñar.--Pisar y salpicar agua.
Chiribiqui: persona inquieta
Chorra: suerte
Chuco.-Despectivo de perro, chucho.
Cobujón.-Lo que cabe en las dos manos.
Cochinera.--Local del cerdo.
Cucar.-Tomarse un huevo haciendo un agujero en un extremo y practicando una succión. 

D


De buena familia. Expresión familiar cacereña que certifica el pedigrí de un ciudadano. La reputación en la ciudad feliz tiene sus grados y no es lo mismo pertenecer a una familia decente que ser de buena familia, de buenísima familia o de una familia estupenda, que sería el más alto grado de respetabilidad. Para ser de buena familia no basta con tener dinero o títulos, cuentan también mucho las buenas costumbres, el respeto a las tradiciones locales y una historia reciente sin mácula, escándalo ni anécdotas estrafalarias. Es decir, lo que en la ciudad feliz se llama formalidad.
De Cáceres de toda la vida (catovi). Expresión usada en casi todas las ciudades de provincias que tienen entre 20.000 y 300.000 habitantes. En la ciudad feliz , sin embargo, se ha convertido en un santo y seña desde que los creativos publicitarios Javier Remedios y Paco Movilla la convirtieron en el eslogan electoral del actual alcalde José María Saponi en la última campaña electoral municipal. A las 12 horas de aparecer en carteles y pancartas, la frase se había convertido en el eje de la campaña electoral y en una semana se había incorporado al acervo de expresiones familiares cacereñas. Incluso ha dado lugar a términos acrónimos como Catovi (Cacereños de Toda la Vida), popularizado por el profesor y columnista de EL PERIODICO EXTREMADURA Antonio Sánchez Buenadicha, o Cacereños DTV (De Toda la Vida), lanzado por el periodista del mismo diario Carlos Ortiz.
De to. Expresión castiza y familiar del ámbito de lo indefinido y lo impreciso que se utiliza en la ciudad feliz para definir la abundancia, la generosidad y hasta la plenitud. En Cáceres se dice: "Al acabar la inauguración nos pusieron cervezas, tortilla de patatas y de to... En París vimos el Louvre, la torre Eiffel y de to... Mi coche nuevo tiene GPS, ABS y de to... Hemos alquilado un chalé en Matalascañas con piscina y de to... Mira guapa, el novio de mi hija tiene carrera y de to...".


E

Entrillar. Palabra que se emplea en Cáceres cuando alguien se pilla una parte de su cuerpo. Ejemplo: "Ayer me entrillé un dedo con la puerta". En el diccionario, la voz entrillar se recoge como verbo transitivo propio de Extremadura que también se usa como pronominal con el significado de coger, aprisionar oprimiendo. Sin embargo, su uso es puramente cacereño al igual que, por ejemplo, sólo en Badajoz se usa el término enrabarse con el significado de llegar tarde.
Erre. Término empleado en la ciudad feliz para referirse al barrio de moda, al residencial más chic de Cáceres, cuyo nombre real, R-66, es el de una parcela urbanística. El vocablo ya ha pasado a formar parte de expresiones populares. Así, cuando alguien se almibara demasiado, se le dice: "¡Qué fino te has vuelto!, ni que vivieras en el Erre". Y cuando la cuñada presume sin parar de su nueva casa en la Mejostilla, enseguida alguien comenta: "¡Joé!, ni que viviera en el Erre".

F

Faldegar.--Hacer limpieza general de la casa.
Faldiegue.--Aseo.
Formón.--Palo con el que se quita el barro del arado.

G

Garrofa.-Algarroba Garrubia.Algarroba.
Guá.- Hoyo pequeño para jugar a los bolindres.

H


I


J


K


L

¿Lo qué?. Vulgarismo muy empleado por los cacereños, que en lugar de preguntar ¿qué? cuando no entienden o no oyen, prefieren decir ¿lo qué? En la ciudad feliz , si un amigo le pide dinero a otro, el interpelado pondrá cara de despistado y recurrirá al familiar solecismo: "¿Lo qué?". Este loqueísmo es mucho más antiguo y no tiene nada que ver con el moderno loqueísmo tan de moda: "Aquí lo que es el comedor, allí lo que es la cocina y al final del pasillo lo que es la alcoba"... "La besó en lo que es la boca".
Liendro.--Horca de aventar.
Liudarse.--Subir el pan con la levadura.

