martes, 8 de enero de 2019

Vocabulario de Santa Marta de Magasca







Fuente: Vocabulario de la Arquitectura popular de Santa Marta de Magasca por Miguel Urbano Robado Mariscal - Piedras con raíces nº 14-2006





La arquitectura popular es una expresión más de la cultura de un determinado pueblo, y es donde afloran ciertas características propias de cada región o de cada comarca. Pero esencialmente, la arquitectura popular, aquella que nace espontáneamente de las personas que viven en un determinado medio geográfico, no es sino una mera respuesta práctica a ese medio en el que nace y por el que tiene sentido, emitiendo respuestas esenciales, prácticas y sencillas a los problemas que ese medio plantea al hombre que lo habita, de ahí, que esta arquitectura sea, como el arado o el azadón, una herramienta más ideada y mejorada generación tras generación y basada en conceptos básicos encaminados a hacer más fácil el trabajo humano, así como a “humanizar” el medio; por eso el concepto de arquitectura popular está tan enraizado en el pueblo que es considerado como elemento cotidiano y por ello mismo se muestra y aparece en el lenguaje y acota para sí toda una amplia batería léxica a la que cada zona puede otorgar su sello.

Santa Marta de Magasca, anteriormente citada como Marta, lugar o aldea repoblada a finales del S.XIV y comienzos del XV por gentes provenientes de Castilla, Aragón, Cantabria y Navarra, y que, debido a su orografía, peculiar dentro de la penillanura cacereño trujillana, así como a la carencia o deterioro de sus accesos, ha impedido un contacto fluido con el entorno hasta bien comenzado el siglo XX, motivo por el cual se han podido conservar términos y expresiones que en otros lugares pudieran haber evolucionado con diferente morfología o incluso desaparecer. Por lógica, algunos de estos términos no son sino derivaciones del académicamente correcto, casi siempre para hacerlo más “pronunciable”, esto es, más cómodo de expresar, más corto en su morfología o más expresivo en su pronunciación.


Gentilicio

Marteños

Topónimo. Origen del nombre

La primera parte del nombre es un hagiotopónimo, presente también en Santa Marta de los Barros, aunque el nombre original era tan solo Marta, como vemos en un acuerdo de vecindad entre Cáceres y Trujillo, de 1497, en el que se reforman acuerdos anteriores, allí leemos que “en Marta, lugar e término de la dicha çibdad de Trogillo, en diez e seys días del mes de mayo del anno que pasó del sennor de mill e quatroçientos e ochenta e çinco annos, por ante el dicho Alonso Rodríguez de almaçán e Estevan Ximénez, escrivanos públicos, fue asentada e otorgada una vezindad” (García Oliva, 331). Así pues, la conversión del nombre en hagiotopónimo debió de ser posterior; todavía en el Interrogatorio de Trujillo encontramos “Marta” y “Martha” (RAud, Trujillo II, pp. 449 y 463), junto a “villa de Santa Marta” (669). En cuanto al complemento, se trata de una mención del Río Magasca que sirve de lindero norte al término municipal. Este nombre, Magasca, de origen oscuro y presente también en Génova - Magasco-, lo menciona Menéndez Pidal como una de las muestras del sufijo -asco en la toponimia peninsular -Velasco, Benasque-, sufijos que atribuye a la presencia de lígures en España (Toponimia prerrománica, 83). Sería, pues, un topónimo prerromano de significado desconocido. (Los nombres de Extremadura de Antonio María Castaño. Editora Regional de Extremadura, 2004)

A

A cuchillo:  es una expresión usada para definir una pared construida en línea diagonal a la recta establecida, y que viene a terminar formando un pico o rincón con otra anterior.

Acirate:  según la definición académica no es sino un caballón que sirve de linde, aquí se utiliza para denominar un rebaje de unos cinco o diez centímetros que suele haber en las fachadas de las casas.

Aterrao: Capa de tierra de las zahurdasEstas construcciones, que contaban también con un vuelo inicial, se culminaban con una capa tierra, constituyendo el aterrao, a la vez que cada zahurda tapaba su entrada con la portera, pieza de madera de encina que se encajaba en el vano ajustándola por medio de una “cuña” a la que se golpeaba con la macha.

B

Bardo barda: Es la cubierta circundante a la construcción de un chozo, realizada con leña más gruesa y colocada a modo de protección. Como elemento de anclaje también se solía utilizar la rabiza, o soga de poco diámetro y por ello más maleable a la hora de anclar a las latas la leña de monte.