M

¡Madre lo que sabe!. Exclamación familiar cacereña que se dirige siempre hacia algún niño para vanagloriarse de sus habilidades e insuflarle autoestima. En la ciudad feliz , si el bebé cierra el puñito para despedirse, si hace pucheritos porque la abuela le ha escondido un juguete, si hace palmitas, lanza besitos o simplemente sonríe, su destreza recibirá un refrendo familiar colectivo con ese: ¡Madre lo que sabe! que convierte al bebé en un proyecto de genio.
Mía. Posesivo que en la ciudad feliz suele emplearse tras un sustantivo de carácter afectivo con el que se pretende ensalzar a una persona, al tiempo que el mía pospuesto sería la señal inequívoca de un extemporáneo ansia de posesión que embarga a quien lo emplea. Así, en Cáceres se usan continuamente expresiones como éstas: alma mía, vida mía, reina mía, prenda mía y se suelen dirigir a personas que acabamos de conocer provocando la natural extrañeza en los forasteros, que bajan la ventanilla de su vehículo para preguntar una dirección y se encuentran con una cacereña que los apabulla: "A ver, prenda mía, tú sigues recto, luego giras a la derecha y allí es. No te pierdas, reina mía".
Mi niño. Vocativo cariñoso y familiar que se emplea en la ciudad feliz a todas horas y en todo lugar. En la pescadería: "Anda, ponme una merluza y me la preparas, mi niño". En el hospital: "Tranquila, le pongo una inyección que no le va a doler nada, mi niña". En radio taxi: "Tendrás el taxi a la puerta de tu casa en cinco minutos, mi niño". Esta expresión tan cacereña es el equivalente de los nen o nin catalanes, de los nené gallegos o los nini, sein y neska vascos. La diferencia es que en Cáceres la expresión niño va precedida por una partícula de posesión: mi niño.
Manea.-Traba, maniota.
Merendilla.--Almuerzo, comida de mediodía.
Mojón.-Señal para hacer recta la arada.

N

No se lo digas a nadie. Expresión que se emplea en la ciudad feliz tras realizar una confidencia. En Cáceres, como en casi todos los sitios, quien tiene un secretito, tiene un tesoro que va regalando a amigos y conocidos. El hecho diferencial llega al acabar la narración, cuando el confidente avisa casi desesperado: "Pero por favor, no se lo digas a nadie, pero a nadie". Esta expresión no tiene otro fin que limpiar la conciencia del confesor de rumores, que sabe perfectamente que al instante, su interlocutor seguirá expandiendo el cotilleo y rematándolo con el inevitable no se lo digas a nadie.

No te entretengo más. Frase educada y elegante que suelen pronunciar los cacereños con mucha urbanidad cuando creen que una conversación callejera está llegando a su fin. En la ciudad feliz se mide el cacereñismo por el tiempo que se tarda en recorrer el trayecto que va de la Cruz de los Caídos a la plaza Mayor, donde lo normal es detenerse a charlar con conocidos entre media docena y una veintena de veces para acabar sabiendo todo de todos y facilitando que todos sepan todo de uno. Pero como esta inveterada costumbre charladora produce en el fondo un poco de reparo, en la ciudad feliz se ha popularizado la expresión no te entretengo máspara despedirse disimulando condescendencia después de haber entretenido a nuestro interlocutor un buen rato.

Nora.--Pozo de poco fondo y mucho brocal.

Ñ


O

O algo. Expresión familiar cacereña que se usa para rematar determinadas frases y que sirve para casi todo: para referirse a lo desconocido, para evitar tomar una decisión, para disimular la indolencia con la indefinición, para no comprometerse... En la ciudad feliz , se dice que la vecina es viuda o algo, que el sobrino estudia ingeniería o algo, que voy a ver si me compro un BMW o algo, que la señora que pasea con el peluquero de la esquina debe de ser su mujer o algo, que EL PERIODICO EXTREMADURA regala esta semana un DVD de animales o algo, que qué te parece si salimos el sábado a cenar o algo... Esta disyunción indeterminada y multiusos pertenece a ese ámbito tan cacereño de la sutileza indefinida, que permite sugerir sin presionar, aventurar sin presumir, indicar sin avasallar: "¿Te apetece hacer el amor o algo?".
O así. Fórmula del ámbito de lo indefinido. Variante del o algo . "¿Tienes una Aspirina o así?... Creo que son primos o así".
Ojal.-Ajuar ropa de la desposada.


P

¿Pero cómo no lo vas a conocer?. Expresión indignada que emplean mucho los familiares o los amigos en la ciudad feliz para afear a los parientes y amistades el desconocimiento del resto de la ciudadanía. En Cáceres es muy común escuchar que el Womad es un rollo porque bajas a la plaza y no conoces a nadie. En Cáceres, lo que gustan son las fiestas donde todo el mundo se reconoce. Por esta razón, el acontecimiento favorito de los cacereños de toda la vida es la bajada y estancia de la Virgen de la Montaña en Santa María, cuando las gentes de toda edad y condición acuden a visitar a la patrona y amigos, vecinos y familiares se reencuentran y se reconocen. Con estos presupuestos, es natural que resulte inconcebible que un cacereño de pro no sepa quién es fulanito o menganita, siempre que ellos sean de buena familia o, cuando menos, de una familia de toda la vida. En caso de que se dé esa ignorancia, madres y abuelas se indignan muchísimo y riñen a sus vástagos con esa expresión nacida en el ámbito de lo inconcebible: "Bueno, tú estás tonto, ¿pero cómo no lo vas a conocer?". Y es que en la ciudad feliz, un cacereño que desconoce es lo mismo que un barcelonés que no sabe catalán o un vasco que no tiene ocho apellidos euskaldunes.
Pesca. En el diccionario de la Real Academia, pesca es el arte u oficio de pescar o el conjunto de lo pescado: "La pesca fue abundante", pero nunca es pesca el pescado que se come. En la ciudad feliz , sin embargo, el pescado siempre ha sido la pesca y así se expresan desde hace siglos madres, pescaderos y mesoneros: "Hoy tenemos pesca rebozada... Voy al mercado a comprar pesca... Mire qué pesca tan fresquísima, doña Felisa: lubinas, tencas, boquerones..." En algunos restaurantes, incluso, tras el epígrafe entrantes, viene el encabezamiento pesca, provocando la extrañeza del turista de otros lares. Pero la expresión cacereña tiene su lógica: si un filete a la plancha es un plato de carne y una perdiz a la moda de Alcántara es un plato de caza, por fuerza, un besugo a la espalda habrá de ser un plato de pesca.
Pues dicen.... Expresión perteneciente al campo de lo indefinido y lo relativo. Se emplea como tantas otras para curarse en salud y evitar las categorizaciones. El cacereño se escuda en la indeterminación para huir del compromiso empleando el pues dicen , que no compromete a nada y permite escudarse en los demás y escurrir el bulto. Además, el pues dicen sugiere un no sé qué misterioso de confidencialidad y secretismo que en la ciudad feliz gusta mucho. Esta expresión se emplea incluso en los casos en que lo afirmado está demostrado y es científico. Así, se anuncia oficialmente que actúa la Pantoja en el Auditorio e incluso ya están pegados los carteles, y las gentes comentan: "Pues dicen que va a actuar la Pantoja". Se demuestra científicamente que las nueces son beneficiosas para la salud y se apunta: "Pues dicen que las nueces son buenas para el colesterol". Se pasea por la calle con bufanda, gorro y guantes y aún así se relativiza: "Pues dicen que hace como frío".
Patera.--Pernera de la calzona de un niño.
PeladiIla.--Cerdo recién nacido.
Penacho.-Hilachos de una tela deshecha.
Peo.-Borrachera
Peona.--Trompo o peonza.
Pero.--Manzana silvestre.
Pínfano.--Flauta hecha de caña.
Pinta.--Peca de la cara.
Pomo.--Corazón de la manzana.
Posío.-Terreno baldío
Postura.--Cada pienso que se echa a las vacas.
Postura.--Cantidad de huevos que una gallina, después de muerta, tiene en la overa.

Q

Quedar. Verbo que se emplea de manera incorrecta en la ciudad feliz , donde es frecuente incurrir en el vulgarismo de usar quedar en lugar de dejar. Así, se dice: "La noticia me ha quedado de piedra... Me he quedado el dinero en casa", en vez de me ha dejado de piedra, me he dejado el dinero, que sería lo propio. Otro verbo que se usa en como vulgarismo es coger. Se emplea sustituyendo a caber. Ejemplos: "En el Gran Teatro no cogía más público... Como sigas engordando no vas a coger por la puerta... Miguelito ya no coge en la cuna...". Lo correcto sería: "No cabía más público... No vas a caber por la puerta... Ya no cabe en la cuna...".
Quita pelusa.--Zalamero.

R

Ridiculino. En la ciudad feliz las excentricidades nunca han tenido buena prensa. La formalidad ha sido siempre uno de los valores ciudadanos más fomentados y valorados. Por ello, lo llamativo, lo ultramoderno, lo excesivo se entiende que está fuera de lugar y existe un adjetivo demoledor que coloca en su sitio tanto a quienes se pasan de rompedores como a quienes se quedan en un minimalismo de petimetres o de lo que en la provincia se conoce como señoritas de pan pringado. Ese adjetivo es ridiculino, o sea, afectado, ramplón, ordinario y adefesio.
Remirarse.--Ponerse ropa nueva.
Rizos.--Virutas.
Remuarse: cambiarse

S

Salaíno. Dícese de quien no es ni chicha ni limoná , es decir, un híbrido, un anfibio de la estética, algo indefinido e inclasificable: ni alto ni bajo, ni guapo ni feo, ni simpático ni serio... O sea, salaíno.
Sanguta.--Sanguijuela.
Saltrorrostro.1. m. salamanquesa.
Santrorrostro.1. m. salamanquesa.
Senara.-Cosecha de mies.

T

Tener buena pinta. Expresión cacereña para referirse a la elegancia, la óptima presencia y la prestancia. Pero tener buena pinta es más que ser elegante. "¡Huy, qué buena pinta tiene!" significa que estamos ante una persona desenvuelta, educada, estilosa, agradable, bien vestida, bien alimentada... Lo contrario de tener buena pinta es tener una pintina.

Tizne.--Grasa para los ejes de los carros.
Toquilla.-Borrachera
Torta.--Borrachera.
Trábalo.--Bizco.
Trompa.-Borrachera


U


V


Y

Yoyó.--Bramadera.


Z

Zalear.--Ajar o rasgar algo.
Zarrio.--Cosa o trasto viejo, inservible.

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