Bujío o chabuco: chozo fabricado con ramas.  Son construcciones que por su estructura y disposición son angostas y oscuras, el término bujíos, es una clara deformación del original bohío, que se refiere a una cabaña o chozo fabricado de ramas y sin más respiradero que la puerta de acceso.
Burdiajera o burdiera: ventana en el pajar o cuadra para entrar la paja.  Era una ventana en el pajar dispuesta para introducir la paja, término este que se utilizaba igualmente para denominar a aquellas ventanas de cuadras, tinados o pajares que, además de cumplir una función de iluminación, tenían otra añadida y relacionada con el acarreo de material diverso a la estancia.

C

Cantaera, era un rebaje cóncavo en el muro de la vivienda que se utilizaba para colocar los cántaros y tinajas de agua potable.
Caramancho: Elemento externo a los chozos. Consistía en una rama de encina seca, que clavada en el suelo se utilizaba a modo de percha para colgar utensilios propios de los pastores.
Cenicera: es un habitáculo semicircular entre la morilla y el muro, que tenía como finalidad recoger la ceniza del fuego.
Cercado: se hacían con una pared en piedra seca era lo habitual, conservándose casi en su totalidad actualmente; muchos de estos cercados ni siquiera tenían un acceso con puerta de madera o metálica, sino que este se solucionaba mediante lo que se denominaba portillo, que se cerraba con la misma piedra, mientras que los vuelos o el vuelo de la pared, lo constituían aquellas piedras de mayor tamaño colocadas en la parte superior de la misma.
Corralá: se define claramente como aquella construcción, con corral central y zajurdas dispuestas en forma de “u”, que presenta un número mayor de unidades.

D



E

Enramá: armazón sustentado en cuatro maderos de aproximadamente dos metros de altura, y con cubierta horizontal de monte, que se construía para obtener sombra en las eras.

F

Fontarros:  construcción a base de pizarra, aproximadamente de un metro de altura, y que no era sino una cubierta a modo de protección sobre la fuente, de tal modo que impedía el acceso de animales y la entrada de suciedad.

Fuéllega: hacía referencia a lo irregular de su piso o solar, por ser este en ocasiones de pizarra, término que se aplicaba así mismo al terreno abrupto y escarpado.

G

H

I

J

Jumero.- es el trozo de pared ennegrecido por el humo 

K

L

Latas: Referido a los chozos de monte, se denominaba así a  aquellas vigas principales que sostenían la construcción y sobre las que se tejía posteriormente la cubierta, siendo los cerquillos las varas elásticas que se engarzaban horizontalmente al armazón. 

M

Morilla: se llamaba a la piedra, habitualmente de granito, que colocada verticalmente sobre el “solar” o “solera”, donde se hacía el fuego, servía como apoyo vertical y de fondo del mismo. 


N

Ñ

O

P

Pajareta: pajar pequeño. Dentro de la arquitectura popular que complementaba a la vivienda tradicicional: gallineros, pajares, tinados, establos, etc.; encontramos este término, referido a un pajar, generalmente de tamaño pequeño, y al que sólo se accedía mediante una trampilla situada en la bóveda del tinado, de tal manera, que con esta disposición, se facilitaba el acarreo de la paja para los animales con sólo verterla por la mencionada trampilla y por la que se accedía a la estancia mediante el uso de escaleras móviles de madera.
Palos roaos: Tanto los tinados, como las cuadras y pajares, solían presentar cubierta de teja colocada sobre un entramado de tablas y vigas de madera cilíndrica que se venían a denominar palos roaos, mientras que a esta modalidad de techumbre se la conocía como la teja vana. Cuando el palo roao era de monte y de gran tamaño, solía recibir el nombre de tarangallo.
Portera: Era lo que  tapaba la entrada de la zahurda, pieza de madera de encina que se encajaba en el vano ajustándola por medio de una “cuña” a la que se golpeaba con la macha.

Q

R


S

T

Toza.-  se denominaba al dintel de los vanos en cualquier casa o construcción, y generalmente se construía a base de pizarra cortada a la medida;

U

V

Y

Z


Zajurda: En lo que se refiere a las zahurdas destinadas a los cerdos, se cambia la h por la j, para pronunciar zajurda, diferenciando este término de otros dos referidos a construcciones destinadas a esta misma finalidad; así, mientras zajurda se refiere a una construcción destinada a un número intermedio de animales, zajurdón, es aquella obra levantada en medio del monte, y de una sola cochinera. 
Zonche: cavidad en la pizarra utilizada como comedero para los cerdos.

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